44.

La historia de José

Después de explicar la conexión de Judá con el Mesías venidero, los escritores del Génesis terminan su narración con el relato de la historia de José.
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Nos hemos desviado un poco en mirar una porción de la vida de Judá. Él era el cuarto hijo de Jacob y el propósito de esta historia era de explicar el trasfondo de la genealogía de Jesús desde Jacob a Judá.

Continuaremos ahora con la narrativa principal de la historia de José, el onceavo hijo de Jacob y cómo le fue después de ser vendido como esclavo en Egipto. La última vez que lo vimos había sido llevado a Egipto y vendido a un hombre llamado Potifar quien era el capitán de la guardia del rey y el verdugo oficial.

Este capítulo tratará sobre la experiencia de José en este nuevo país y situación.

El Egipto antiguo

Egipto ya era una nación antigua cuando José llegó al escenario. Era una nación gobernada por faraones (que significa gran casa) quienes legaban su poder de generación a generación por la dinastía familiar.

Los eruditos no saben con seguridad cuál rey estaba en poder cuando José estuvo allí (la Biblia solo lo menciona como el Faraón - el título). Algunos creen que era la dinastía de HYKSOS porque estos reyes eran extranjeros que habían conquistado a Egipto y tenían sangre semita (de la familia de Sem - hijo de Noé, ancestro de Abraham). Esto explica el trato favorable que el rey le dio a José y a su familia más adelante.

Unos siglos después estas dinastías cayeron del poder y fueron remplazados por unos reyes nativos de Egipto por lo que algunos sugieren puede explicar por qué los descendientes de José fueron tratados tan severamente. Es probable que fueron tratados así porque los descendientes de José eran vistos como parientes lejanos de los reyes extranjeros que habían sido remplazados por reyes egipcios.

De todas maneras, José se encuentra en un país pagano con estándares morales muy bajos y que practicaban el politeísmo (la adoración de muchos dioses).

José en la casa de Potifar

1Cuando José fue llevado a Egipto, Potifar, un oficial egipcio de Faraón, capitán de la guardia, lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allá. 2Y el Señor estaba con José, que llegó a ser un hombre próspero, y estaba en la casa de su amo el egipcio. 3Y vio su amo que el Señor estaba con él y que el Señor hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía. 4Así encontró José gracia ante sus ojos y llegó a ser su siervo personal, y lo hizo mayordomo sobre su casa y entregó en su mano todo lo que poseía. 5Y sucedió que desde el tiempo que lo hizo mayordomo sobre su casa y sobre todo lo que poseía, el Señor bendijo la casa del egipcio por causa de José; y la bendición del Señor estaba sobre todo lo que poseía en la casa y en el campo. 6Así que todo lo que poseía lo dejó en mano de José, y con él allí no se preocupaba de nada, excepto del pan que comía. Y era José de gallarda figura y de hermoso parecer.
- Génesis 39:1-6

Potifar era el capitán y el verdugo principal. La palabra oficial significa eunuco.

  • Era la costumbre en ese entonces castrar a los funcionarios altos para prevenir que interfieran con el harén del rey o que participaran en un golpe militar con la intención de empezar una dinastía familiar propio.
  • Es posible que Potifar asintió a la castración para llegar a un puesto alto en el gobierno después de haberse casado, o su esposa se casó con él para alcanzar un nivel alto en la sociedad sin importar sus limitaciones sexuales.

Aquí encontramos una buena descripción tanto física como del carácter de José (lo que la Biblia rara vez hace). José era buenmozo e inteligente. Era un buen administrador y confiable. Tuvo éxito y ganó cuanta independencia podía como esclavo. Mostró que era un hombre piadoso y espiritual.

Todas las cualidades buenas de José y su trabajo se atribuyeron a la presencia de Dios en su vida y esto se manifestó al amo de José.

7Sucedió después de estas cosas que la mujer de su amo miró a José con deseo y le dijo: Acuéstate conmigo. 8Pero él rehusó y dijo a la mujer de su amo: Estando yo aquí, mi amo no se preocupa de nada en la casa, y ha puesto en mi mano todo lo que posee. 9No hay nadie más grande que yo en esta casa, y nada me ha rehusado excepto a ti, pues tú eres su mujer. ¿Cómo entonces iba yo a hacer esta gran maldad y pecar contra Dios? 10Y ella insistía a José día tras día, pero él no accedió a acostarse con ella o a estar con ella.

