10.

Jesús entra a Jerusalén

Parte 1

Lucas describe tres eventos clave durante el tiempo de Jesús en la ciudad de Jerusalén: la profecía sobre su muerte y resurrección; curación de un ciego; Su entrada triunfal a la ciudad montando un burro.
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Ahora empezamos la cuarta parte de nuestro bosquejo del evangelio de Lucas:

  • El Principio – 1:1-3:38
  • Jesús en Galilea – 4:1-9:50
  • Jesús Mira Hacia Jerusalén – 9:51-18:30
  • Jesús Entra a Jerusalén – 18:31-21:38
  • El Cumplimiento – 22:1-24:53

Hasta ahora todas las enseñanzas, milagros y confrontaciones de Jesús han sucedido en lugares afuera de Jerusalén. En la próxima sección del informe, Lucas describirá eventos que ocurren mientras Jesús y Sus Apóstoles están en los alrededores de Jerusalén y preparándose entrar a la ciudad.

Jesús Entra a Jerusalén – 18:31-19:48

Jesús y los Apóstoles ahora están cerca de la cuidad y el Señor prepara Sus Apóstoles para lo que sucederá allí.

Jesús Predice Su Muerte y Resurrección

31Tomando aparte a los doce, Jesús les dijo: Mirad, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre. 32Pues será entregado a los gentiles, y será objeto de burla, afrentado y escupido; 33y después de azotarle, le matarán, y al tercer día resucitará. 34Pero ellos no comprendieron nada de esto; este dicho les estaba encubierto, y no entendían lo que se les decía.
- Lucas 18:31-34

Jesús les da a los Apóstoles más detalles respecto a lo ocurrirá una vez entran a la ciudad ya que todas las profecías respecto a cómo los judíos lo tratarán serán cumplidas.

La Entrada Triunfal de Jesús

Regocíjate sobremanera, hija de Sión. Da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí, tu rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de asna.
- Zacarías 9:9

Rechazado por los líderes

22La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo. 23Obra del Señor es esto; admirable a nuestros ojos.
- Salmo 118:22-23

Traicionado por Judas

Aun mi íntimo amigo en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, contra mí ha levantado su calcañar.
- Salmo 41:9

Sufrimiento y Humillación

7Todos los que me ven, de mí se burlan; hacen muecas con los labios, menean la cabeza, diciendo: 8Que se encomiende al Señor; que Él lo libre, que Él lo rescate, puesto que en Él se deleita.
- Salmo 22:7-8

Resurrección

9Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; también mi carne morará segura, 10pues tú no abandonarás mi alma en el Seol, ni permitirás a tu Santo ver corrupción.
- Salmo 16:9-10

La Razón por la Cruz

Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados.
- Isaías 53:5

Hay muchos más, pero estos demuestran lo que Jesús les estaba diciendo a los Apóstoles: que todo lo que les está contando en cuanto a Su trato a manos de los judíos le pasará, y todas las profecías respecto a Su muerte y resurrección serán cumplidas.

En el versículo 34, Lucas afirma que los Apóstoles no entendieron lo que Jesús decía porque el significado les estaba encubierto. Puede ser que como en el caso de Juan el Bautista, asumieron que cuando Jesús entraba a Jerusalén sería aclamado por todo el mundo tanto personas importantes en la sociedad como aquellos que no lo eran; o, si fuera rechazado, vendría juicio inmediato sobre Sus enemigos. Jesús les estaba preparando para el momento en que ninguna de estas cosas ocurrirá. El resultado final sería lo que los salmistas y profetas hablaron hace mucho tiempo: el Mesías sería rechazado, torturado y ejecutado, pero resucitaría al tercer día.

Jesús Sana al Ciego Bartimeo

35Y aconteció que al acercarse a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. 36Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello. 37Y le informaron que pasaba Jesús de Nazaret. 38Entonces gritó, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 39Y los que iban delante lo reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!40Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: 41¿Qué deseas que haga por ti? Y él dijo: Señor, que recobre la vista.42Jesús entonces le dijo: Recibe la vista, tu fe te ha sanado. 43Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios.
- Lucas 18:35-43

Una vez más, Lucas sitúa la acción al describir el lugar (Jericó, 18 millas al norte de Jerusalén) donde Jesús y los Apóstoles están antes de entrar a la gran ciudad.

