Judá y Tamar
El capítulo anterior empezó con el registro del último de los autores del libro de Génesis, José. Contó su historia desde un joven arrogante y ambicioso resentido y casi matado por sus hermanos hasta que, como resultado del odio que le tenían, es vendido como esclavo en Egipto.
Vimos cómo Dios lo bendijo con dones espirituales y por su mal uso él fue separado de sus hermanos.
Esto preparará el escenario para el último episodio del libro de Génesis que será la llegada de los hijos de Israel (Jacob) en la tierra de Egipto donde serán esclavizados.
El próximo libro de la Biblia, Éxodo, contará la historia de la liberación de Dios de este pueblo hacia la Tierra Prometida. Pero primero, tomaremos un pequeño desvío de la vida de José a un capítulo que nos da un vistazo a la vida del hermano por el cual llegaría el Mesías.
La historia de Judá
1Sucedió por aquel tiempo que Judá se separó de sus hermanos, y visitó a un adulamita llamado Hira. 2Y allí vio Judá a la hija de un cananeo llamado Súa; la tomó, y se llegó a ella. 3Ella concibió y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Er. 4Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Onán. 5Aún dio a luz a otro hijo, y le puso por nombre Sela; y fue en Quezib que lo dio a luz.
- Génesis 38:1-5
Después del acontecimiento con José, Judá decide dejar la familia extendida y valerse por sí mismo. Busca y encuentra una esposa sin consultar ni a Dios ni a su padre Jacob.
La esposa que toma es cananea y pagana, y como veremos por las acciones de sus hijos es probable que jamás se convirtieron a Jehová. Tuvieron tres hijos:
- ER – espectador, nombrado por Judá
- ONÁN – fuerte, nombrado por su madre
- SELA – incierto, también nombrado por su madre
El hecho que la madre nombra los últimos dos hijos sugiere que la influencia de ella en el hogar es más fuerte ya que generalmente era el padre quien otorgaba los nombres a los hijos. (Vimos lo mismo con Jacob y sus esposas que nombraron los hijos y tuvieron mucha influencia en el hogar y sobre Jacob mismo).
6Entonces Judá tomó mujer para Er su primogénito, la cual se llamaba Tamar. 7Pero Er, primogénito de Judá, era malvado ante los ojos del Señor, y el Señor le quitó la vida. 8Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y cumple con ella tu deber como cuñado, y levanta descendencia a tu hermano. 9Y Onán sabía que la descendencia no sería suya; y acontecía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, derramaba su semen en tierra para no dar descendencia a su hermano. 10Pero lo que hacía era malo ante los ojos del Señor; y también a él le quitó la vida.
Aunque Judá había elegido su esposa sin la ayuda de Dios o de Jacob, parece reconocer su error y quiere asegurar un mejor arreglo para su hijo.
No conocemos nada de Tamar (su nombre significa derecho, pararse rectamente, una palmera) pero su nombre y el hecho que Judá la eligió específicamente sugieren que en el ambiente pagano ella era una mujer de principio y fuerza.
Vemos que Er era un hombre malvado y que se contagió de la influencia pagana de su madre. El linaje mesiánico venía por Judá así que Dios eliminó a Er antes de que podía ser parte de esa genealogía (el hecho que no eliminó a Tamar habla de su carácter).
Entonces Judá impone sobre Onán, el hermano, la responsabilidad de continuar el linaje de su hermano mayor al exigirle que se casara con su viuda. Esto se conocía como el levirato (del latín levir que significa cuñado). Esto era una costumbre antigua usada para proteger la tierra y los derechos de propiedad entre familias. Si un hermano muere sin hijos, el pariente más cercano se casaría con la viuda y el primer hijo pertenecería al pariente fallecido con los derechos a su nombre y propiedades. Los otros hijos pertenecerían legalmente al padre nuevo.
Onán ve el resultado de la maldad de su hermano entonces accede a casarse con ella pero a fin de cuentas rehúsa producir hijos para su hermano fallecido (tiene miedo de que tendrá que compartir parte de su propia tierra con el hijo de su hermano). Tiene relaciones sexuales pero interrumpe la concepción; por esta rebeldía Dios mata a él también.