Por razones que son un poco más claros dado que Potifar era un eunuco, su esposa deseó sexualmente a José e intentó tener relaciones sexuales con él.

Vemos a José lidiar con la situación pero sin resultados. Intenta razonar con ella tratando de convencerla con los razonamientos que le convencen a él: sería doloroso para su esposo quien ha sido bueno con él y sería un pecado contra Dios.

El punto es que a esta mujer no le importa lo que siente su esposo (está seduciendo a un esclavo en la casa de su marido) y es una pagana así que los argumentos sobre la voluntad de Dios tampoco le importan. Es probable que José es ingenuo al pensar que podría disuadir a la que le estaba tentado hacia el pecado con sus propios razonamientos por evitarlo.

A veces es simplemente una táctica que usamos para acercarnos al pecado sin caer en él. Como Eva, nos paramos a revisar por qué no debemos hacer algo en vez de ser proactivos y reprender la tentación y el tentador.

José se encontró en una situación bien difícil porque contarle lo ocurrido a su amo podría haber sido suficiente para matarlo. Una cosa que no hizo fue apelar a Dios para ayuda en este momento.

11Pero sucedió un día que él entró en casa para hacer su trabajo, y no había ninguno de los hombres de la casa allí dentro; 12entonces ella lo asió de la ropa, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él le dejó su ropa en la mano, y salió huyendo afuera. 13Y cuando ella vio que él había dejado su ropa en sus manos y había huido afuera, 14llamó a los hombres de su casa y les dijo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que se burle de nosotros; vino a mí para acostarse conmigo, pero yo grité a gran voz. 15Y sucedió que cuando él oyó que yo alzaba la voz y gritaba, dejó su ropa junto a mí y salió huyendo afuera. 16Y ella dejó junto a sí la ropa de él hasta que su señor vino a casa. 17Entonces ella le habló con estas palabras, diciendo: Vino a mí el esclavo hebreo que nos trajiste, para burlarse de mí; 18y cuando levanté la voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó afuera. 19Y aconteció que cuando su señor escuchó las palabras que su mujer le habló, diciendo: Esto es lo que tu esclavo me hizo, se encendió su ira. 20Entonces el amo de José lo tomó y lo echó en la cárcel, en el lugar donde se encerraba a los presos del rey; y allí permaneció en la cárcel.

La seducción fracasa y la esposa se enoja y al sentirse humillada por ser rechazada, reclama "violación".

  • Sin embargo, el sentido de su ataque no era que pudo haber sido atacada sexualmente sino que un extranjero tenía tanto poder en su casa que pudo haber intentado algo semejante. (Tenía envidia de su influencia.)
  • Observe que dice que Potifar se enoja pero no dice que se enoja con José.

El hecho que no fue ejecutado y que eventualmente llegó a una posición destacada en la prisión indica que lo que más le molestó a Potifar no fueron las acusaciones de su esposa sino el haber perdido a su mano derecha.

  • Si hubiese actuado con una ira celosa, José estaría muerto; en cambio fue llevado a la cárcel y aún allí le fue permitido mucha libertad.
  • Esto no minimiza su sufrimiento ni la injusticia pero sí explica por qué no fue ejecutado.
21 Mas el Señor estaba con José y le extendió su misericordia, y le concedió gracia ante los ojos del jefe de la cárcel. 22Y el jefe de la cárcel confió en mano de José a todos los presos que estaban en la cárcel, y de todo lo que allí se hacía él era responsable. 23El jefe de la cárcel no supervisaba nada que estuviera bajo la responsabilidad de José, porque el Señor estaba con él, y todo lo que él emprendía, el Señor lo hacía prosperar.

José demuestra sus grandes talentos y el hecho que Dios lo está bendiciendo. La Biblia muestra que aunque José era talentosos, era la bendición de Dios que le hacía prosperar, no solo sus habilidades.

José en la cárcel – Capítulo 40

1Después de estas cosas, sucedió que el copero y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su señor, el rey de Egipto. 2Y Faraón se enojó contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos. 3Y los puso bajo custodia en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel, en el mismo lugar donde José estaba preso. 4El capitán de la guardia se los asignó a José, y él les servía; y estuvieron bajo custodia por algún tiempo.
- Génesis 40:1-4

Estos hombres eran oficiales en la corte del rey:

  • El jefe de los coperos es el responsable por los viñedos, el vino y su servicio, y también protege al rey del envenenamiento.
  • El jefe de los panaderos es el responsable por la preparación de las comidas y su servicio y también de protección del rey.

