El ministerio de Pedro
El primer sermón de Pedro
La primera carta de Lucas a Teófilo se encuentra generalmente en la sección del Nuevo Testamento de los evangelios junto con Mateo, Marcos y Juan porque en esta carta Lucas describe el nacimiento, la vida, muerte y resurrección de Jesús tal como los escritores de los otros evangelios. El libro de Hechos (la segunda carta de Lucas a este oficial gentil escrita entre 60-68 d.C.), que sigue a los evangelios y se destaca como un libro de historia. Después viene el resto del Nuevo Testamento compuesto por cartas (epístolas) de los Apóstoles Pablo, Pedro y otros colaboradores al canon. En esta segunda carta a Teófilo, Lucas describe las personas y los eventos que contribuyeron al establecimiento y desarrollo de la iglesia la cual empezó el domingo de Pentecostés (Pentecostés es una traducción griega de la palabra hebrea ("semanas").
La línea de tiempo para la fiesta de Pentecostés es la siguiente:
Inmediatamente después de la Pascua (celebrado el viernes) había un período de siete días donde no se comía ni se encontraba levadura en la casa. Esos siete días fueron seguidos por otro Sabbat (sábado) cuando se completaba esta fiesta. El día siguiente (domingo) los judíos celebraban la Fiesta de los Primeros Frutos donde traían la primera parte de su cosecha primaveral (generalmente cebada) y lo ofrecían al Señor antes de comer de dicha cosecha (Levítico 23:10-11).
La próxima fiesta en el calendario religioso judío era la Fiesta de las Semanas (griego-pentecostés) donde el pueblo contaba siete semanas (siete Sabbat) más un día (para un total de 50 días) y daban gracias por la cosecha mucho más abundante que ocurría en esa época del año (a finales del verano).
Es con este trasfondo de una celebración judía anual que se lleva acabo en Jerusalén (Lucas, como siempre, se interesa por proveer marcadores históricos y culturales) que el escritor de Hechos empezó a instruir a su público de uno con respecto al establecimiento, crecimiento y extensión de la iglesia cristiana por el Imperio Romano.
Bosquejo – Hechos
1. El Ministerio de Pedro – Hechos 1:1-12:25
- Primer Sermón de Pedro – Hechos 1:1-2:47
- Ministerio de Pedro Pos Pentecostés – Hechos 3:1-4:37
- Persecución de Pedro y los Apóstoles – Hechos 5:1-42
- Persecución de la Iglesia I – Hechos 6:1-7:60
- Persecución de la Iglesia II – Hechos 8:1-9:43
- Pedro Predica a los Gentiles – Hechos 10:1-12:25
2. El Ministerio de Pablo – Hechos 13:1-28:31
- Primer Viaje Misionero de Pablo – Hechos 13:1-15:35
- Segundo Viaje Misionero de Pablo – Hechos 15:36-18:22
- Tercer Viaje Misionero de Pablo – Hechos 18:23-21:14
- Arresto y Encarcelamiento de Pablo I – Hechos 21:15-23:11
- Arresto y Encarcelamiento de Pablo II – Hechos 23:12-25:22
- Arresto y Encarcelamiento de Pablo III – Hechos 25:23-26:32
- Viaje de Pablo a Roma – Hechos 27:1-28:31
El libro de Hechos es fácil de trazar porque detalla los ministerios de Pedro y Pablo en un estilo directo y narrativo. Por eso se llama los Hechos de los Apóstoles, y no los pensamientos o la teología de los Apóstoles. Aunque Lucas nos da muchas enseñanzas de Pedro, Pablo y otros (e. g. Esteban) en su carta, estas secciones son secundarias y al servicio de las "acciones" de los Apóstoles y otros personajes de la iglesia primitiva, quienes, contra viento y marea, esparcen el evangelio y establecieron la iglesia en el mundo pagano del primer siglo.
Lucas empieza con el ministerio de Pedro ya que es el primero en predicar el evangelio con el poder del Espíritu Santo. Lo vemos proclamando al Jesús resucitado a los judíos y conversos al judaísmo quienes estaban en Jerusalén para celebrar la Pascua. Más adelante Pedro es dirigido por Dios a llevar el evangelio a gente que no era judía también. Entonces Lucas describe la conversión dinámica poco probable del Apóstol, Saulo de Tarso. Este hombre era un judío fariseo decidido a destruir lo que él creía ser una secta herética del judaísmo que adoraba a Jesús como el Mesías divino. Lucas termina su carta detallando el increíble ministerio de Saulo, ahora Pablo el Apóstol, mientras lleva el evangelio afuera de Judea y Samaria a cada rincón del Imperio Romano y más allá.