- El término ONANISMO a menudo se usaba para referirse a la masturbación y este pasaje se ha usado para mostrar que esta práctica era un pecado.
- Sin embargo este pasaje se trata de la obediencia a Dios y el castigo que trae la desobediencia. La Biblia no comenta directamente sobre los temas sexuales de masturbación, anticoncepción o prácticas sexuales en el matrimonio. Los principios que nos guían en estos asuntos incluyen la fidelidad (Hebreos 13:4), el respeto y la cooperación mutua (1 Corintios 7:3-7) y decencia cristiana (1 Tesalonicenses 4:4).
Es importante que cuando intentemos mostrar algo usando la Biblia, mostremos lo que la Biblia dice y no lo que queremos que diga al usarlo incorrectamente y fuera de contexto.
11Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: Quédate viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela; pues pensaba: Temo que él muera también como sus hermanos. Así que Tamar se fue y se quedó en casa de su padre. 12Pasaron muchos días y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Y pasado el duelo, Judá subió a los trasquiladores de sus ovejas en Timnat, él y su amigo Hira adulamita.
Tamar vivía con Judá y sus hijos pero para evitar más problemas él la manda de vuelta a su padre. Promete mandar a buscarla cuando su hijo menor tiene edad para casarse con ella pero probablemente temía que le pasara lo que les pasó a sus otros hijos.
Mientras tanto fallece su esposa y después de un tiempo de duelo sube a los trasquiladores de sus ovejas con sus amigos. Esto sugiere que no estaba sufriendo mucho ya que este momento del año se acompañaba con una fiesta y Judá tenía planes de participar en las festividades con sus amigos.
13Y se lo hicieron saber a Tamar, diciéndole: He aquí, tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas. 14Entonces ella se quitó sus ropas de viuda y se cubrió con un velo, se envolvió bien y se sentó a la entrada de Enaim que está en el camino de Timnat; porque veía que Sela había crecido, y ella aún no le había sido dada por mujer. 15Cuando la vio Judá, pensó que era una ramera, pues se había cubierto el rostro. 16Y se desvió hacia ella junto al camino, y le dijo: Vamos, déjame estar contigo; pues no sabía que era su nuera. Y ella dijo: ¿Qué me darás por estar conmigo? 17Él respondió: Yo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño. Y ella dijo: ¿Me darás una prenda hasta que lo envíes? 18Y él respondió: ¿Qué prenda tengo que darte? Y ella dijo: Tu sello, tu cordón y el báculo que tienes en la mano. Y él se los dio y se llegó a ella, y ella concibió de él. 19Entonces ella se levantó y se fue; se quitó el velo y se puso sus ropas de viuda.
El problema para Tamar era que Judá originalmente la había contratado para ser parte de su familia para continuar con el linaje. Ella había estado dispuesta y a lo mejor había empezado a adorar el Dios de Judá pero al final se le negó su puesto legítimo dentro de la familia.
Su plan era engañar a su suegro para poder cumplir con su plan de continuar el linaje familiar:
- Pueda que tuvo menos que ver con la bendición que con el miedo de ser descartada por completo.
- Había sido enviudada dos veces ya que Dios mató a sus maridos y negada el tercero, así que sus expectativas eran pobres.
- También es posible que sintió el derecho de continuar con el linaje familiar a pesar del método.
Ella se disfraza como una "prostituta del templo" porque más adelante se le refiere como "la separada" que era un término que se usaba para una prostituta del templo y no una prostituta común.
La prostitución del templo era una profesión respetable en la sociedad cananea y muchas de las mujeres del pueblo se turnaban sirviendo así en el templo como una ofrenda a su propio dios o diosa.
Esto no justifica la práctica sino solo nos da un entendimiento de lo que estaría pensando Tamar y que lo que hacía no era por lujuria o dinero sino una parte normal de sus costumbres culturales.
Judá, por supuesto, era otra historia. Él sabía mejor que involucrarse con dioses extraños, la prostitución y la fornicación. Una vez más vemos que no buscó a Dios o a su padre para encontrar una esposa nueva. Se dejó llevar por las pasiones que surgieron durante la festival y su soledad que lo dejaron vulnerables a este tipo de situación.