El hecho de que fueron encarcelados y uno de ellos fue ejecutado parece indicar que estuvieron involucrados en alguna conspiración (posiblemente asesinato). Mientras están a la espera de los resultados de la investigación para determinar quien estuvo involucrado, ambos van a la cárcel.

El hecho que José los sirvió y atendió indica que se les trataba bien mientras estuvieron bajo investigación.

5Entonces el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban encerrados en la cárcel, tuvieron ambos un sueño en una misma noche, cada uno su propio sueño, y cada sueño con su propia interpretación. 6Y José vino a ellos por la mañana y los observó, y he aquí, estaban decaídos. 7Y preguntó a los oficiales de Faraón que estaban con él bajo custodia en casa de su señor: ¿Por qué están vuestros rostros tan tristes hoy? 8Y ellos le respondieron: Hemos tenido un sueño y no hay nadie que lo interprete. Entonces José les dijo: ¿No pertenecen a Dios las interpretaciones? Os ruego que me lo contéis.

José tenía mucha experiencia con sueños y estaba especialmente interesado en los sueños que les habían intranquilizado tanto. Él declara que Dios es quien interpreta los sueños (porque a menudo los sueños tratan del futuro y Dios es quien controla el futuro). Esto también nos indica que José estaba consciente de su propia habilidad de interpretar sueños que le había otorgado Dios.

9Contó, pues, el jefe de los coperos su sueño a José, y le dijo: En mi sueño, he aquí, había una vid delante de mí, 10y en la vid había tres sarmientos. Y al brotar sus yemas, aparecieron las flores, y sus racimos produjeron uvas maduras. 11Y la copa de Faraón estaba en mi mano; así que tomé las uvas y las exprimí en la copa de Faraón, y puse la copa en la mano de Faraón. 12Entonces José le dijo: Esta es su interpretación: los tres sarmientos son tres días. 13Dentro de tres días Faraón levantará tu cabeza, te restaurará a tu puesto y tú pondrás la copa de Faraón en su mano como acostumbrabas antes cuando eras su copero. 14solo te pido que te acuerdes de mí cuando te vaya bien, y te ruego que me hagas el favor de hacer mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa. 15Porque la verdad es que yo fui secuestrado de la tierra de los hebreos, y aun aquí no he hecho nada para que me pusieran en el calabozo.

La interpretación del sueño del copero indicaba que en tres días sería liberado y restaurado a su puesto en la corte del rey. El hecho que las ramas dieron uvas que él presentó al rey inmediatamente mostró que nadie había manipulado el vino antes de que llegó al Faraón.

El copero se siente aliviado y José, como un prisionero también inocente, le pide que use su influencia para sacarlo a él también de la cárcel cuando lo liberan.

16Cuando el jefe de los panaderos vio que había interpretado favorablemente, dijo a José: Yo también vi en mi sueño, y he aquí, había tres cestas de pan blanco sobre mi cabeza; 17y sobre la cesta de encima había toda clase de manjares hechos por un panadero para Faraón, y las aves los comían de la cesta sobre mi cabeza. 18Entonces José respondió, y dijo: Esta es su interpretación: las tres cestas son tres días; 19dentro de tres días Faraón te quitará la cabeza de sobre ti, te colgará en un árbol y las aves comerán tu carne.

El panadero, animado por la interpretación a favor del copero, revela su sueño a José. Su sueño contiene las pistas de su caída. No hay una secuencia donde la preparación de la comida y el servicio al rey se vinculan sin interrupción. Esto sugiere que cualquier persona pudo haber manipulado el pan. El hecho que llegaron algunos pájaros a comer parte de la comida sugiere que el rey no recibió todo lo que le fue destinado.

El sueño, si fuera una reflexión del trabajo del panadero, mostró que él no había garantizado la pureza de la comida y había fallido en la protección de la comida desde su elaboración hasta su destino. José interpreta el sueño y le da las malas noticias al panadero junto con el detalle que todo esto ocurrirá en tres días. Aquí es donde vemos el poder de Dios no solo al darle significado a las imágenes sino en ser tan específico en cuanto a eventos futuros.