El Ministerio de Pedro – Hechos 1:1-12:25
El Primer Sermón de Pedro (Hechos 1:1-2:27)
Repaso y Ascensión
El primer relato que escribí, Teófilo,
- Hechos 1:1a
El hecho que Lucas se dirige a su lector por su nombre, Teófilo, y no por su título, (Excelentísimo) indica que el hombre se había convertido desde la primera carta de Lucas. En esa sociedad habría sido altamente inapropiado omitir el título de su lector al menos que había cambiado la relación de alguna forma. De la misma manera, habría sido inusual que Lucas usara el título formal hablando con un hermano en Cristo porque no se usaban entre los creyentes en la iglesia.
1btrató de todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2hasta el día en que fue recibido arriba, después de que por el Espíritu Santo había dado instrucciones a los apóstoles que había escogido. 3A estos también, después de su padecimiento, se presentó vivo con muchas pruebas convincentes, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles de lo concerniente al reino de Dios. 4Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre: La cual, les dijo, oísteis de mí; 5pues Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días.
- Hechos 1:1b-5
Lucas resume la vida y el ministerio de Jesús con unas pocas palabras y se enfoca en los eventos que ocurrieron entre Su resurrección y la ascensión:
- Sus apariciones dinámicas durante 40 días.
- Sus enseñanzas con respecto al reino.
- Sus instrucciones a los Apóstoles de permanecer en Jerusalén y no volver a sus casas en Galilea como lo habían hecho después de Su crucifixión.
A menudo hay confusión en cuanto a la naturaleza de lo que Jesús menciona aquí así que vamos a repasar brevemente el tema del bautismo con el Espíritu Santo al establecer y repasar dos términos en particular:
Empoderamiento: Cuando el Espíritu Santo otorga habilidad sobre natural.
Por ejemplo: El Espíritu Santo posibilita que alguien haga tareas grandes o complejas.
1Y el Señor habló a Moisés, diciendo: 2Mira, he llamado por nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá. 3Y lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda clase de arte, 4para elaborar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, 5y en el labrado de piedras para engaste, y en el tallado de madera; a fin de que trabaje en toda clase de labor.
- Éxodo 31:1-5
O, el Espíritu Santo empodera a alguien obrar milagros (e. g. Moisés). O, el Espíritu Santo empodera alguien a ver visiones o hablar de parte de Dios.
1Y el Espíritu de Dios vino sobre Azarías, hijo de Oded, 2y salió al encuentro de Asa y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: el Señor estará con vosotros mientras vosotros estéis con Él. Y si le buscáis, se dejará encontrar por vosotros; pero si le abandonáis, os abandonará.
- 2 Crónicas 15:1-2
El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos;
- Isaías 6:1
O, el Espíritu Santo empodera alguien para el liderazgo (e. g. David).
Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos; y el Espíritu del Señor vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá.
- 1 Samuel 16:13
La biblia se refiere a este "empoderamiento" por el Espíritu Santo de diferentes maneras. Por ejemplo, "llenado del Espíritu" (Éxodo 31:3 - los artesanos que construyeron el tabernáculo); "que hagas [...] todas las maravillas que he puesto en tu mano." (Éxodo 4:21 - Moisés); "El Espíritu de Dios vino sobre..." (2 Crónicas 15:1 - Azarías); "El Espíritu del Señor vino poderosamente sobre..." (1 Samuel 16:13 - David).
Este empoderamiento fue dado a ciertas personas por un tiempo, dándoles la habilidad de cumplir con una tarea o una misión de Dios. Por ejemplo, David le pide a Dios no quitarle Su Espíritu (Salmo 51:11), y Sansón fue empoderado por Dios con gran fuerza pero lo perdió por pecar (Jueces 16). El Espíritu empoderó algunas personas para cumplir ciertas tareas, pero siempre era transitorio. La gran promesa del Antiguo Testamento era que cuando llegara el Mesías, Él marcaría el tiempo en que todo el pueblo de Dios tendría una porción del Espíritu Santo, no solo unos pocos como profetas y reyes como era el caso en el Antiguo Testamento. Pedro cita al profeta Joel quien dijo esto unos ocho siglos antes de que llegara Cristo.
28Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. 29Y aun sobre los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en esos días.
- Joel 2:28-29
Esta promesa del Espíritu iba ser diferente de alguna manera. Todos lo tendrían, ambos hombres y mujeres, tanto ancianos como jóvenes conocerían y hablarían la palabra de Dios y verían la visión del cielo descrito allí, no solamente los profetas. Lo más importante es que el Espíritu siempre te acompañaría. Esta medida de Espíritu no sería un empoderamiento, sino el Espíritu moraría dentro de la persona.
Morar: El Espíritu Santo morando dentro de cada creyente.
El Espíritu Santo vive dentro del creyente no simplemente habilitándolo para hacer, ver o decir algo al servicio de Dios, pero existe dentro de la persona para transformar ese individuo a la imagen de Cristo. El empoderamiento habilitó a ciertas personas hacer grandes cosas y el Antiguo Testamento está repleto de las historias de lo que hicieron estas personas al servicio de Dios (Moisés, Josué, David, los profetas, tanto como los Apóstoles y ciertos individuos en la iglesia primitiva por un tiempo corto). Por otro lado, el morar del Espíritu dentro de las personas les ayuda a ser como Cristo, a ser sacrificios vivos y seres eternos. Pablo describe en detalle lo que el Espíritu morando dentro de uno hace para el cristiano en Romanos 8. También se refiere a la morada del Espíritu dentro del individuo de varias maneras:
Después de decir esto, sopló sobre ellos (los Apóstoles) y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
- Juan 20:22
Este evento no se refiere a empoderamiento porque los Apóstoles no hablan en lenguas como resultado. La habilidad milagrosa de hablar en lenguas solo ocurrió el domingo de Pentecostés cuando fueron empoderados para hacerlo por el Espíritu Santo. Lo que Juan describe aquí es el momento en que los Apóstoles recibieron al Espíritu Santo para que morara en ellos.
Y Pedro les dijo: Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.
- Hechos 2:38
En este pasaje Lucas está describiendo el momento en que la gente recibía la morada del Espíritu Santo (cuando creyentes arrepentidos fueron bautizados en el nombre de Jesús). Pedro no estaba prometiendo el "empoderamiento" de quienes respondieron al evangelio porque ninguno de los 3000 bautizados aquel día mostraron algún poder milagroso.
La confusión entre los dos ocurre porque la biblia usa el mismo término cuando se refiere tanto al empoderamiento como a la morada del Espíritu Santo. Tenemos que examinar cuidadosamente el contexto en que se usa el término para entender si el escritor se refiere al empoderamiento o a la morada. He aquí unos ejemplos para mostrar la diferencia.
Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
- Mateo 3:11
Cuando Juan el Bautista usaba el término (bautizado con el Espíritu Santo) se refería a la morada del Espíritu, que Jesús, el Mesías, traería consigo.
pues Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días.
- Hechos 1:5
Sin embargo, cuando Jesús usa el término en Hechos 1:5 refiriéndose a lo que pasaría a Sus Apóstoles, Él está hablando del empoderamiento que estaban por recibir para predicar, hablar en lenguas, hacer grandes milagros (e. g. Pedro resucitaba personas de la muerte), para establecer y crecer la iglesia mientras sufrían una gran persecución. El Señor no les está prometiendo la morada aquí porque ya se les entregó la morada del Espíritu Santo en Juan 20:22.
Entonces, debemos mantener estas dos definiciones en mente al proseguir porque nos ayudarán a entender los pasajes en Hechos que tratan con el Espíritu Santo.
6Entonces los que estaban reunidos, le preguntaban, diciendo: Señor, ¿restaurarás en este tiempo el reino a Israel? 7Y Él les dijo: No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad; 8pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. 9Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube le recibió y le ocultó de sus ojos. 10Y estando mirando fijamente al cielo mientras Él ascendía, aconteció que se presentaron junto a ellos dos varones en vestiduras blancas, 11que les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo.