Su unión produce un hijo y Judá deja algunas de sus pertenencias personales como una promesa que la pagará más adelante por sus servicios. El hecho que ella vuelve a casa confirma que no fue motivada por avaricia o lujuria sino por la desesperación.
Una fe débil llevará a las personas a hacer cosas necias y desesperadas en vez de confiar en Dios por Su ayuda.
20Cuando Judá envió el cabrito por medio de su amigo el adulamita, para recobrar la prenda de mano de la mujer, no la halló. 21Y preguntó a los hombres del lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera que estaba en Enaim, junto al camino? Y ellos dijeron: Aquí no ha habido ninguna ramera. 22Y él volvió donde Judá, y le dijo: No la encontré; y además, los hombres del lugar dijeron: «Aquí no ha habido ninguna ramera». 23Entonces Judá dijo: Que se quede con las prendas, para que no seamos causa de burla. Ya ves que envié este cabrito, y tú no la has encontrado.
A pesar de su debilidad, Judá es un hombre de palabra y quiere cumplir con su compromiso. Pueda que sienta vergüenza por su acciones así que manda a su amigo a buscar a Tamar pero no la encuentra. ("Ramera" es la palabra para una prostituta del templo.)
24Y sucedió que como a los tres meses, informaron a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha fornicado, y he aquí, ha quedado encinta a causa de las fornicaciones. Entonces Judá dijo: Sacadla y que sea quemada. 25Y aconteció que cuando la sacaban, ella envió a decir a su suegro: Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy encinta. Y añadió: Te ruego que examines y veas de quién es este sello, este cordón y este báculo. 26Judá los reconoció, y dijo: Ella es más justa que yo, por cuanto yo no la di por mujer a mi hijo Sela. Y no volvió a tener más relaciones con ella.
Judá se indigna al enterarse del embarazo de ella y pronuncia un juicio.
- Ella todavía se encontraba bajo su autoridad.
- Técnicamente estaba comprometida a su hijo.
- Era la viuda de sus otros dos hijos.
- Deshonró a su familia al traer el hijo de otro hombre a la familia.
Pueda que sintió una alegría secreta al poder deshacerse de ella y evitar el dilema del matrimonio entre ella y su tercer hijo y los problemas que causaría con la familia de ella si no cumplieran con esta costumbre. ¡Pero se entera de la verdad!
Judá muestra algo del carácter que Dios vio en él cuando le otorgó el honor de ser el linaje por el cual llegaría el Mesías: dice la verdad y admite haber estado con ella en vez de negarlo; confiesa el pecado de no haberle dado su tercer hijo que era su obligación moral y legal; también la absuelve de cualquier culpabilidad al reconocer que ella era justa y él no lo era.
- Sus métodos eran engañosos pero estaba en lo correcto moralmente al reclamar lo que le pertenecía.
- Él reconoce que eran sus acciones que la motivaron a actuar en la forma que lo hizo.
Él hace lo correcto al no acostarse más con ella pero reconoce sus hijos como suyos y les entrega su nombre y herencia como correspondía de acuerdo con la Ley.
27Y sucedió que al tiempo de dar a luz, he aquí, había mellizos en su seno. 28Aconteció, además, que mientras daba a luz, uno de ellos sacó su mano, y la partera la tomó y le ató un hilo escarlata en la mano, diciendo: Este salió primero. 29Pero he aquí, sucedió que cuando él retiró su mano, su hermano salió. Entonces ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Por eso le pusieron por nombre Fares. 30Después salió su hermano que tenía el hilo escarlata en la mano; y le pusieron por nombre Zara.
Un breve resumen describe sus mellizos y el paralelo inusual entre ellos y la lucha entre Jacob y Esaú en las generaciones pasadas.
Sabemos que ambos hermanos y Sela, el otro hijo de Judá. se casaron y tuvieron familias grandes. Más adelante en las genealogías, el segundo hijo, Fares, quien apareció segundo pero salió primero era el ancestro de David por quien llegó el Cristo.