Este milagro se describe en los evangelios de Mateo y Marcos también. Mateo dice que dos ciegos fueron sanados, pero Marcos y Lucas se enfocan solo en la reacción de Bartimeo. Describen a un hombre que no podía ver a Jesús ni a Sus obras, pero sin embargo clamó en fe y como resultado recibió su vista.

Más adelante la fe de Bartimeo será comparada con la fe de los líderes religiosos en Jerusalén quienes en efecto presenciaron muchos de los milagros de Jesús pero se negaron a creer y, como consecuencia permanecieron ciegos espiritualmente.

Conversión de Zaqueo (19:1-10)

Estando en Jericó, Jesús divisó a Zaqueo (un recaudador de impuestos como lo era Mateo) quien por su baja estatura había trepado un árbol para poder ver al Señor mientras pasaba por allí.

Jesús lo llama por nombre y le dice al recaudador de impuestos que irá a su casa. Los líderes religiosos murmuran porque Jesús se asocia, incluso se digna a visitar la casa de un pecador/recaudador de impuestos. Zaqueo está tan agradecido por la bondad de Jesús que confiesa y se arrepienta de todos sus comportamientos inapropiados como recaudador y se compromete a dar a los pobres y devolver el dinero que había hurtado (al cobrar impuestos de más para su propia ganancia). Jesús confirma que Zaqueo está salvo y enfatiza que quienes Él fue mandado a salvar son pecadores que creen y se arrepientan.

Este evento provee otro contraste entre quienes creen y aquellos que no creen (Bartimeo vs. los líderes religiosos) y quienes se arrepienten y aquellos que no (Zaqueo vs. los líderes santurrones religiosos de los judíos).

Parábola de las 10 Minas

Lucas da cuenta de otra parábola de Jesús que vemos en Mateo y Marcos también. Esta parábola es aún otra referencia al liderazgo religioso en Jerusalén, sin embargo se trata de la calidad de su mayordomía y no de su fe ni arrepentimiento.

11Estando ellos oyendo estas cosas, continuando Jesús, dijo una parábola, porque Él estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. 12Por eso dijo: Cierto hombre de familia noble fue a un país lejano a recibir un reino para sí y después volver. 13Y llamando a diez de sus siervos, les dio diez minas y les dijo: «Negociad con esto hasta que yo regrese». 14Pero sus ciudadanos lo odiaban, y enviaron una delegación tras él, diciendo: «No queremos que este reine sobre nosotros». 15Y sucedió que al regresar él, después de haber recibido el reino, mandó llamar a su presencia a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que habían ganado negociando. 16Y se presentó el primero, diciendo: «Señor, tu mina ha producido diez minas más». 17Y él le dijo: «Bien hecho, buen siervo, puesto que has sido fiel en lo muy poco, ten autoridad sobre diez ciudades». 18Entonces vino el segundo, diciendo: «Tu mina, señor, ha producido cinco minas». 19Y dijo también a este: «Y tú vas a estar sobre cinco ciudades». 20Y vino otro, diciendo: «Señor, aquí está tu mina, que he tenido guardada en un pañuelo; 21pues te tenía miedo, porque eres un hombre exigente, que recoges lo que no depositaste y siegas lo que no sembraste». 22Él le contestó: «Siervo inútil, por tus propias palabras te voy a juzgar. ¿Sabías que yo soy un hombre exigente, que recojo lo que no deposité y siego lo que no sembré? 23Entonces, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco, y al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?». 24Y dijo a los que estaban presentes: «Quitadle la mina y dádsela al que tiene las diez minas». 25Y ellos le dijeron: «Señor, él ya tiene diez minas». 26Os digo, que a cualquiera que tiene, más le será dado, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 27Pero a estos mis enemigos, que no querían que reinara sobre ellos, traedlos acá y matadlos delante de mí.
- Lucas 19:11-27

Observe los paralelos adicionales que Jesús agrega en esta parábola para reflejar Su situación actual y venidera: el transcurso de tiempo para la acción es un período largo, aclarando la enseñanza sobre este tema para quienes como Juan el Bautista pensaban que la llegada del reino y el juicio vendrían a exactamente el mismo tiempo. Sin embargo, Jesús describe cuatro períodos de tiempo:

  1. El momento cuando el noble asigna la responsabilidad.
  2. Un período de tiempo indefinido en que él no está y en que las actitudes verdaderas de los siervos se ven.
  3. El momento en que el noble vuelve a castigar y premiar.
  4. La destrucción de los enemigos del noble.