- Hechos 1:6-11
Su pregunta sobre la restauración del reino muestra que todavía viven bajo la idea falsa de una restauración gloriosa del estado judío (y su lugar dentro de ello). Jesús no se molesta en corregirles, sino hace dos otras cosas:
- Él afirma que el conocimiento de cuando ocurrirá el final del reino judío, y si vamos al caso, el final del mundo, es más allá de lo que puede saber el hombre, solo Dios sabe cuando ocurrirán estas cosas y ellos deben dejar de especular y preguntarle sobre tales temas.
- Él traza y repasa su misión. Ellos recibirán el empoderamiento ("El Espíritu Santo vendrá sobre ustedes"), y deben testificar al mundo sobre lo que han visto empezando en Jerusalén.
Lucas repite la descripción de la ascensión de Jesús, y esta vez agrega la información sobre los ángeles quienes profetizan sobre Su regreso.
El Aposento Alto (Hechos 1:12-26)
El libro de Hechos provee una mirada íntima a lo que hacían los Apóstoles y los discípulos entre la ascensión de Jesús y el descenso del Espíritu Santo el domingo de Pentecostés.
- Los Apóstoles (11) estaban reunidos con las mujeres que habían apoyado y seguido a Jesús, María Su madre, Sus hermanos y otros discípulos. Lucas observa que empiezan a dedicarse a la oración y a esperar.
- Pedro toma el liderazgo al poner en el contexto de las Escrituras las acciones y la muerte de Judas, de otra manera esto pudo convertirse en una razón de duda o desilusión. El comentario de Pedro explica que lo que hizo Judas y como terminó su vida servía el propósito de Dios y fue profetizado por los profetas. No era un fallo de ellos ni dañaba la misión de Jesús.
- Ellos, mediante la oración, proponen dos hombres calificados quienes habían sido discípulos fieles desde el bautismo de Jesús hasta Su ascensión. Al echar suertes, salió Matías para reemplazar a Judas.
El Día de Pentecostés (Hechos 2:1-12)
1Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. 2De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, 3y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. 4Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. 5Y había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. 6Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. 7Y estaban asombrados y se maravillaban, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que están hablando? 8¿Cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido?
- Hechos 2:1-8
"Fueron llenos del Espíritu Santo" queriendo decir que recibieron el empoderamiento y las señales visibles de esto era las "lenguas de fuego" que aparecieron sobre sus cabezas y la habilidad repentina y milagrosa de hablar idiomas antes desconocidos para ellos. Ellos eran de Galilea y hablaban arameo en sus vidas cotidianas y hebreo en sus prácticas religiosas.
Pentecostés era una fiesta importante que atraía a judíos de todo el mundo para este evento. Lucas nos dice que ese día estaban reunidas una docena de grupos lingüísticos y cada uno escuchó a los Apóstoles hablar en su lengua materna. Menciono esto porque hay un movimiento entre grupos carismáticos que afirman que han replicado este milagro en la edad moderna, sin embargo los sonidos que ellos emiten (los cuales ellos profesan ser "lenguas") son incomprensibles y no tienen sentido. La explicación que dan es que solo Dios los entiende y están hablando en lenguas de ángeles. Por supuesto, esto va en contra de la gramática y el contexto del pasaje.
- Gramática: Lengua ("glossa" en griego) se refiere a la lengua física y por extensión un idioma conocido.
- Contexto: En el versículo 8 la multitud dice que escuchan los Apóstoles hablar en su propio idioma, y Lucas nombra más de una docena de idiomas presentes.
Para resumir, los Apóstoles reciben el empoderamiento y ese poder se ve (lenguas de fuego) y se escucha (hombres judíos milagrosamente hablando en idiomas que no conocían). Este fenómeno cumplió con la profecía con respecto a lo que ocurriría con la venida del Mesías.
En la ley está escrito: Por hombres de lenguas extrañas y por boca de extraños hablaré a este pueblo, y ni aun así me escucharán, dice el Señor. - 1 Corintios 14:21
El Sermón de Pedro (Hechos 2:13-42)
Pero otros se burlaban y decían: Están borrachos.
- Hechos 2:13
Lucas prepara el escenario para el primer sermón de Pedro al describir la reacción que algunos tuvieron al milagro que acaban de presenciar: "Los Apóstoles están borrachos." Pedro llama la atención del público al responder a esta acusación con su poderoso sermón de Pentecostés. Este sermón se puede dividir en tres secciones:
El Testimonio del Espíritu Santo (Hechos 2:14-21)
Pedro empieza su sermón con darle el crédito al Espíritu de Dios por el milagro de lenguas que acaban de presenciar. Él declara que lo que han visto y oído es el fenómeno que según los profetas acompañarían al Mesías y cita al profeta Joel 2:28-32 para probar su argumento.