20Y sucedió que al tercer día, que era el día del cumpleaños de Faraón, este hizo un banquete para todos sus siervos, y levantó la cabeza del jefe de los coperos y la cabeza del jefe de los panaderos en medio de sus siervos. 21Y restauró al jefe de los coperos a su cargo de copero y este puso la copa en manos de Faraón; 22pero ahorcó al jefe de los panaderos, tal como les había interpretado José. 23Mas el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él.

El cumpleaños del rey junto con el banquete (las fiestas de cumpleaños son una costumbre muy antigua) era una oportunidad ideal para anunciar los resultados de su investigación. En la presencia de todos los siervos, el rey puede dar una lección sobre las consecuencias de la deslealtad o mal servicio. El copero es restaurado e inmediatamente vuelve a su posición anterior, pero el panadero, tal como José había predicho, es condenado y sentenciado a muerte.

Esto debería haber impactado al copero pero por sus nuevas responsabilidades y quizá por el temor de tener que competir con un hombre tan talentoso, se olvidó de José y la promesa que le había hecho.

En Génesis 41 encontramos que pasan dos años más en que José languidece en la cárcel antes de que el copero se acuerda de él y le habla al Faraón de parte suya.

Lecciones

1. Tu jefe te está mirando

Si quieres saber qué tipo de cristiano eres, pregunte a tu jefe porque él/ella siempre te está mirando. José proveyó un tremendo testimonio de fe a sus amos porque en sus roles de capataz naturalmente no solo observaron lo que hizo sino también cómo lo hizo.

Debería serles evidentes a nuestros supervisores que somos cristianos por la calidad de nuestro trabajo y por nuestra actitud. Generalmente a los jefes les gusta emplear a cristianos porque saben que hay algo diferente de y mejor en los empleados cristianos, y son bendecidos por ellos.

Si no puedes convencer a tu jefe que eres cristiano te costará convencer a cualquier otra persona.

2. Huya de la tentación

José era joven, ambicioso y pensaba poder enfrentar cualquier cosa ¡(había sobrevivido un secuestro)! Satanás es más inteligente y fuerte que nosotros solos - cuando ves a una culebra venenosa no la molestas ni juegas con ella, huyes. José no pudo huir pero pudo haberle pedido a Dios que lo ayudara; no lo hizo y la maldad de otros lo sobrepasó y le causó daño.

A veces podemos evitar el pecado pero a veces necesitamos ayuda para esquivar los planes y los ataques de otros en contra de nosotros. Un hombre sabio huye no solo de la tentación personal sino también de la apariencia de y la ocasión de pecar para evitar que le toque aun indirectamente.

3. Dios cocina a fuego lento

Generalmente la mejor comida se cocina lentamente para preservar el sabor y no quemar o secar los ingredientes. Dios cocina a fuego lento porque toma todo el tiempo necesario para preparar a personas para ciertas obras, servicios, o ministerios. José tenía diecisiete años cuando fue vendido a la esclavitud; tenía treinta años cuando llegó a ser el jefe de la corte del Faraón.

Estuvo trece años como esclavo en la casa de Potifar en la cárcel. Pueda que pareciera una pérdida de tiempo para este joven inteligente y talentoso pasar trece años como esclavo y prisionero. Pero si tu vida está dedicada a Dios y Su servicio, no hay una pérdida de tiempo porque Él usa cada momento para:

  • Perfeccionar tu carácter santo
  • Prepararte para un ministerio específico
  • Apuntarte hacia una persona

Dios devuelve los años perdidos y promete un tiempo ilimitado en el cielo si sometemos nuestro tiempo a Él y Su propósito ahora.

Preguntas de discusión

  1. Converse de como el ambiente del Egipto antiguo permitió que José cumpliera con la voluntad de Dios.
  2. Resuma cómo llegó José a ser el mayordomo de la casa de Potifar enfatizando la respuesta de José a los eventos.
  3. Resuma el tiempo de José en la cárcel y conteste las siguientes preguntas:
    • ¿Por qué Dios no lo libraría de la cárcel inmediatamente?
    • ¿Cómo podemos usar el ejemplo de José para continuar con nuestro servicio al Señor en tiempos de prueba?
    • ¿Qué podemos hacer si fallamos o somos infieles en una situación difícil?
  4. ¿Cómo puedes usar esta lección para crecer espiritualmente y ayudar a otros entrar en una relación con Jesús?
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