El orden de los eventos en la parábola paralela el orden del ministerio de Jesús y su eventual resultado:

  1. Jesús asignará la gran comisión a Sus discípulos (Mateo 28:18-20, Marcos 16:16).
  2. La iglesia continuará su ministerio hasta que vuelve Jesús (Hechos 2:37-47).
  3. Jesús volverá a recompensar y castigar (1 Tesalonicenses 4:13-18, 2 Tesalonicenses 1:6-10).
  4. El fin del mundo y la aparición del cielo y la tierra nuevos acompañará Su retorno (2 Pedro 3:11-13).

Es posible que esta parábola no tuvo gran significado más allá de la enseñanza sobre la mayordomía para los Apóstoles en el momento, pero una vez cumplido el ministerio de Jesús, podrían recordar y entender completamente esta enseñanza a la luz de la profecía cumplida.

La Entrada Triunfal (19:28-44)

Aquí tenemos otro evento descrito por ambos Mateo y Marcos. Sin embargo, Lucas agrega el pasaje describiendo la reacción personal de Jesús al entrar a la ciudad. Él escribe que Jesús manda unos discípulos delante para obtener un burro el cual puede montar: Mateo indica que volvieron con dos burros, un pollino y su madre (probablemente para estabilizar al pequeño animal mientras cargaba su primer cabalga por una multitud bulliciosa, Mateo 21:1-3).

Jesús llegó a Jerusalén de Betania donde vivían María, Marta y Lázaro, y donde a menudo se hospedaba cuando viajaba entre Su pueblo Capernaúm y la capital Jerusalén. Betania se encontraba a 1.5 millas del Monte de Olivas y el Huerto de Getsemaní como la última parada antes de bajar al valle del jardín y subir de nuevo para entrar a la ciudad de Jerusalén al otro lado del valle.

Del Huerto de Getsemaní en la cima del valle, uno podía ver la ciudad entera de Jerusalén ubicada al lado opuesto. Hoy en día desde este mirador uno puede ver un cementerio frente la Puerta Oriental por donde entró Jesús a la ciudad en ese tiempo. La construcción del cementerio y el cerrar la entrada con ladrillos en el año 1530 d. C. fue un intento por los musulmanes de prevenir el retorno del Mesías.

36Y mientras Él iba avanzando, tendían sus mantos por el camino. 37Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto, 38diciendo: ¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas! 39Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
40Respondiendo Él, dijo: Os digo que si estos callan, las piedras clamarán.
- Lucas 19:36-40

Mateo cita una profecía del Antiguo Testamento que describe la manera en que el Mesías entraría a la ciudad, montado humildemente sobre un burro, a diferencia de entrar sobre un caballo o carro como un rey terrenal (Mateo 21:5).

Lucas sigue contrastando la actitud de personas normales quienes creen, y por consiguiente regocijaron, a aquella de los líderes religiosos quienes no creyeron y se ofendieron por la demostración de fe y adoración de parte de la multitud.

41Cuando se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella, 42diciendo: ¡Si tú también hubieras sabido en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. 43Porque sobre ti vendrán días, cuando tus enemigos echarán terraplén delante de ti, te sitiarán y te acosarán por todas partes. 44Y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no conociste el tiempo de tu visitación.
- Lucas 19:41-44

Esta sección solo se encuentra en Lucas y en él describe el gran lamento de Jesús por dos cosas:

  1. Lo que los judíos no verían por su ceguedad espiritual causada por su incredulidad. Se apenó porque el gozo y la alegría expresada por Sus discípulos pudo haber sido de todos los habitantes de la ciudad si hubiesen sabido (aceptado) lo que Dios requería de ellos para estar en paz con Él (creer en el Hijo). Así como estaban, serían negados la bendición y el gozo que la fe les pudiera haber dado.
  2. Lo que los judíos sufrirían como consecuencia de su incredulidad. Jesús es bien claro en cuanto al castigo por venir, "... porque no conociste el tiempo de tu visitación." (versículo 44c)

Hasta ahora en Sus enseñanzas y prédicas, Jesús ha usado parábolas para describir la actitud de incredulidad y hostilidad expresada por los líderes religiosos de los judíos. Sin embargo, en este pasaje afirma sin duda y sin un significado escondido el pecado de los judíos (su rechazo de Él como su Mesías) y su castigo (la destrucción de su ciudad y la muerte de sus habitantes).