El Testimonio del Evangelio (Hechos 2:22-41)
22Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio vuestro a través de Él, tal como vosotros mismos sabéis, 23a este, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, clavasteis en una cruz por manos de impíos y le matasteis, 24a quien Dios resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que Él quedara bajo el dominio de ella.
- Hechos 2:22-24
Pedro proclamó los simples hechos del mensaje del evangelio: Jesús, comprobado como el ungido de Dios mediante los milagros, obras y señales que hizo; Jesús, crucificado injustamente por hombres pecaminosos, todo de acuerdo con el plan predispuesto de Dios; Jesús, resucitado por Dios, según la profecía sobre Él (y Pedro cita David, Salmo 16:8-11, de nuevo para comprobar que todo esto era de acuerdo con el plan de Dios y previsto por los profetas).
29Hermanos, del patriarca David os puedo decir confiadamente que murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. 30Pero siendo profeta, y sabiendo que Dios le había jurado sentar a uno de sus descendientes en su trono, 31miró hacia el futuro y habló de la resurrección de Cristo, que no fue abandonado en el Hades, ni su carne sufrió corrupción. 32A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 33Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34Porque David no ascendió a los cielos, pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi diestra,35hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies».36Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
- Hechos 2:29-36
Pedro fortalece su mensaje evangelístico con una explicación más profunda de la resurrección, porque esto era un elemento nuevo (ellos entendían la idea de la muerte suplente como redención por el pecado), sin embargo la idea, sin mencionar la posibilidad, de resurrección era nuevo para ellos. Ninguno de los animales que habían sacrificado en los siglos pasados había tomado vida de nuevo.
Pedro explica que David había profetizado de este mismo evento y corrige su entendimiento de dos pasajes donde los judíos pensaban David se refería a sí mismo pero que en realidad se referían a Jesús.
- Salmo 16:8-11, donde David habla de la promesa de su resurrección. Pedro dice que esto en realidad apunta a Cristo quien hará posible la resurrección de David con la suya.
- Salmo 110:1, que los judíos veían como una promesa que Dios hizo a David en cuanto a su reino y poder sobre sus enemigos. Jesús mismo, corrigió esta idea cuando le hizo una pregunta a los Fariseos que no pudieron contestar, "Si David le llama Señor, ¿cómo puede ser su Hijo?" (Mateo 22:45). Pedro da la respuesta al explicar que en este pasaje el Padre está hablando al Hijo (Jesús), no David. Dios le dice a Jesús, siéntate a mi diestra (poder) y pondré tus enemigos debajo de tus pies (ganarás la batalla sobre el Diablo, la muerte y judíos incrédulos mediante la resurrección).
El resume su argumento con una conclusión condenadora: Este Jesús, ungido por Dios, mencionado por los profetas, testificado por milagros, visto resucitado por nosotros, ascendido al cielo y quien ha mandado al Espíritu Santo para hacer lo que han visto y oído hoy, quien ahora ha sido declarado Señor y Cristo por Dios: ¡Ustedes lo mataron!
37Al oír esto, compungidos de corazón, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: Hermanos, ¿qué haremos? 38Y Pedro les dijo: Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame. 40Y con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas.
- Hechos 2:37-41
Quienes aceptan/creen el testimonio del Espíritu y el mensaje del evangelio responden. Pedro, siguiendo las instrucciones que junto con los otros Apóstoles recibió en Mateo 28:18-19 y Marcos 16:15-16, les dice cómo pueden obedecer el evangelio.
18Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
- Mateo 28:18-19
15Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.
- Marcos 16:15-16
Expresan su fe en Jesús como Señor y Cristo al arrepentirse de sus pecados y siendo bautizados (sumergidos en agua - el estanque de Siloé se encontraba cerca como también una pileta cerca de la Puerta del Peregrino donde peregrinos se purificaban antes de entrar a la ciudad santa de Jerusalén). Pedro enseña que en su bautismo ellos recibirían tanto el perdón de sus pecados como el don del Espíritu Santo (morada). Lucas no da detalles de cómo la morada del Espíritu afecta al creyente. Mucha de esta información se encuentra en las cartas de Pablo a los Romanos (capítulo 8) y Gálatas (capítulo 5).