Esto termina el capítulo que llega a ser un paréntesis para mostrar como Judá engendró el hijo que a fin de cuentas lo vinculaba con el nacimiento del Cristo.
El próximo capítulo retomará la historia de José y su tiempo en Egipto lo que nos lleva al cierre de este primer libro de la Biblia.
Lecciones
1. Los hijos son influenciados por ambos padre y madre
Judá era corto de miras y subestimó la influencia que tendría su esposa en la familia.
La argumentación por casarse con un cristiano se vuelve muy importante especialmente al considerar los futuros hijos. Desafortunadamente los jóvenes no consideran esa parte, solo consideran la relación existente y no las relaciones que existirán en el futuro. Por eso es importante no solo animarlos a casarse con un cristiano sino que en el caso que no lo hagan, los abuelos deben ser esa influencia cristiana en las vidas de sus nietos por la incredulidad de uno o ambos padres.
Observe que no se menciona el nombre de Jacob.
2. Dios puede obrar todo para el bien
Lo mencioné en la última lección pero valga la redundancia:
Dios escogió a Judá para ser parte del linaje; sus malas decisiones y debilidad; sus hijos malvados y rebeldes; su esposa pagana; la impotencia y el plan engañoso de Tamar...y aún así Dios usó todas estas cosas negativas para lograr Sus metas.
- Los malvados igual serán juzgados.
- Los débiles aún sufrirán las consecuencias de sus errores.
Pero no se impedirá el plan de Dios, ni siquiera por nuestras malas decisiones y errores.
Esto debería darnos la confianza de continuar cuando no estamos seguros; de perseverar aun cuando cometemos errores; de mantener la esperanza de salvación aun cuando la evidencia alrededor nuestro indica que no lo lograremos. El plan de Dios es de llevar al cielo los fieles y Él cumplirá con ese plan a todo costo.
3. No importa quien eres, importa quien te hace Dios
Es interesante notar que en la genealogía de Jesús solo se mencionan cuatro mujeres:
- TAMAR – una cananea que engañó a su suegro a que se acostara con ella
- RAHAB – una prostituta que escondió a los espías judíos
- RUT – una moabita que persuadió a Boaz que se casara con ella
- BETSABÉ – una hitita que cometió adulterio con David.
Ninguna era judía y todas llegaron al linaje mesiánico bajo circunstancias dudosas pero cada una fue transformada por su contacto con los hombres que creyeron en Dios.
- Tamar se aferró a la promesa de Judá de pertenecer a la nación judía por medio del matrimonio y la maternidad.
- Rahab dejó la prostitución y se casó con Salmón después de la captura de Jericó por los judíos.
- Rut acompañó a su suegra Noemí y adoptó su fe lo que la llevó a Boaz y su matrimonio con él.
- Betsabé aseguró que Salomón llegó a ser el rey después de David preservando así la unión de la nación de Israel en ese entonces.
Dios tomó a estas mujeres paganas y por su conversión y fe las usó poderosamente para preservar el linaje por el cual llegó Jesús.
Hay esperanza por los que tienen cónyuges incrédulos, hay esperanza por aquellos que tienen un pasado dudoso porque Dios puede hacer siervos valiosos de quienquiera sin importar su pasado y puede dar a todos un futuro glorioso. Estas mujeres son prueba de esto.
Preguntas de discusión
- Resuma los eventos claves de Génesis 38:10-30 y converse de su importancia.
- ¿Cómo demuestran los eventos en la vida de Judá y Tamar la influencia de los padres sobre la fe de los hijos? (Véase también Efesios 5:22-33; Efesios 6:1-4)
- ¿Cómo pueden los padres recuperar su rol como guías espirituales de su familia?
- ¿Cómo podemos influenciar a un cónyuge incrédulo a establecer una relación con Dios?
- ¿Qué nos enseña el uso de las cuatro mujeres mencionadas en esta lección sobre cómo Dios nos usa?
- ¿Cómo puedes usar esta lección para crecer espiritualmente y ayudar a otros entrar en una relación con Jesús?