Comerciantes Echados del Templo

45Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían,46diciéndoles: Escrito está: «Y mi casa será casa de oración», pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 47Y enseñaba diariamente en el templo, pero los principales sacerdotes, los escribas y los más prominentes del pueblo procuraban matarle; 48y no encontraban la manera de hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de Él, escuchándole.
- Lucas 19:45-48

Mateo y Marcos destacan esta sección como la cima de la entrada de Jesús a Jerusalén. Pero Lucas enfatiza la pronunciación de Jesús sobre la nación judía, que para el público de Lucas (Teófilo), explicará la hostilidad de los judíos hacia el cristianismo y la subsecuente oferta del evangelio a gentiles de parte de Apóstoles y maestros judíos. Dedica solamente dos líneas resumiendo la razón por echar a los vendedores del templo (una acción que no es de mucho interés para un lector gentil).

Lucas termina esta sección describiendo las líneas de batalla a los ojos de Jesús: El sumo sacerdote, los escribas (Fariseos) y hombres líderes (ancianos, ricos, clase política, maestros) vs. El pueblo.

Resumen / Lecciones

Lucas describe las últimas interacciones, milagros y enseñanzas por Jesús mientras se acerca y entra a Jerusalén. Estos eventos y enseñanzas son tales que describen la situación y la división entre la gente con la incredulidad y rechazo de las elites religiosos y políticos a diferencia de la fe, el entusiasmo y el gozo de personas comunes y los marginados. A esta altura lo único que está impidiendo que el liderazgo judío tome preso a Jesús es el temor a una reacción violenta de parte del pueblo.

Sin embargo, en la próxima sección veremos más de cerca disputas internas ya que varios líderes enfrentan a Jesús porque tienen mejor acceso a Él mientras ministra a la gente en el área del templo en Jerusalén. He aquí un par de lecciones que podemos tomar del material que hemos visto en este capítulo.

1. Creer en el Libro

El gran pecado de los judíos es que se negaron a creer sus propios profetas. El problema no fue que Jesús no cumplió perfectamente con todo lo que se dijo del Mesías en las escrituras de los profetas, su tema con Él era que no se parecía a la imagen del Mesías que ellos habían creado en sus propias mentes (un poderoso militar/político obrador de milagros). ¡Fallaron porque no creyeron su propio libro! Nosotros corremos el mismo riesgo si nuestro Jesús es el Jesús de las películas, ideas o movimientos populares. Nuestro Señor, Su voluntad, Su palabra, y Su iglesia están todos claramente presentados en Su libro: la Biblia. Asegurémonos de que nuestras vidas y prácticas religiosas estén basadas en Su libro y no en nuestras opiniones o sentimientos.

2. Todos Seremos "Visitados"

Lucas escribe que los judíos no reconocieron el tiempo de su visitación, y por eso se perdieron. Todos somos visitados por Cristo alguna vez. A veces en forma de una invitación a estudiar la Biblia o asistir a la iglesia, otras veces la visitación toma la forma de una tentación que se ha permitido en nuestras vidas para medir nuestra obediencia. Para muchos viene como una enfermedad, accidente, ofensa o desafío que examina nuestra fe o amor. Al final, para todos, llega como la muerte señalando que ya no hay tiempo para elegir creer o no creer, ya que la muerte nos enmarca para la eternidad para bien o para mal.

No toda visitación es igual en naturaleza ni duración de tiempo, pero el denominador común es que toda persona recibe una visita y la visita siempre se trata de que si creemos en Cristo o no.

Preguntas de discusión

  1. ¿Cuáles son algunas de las confusiones hoy en día sobre quien es Jesús? ¿Por qué crees que personas tienen estas ideas falsas de Jesús?
  2. Describe uno de tus talentos poco usados. Explique por qué no has desarrollado este talento y cómo podría ser usado al servicio de la iglesia.
  3. Seleccione uno de los grupos religiosos a continuación y explique cómo intentarías convertir un seguidor de esa religión al cristianismo. Provee tres escrituras.
    • Judío, Hindú, Vudú, Musulmán, Budista, Ateo