Se bautizaron tres mil personas por los 12 ese día (Hechos 2:41) y desde entonces seguimos predicando el mismo mensaje del evangelio con las mismas instrucciones para aquello quienes creen (arrepiéntanse y bautícense en el nombre de Jesús para el perdón de los pecados y recibirás el don del Espíritu Santo).
El Testimonio de la Iglesia
42Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración. 43Sobrevino temor a toda persona; y muchos prodigios y señales eran hechas por los apóstoles. 44Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; 45vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno. 46Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47aalabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo.
- Hechos 2:42-47a
Lucas resume las primeras actividades, la organización y el entusiasmo de la primera iglesia cristiana. Observe cuidadosamente el esquema y patrón bíblico inspirado que se determina para el ministerio, la organización y el crecimiento de la iglesia en estas pocas líneas de las Escrituras. Si miras con atención notarás cinco ministerios distintos que empiezan y se desarrollan, como también un breve resumen de la relación entre el ministerio y el crecimiento de la iglesia.
- Evangelismo (Hechos 2:12-41): Estaban predicando el evangelio de Cristo a los perdidos y bautizando creyentes arrepentidos.
- Educación (Hechos 2:42a): Estaban enseñando a los conversos a conocer y obedecer las palabras de Cristo.
- Comunión (Hechos 2:42b): Estaban integrando a los nuevos cristianos al cuerpo de Cristo.
- Adoración (Hechos 2:42c): Estaban organizando la iglesia para adoración cristiana (la Cena del Señor, etc.).
- Servicio (Hechos 2:43-47a): La iglesia empezó a juntar sus recursos para hacerse cargo de las necesidades de los hermanos y la comunidad en el nombre de Cristo.
Lucas no provee detalles de cómo hicieron todo esto, solo un breve esquema de las cinco áreas de ministerio de la iglesia primitiva. En el último versículo de esta sección el escritor inspirado revela el método bíblico para el crecimiento de la iglesia.
Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
- Hechos 2:47b
Cuando tomas la sección entera ves que cuando la iglesia está activa en predicar a los perdidos, enseñar a los salvos, practicando la comunión, la adoración y el servicio, Jesús entonces añade a Su iglesia. En otras palabras, cuando la iglesia sirve a otros, el Señor añade a su número.
Lecciones
1. Orar mientras esperas.
Los Apóstoles se mantenían en oración mientras esperaban el Espíritu Santo, y esto les mantuvo enfocados y listos para cuando recibieron el empoderamiento. El esperar en el Señor no es algo pasivo. Una espera positiva y productiva se logra por medio de oración, adoración y servicio para que podemos mantenernos enfocados espiritualmente y evitar quejas necias o darnos por vencidos prematuramente.
2. Algunas personas necesitan más ánimo que otras.
Tres mil fueron bautizadas el domingo de Pentecostés pero habían más de 3000 personas presentes ese día. Al enfrentar la incredulidad y el rechazo de personas quienes pueden entender el evangelio pero rehúsan responder, haz lo que hizo Pedro ("con muchas otras palabras testificaba...y les exhortaba"- versículo 40), siga proclamando el mensaje, eventualmente algunos responderán.
3. Enfocar en el ministerio, no en crecimiento.
Nuestro deber es ser activo en las cinco áreas de ministerio, aprender cómo llevarlos acabo más efectivamente y mantener estos ministerios en operación simultánea. La obra de Jesús es añadir a la iglesia. Entre más efectivo es el ministerio más crecimiento habrá.
Para más información sobre el crecimiento de la iglesia véase la serie "Unlimited Growth" en BibleTalk.tv.
Preguntas de discusión
- Nombra las dos maneras en que la promesa del Espíritu Santo fue cumplida el domingo de Pentecostés y ¿por qué a menudo hay confusión sobre estas bendiciones?
- ¿Cómo demostrarías desde Hechos capítulo 2 que el don de lenguas que fue dado a los Apóstoles es diferente de lo que los carismáticos de hoy en día profesan como el hablar en lenguas?
- Dé un resumen del uso de Pedro del salmo de David en su argumento a los judíos que Jesús era el Mesías.