El Viaje de Pablo a Roma
Pablo ha estado languideciendo bajo arresto domiciliario en el palacio de Herodes en Cesarea del Mar. No ha sido inculpado de ningún crimen. Ha tenido audiencia ante tres gobernadores romanos diferentes durante ese tiempo (Félix, Festo y Agripa) pero ninguno de ellos ha podido identificar alguna ley romana que él haya transgredido, aparte de todas las acusaciones no confirmadas lanzadas por los judíos. Esto ha causado un callejón sin salida en los procedimientos causando la extensión del encarcelamiento de Pablo porque los oficiales romanos temen que los líderes judíos causarán problemas si lo sueltan.
Pablo rompe el impase al demandar, como ciudadano romano, su derecho de apelar su caso en el tribunal del César en Roma. Esto lo libera de un periodo sin definir de encierro en Cesarea, provee una resolución para su caso en el sistema jurídico romano y lo distancia de los judíos asesinos en Jerusalén quienes quieren matarlo.
Travesía a Roma – 27:1-28:16
Partida de Cesarea
1Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía Augusta, llamado Julio. 2Y embarcándonos en una nave adramitena que estaba para zarpar hacia las regiones de la costa de Asia, nos hicimos a la mar acompañados por Aristarco, un macedonio de Tesalónica. 3Al día siguiente llegamos a Sidón. Julio trató a Pablo con benevolencia, permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido por ellos. 4De allí partimos y navegamos al abrigo de la isla de Chipre, porque los vientos eran contrarios. 5Y después de navegar atravesando el mar frente a las costas de Cilicia y de Panfilia, llegamos a Mira de Licia. 6Allí el centurión halló una nave alejandrina que iba para Italia, y nos embarcó en ella. 7Y después de navegar lentamente por muchos días, y de llegar con dificultad frente a Gnido, pues el viento no nos permitió avanzar más, navegamos al abrigo de Creta, frente a Salmón; 8y costeándola con dificultad, llegamos a un lugar llamado Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea.
- Hechos 27:1-8
Una vez más vemos que Lucas pone atención a los detalles sociales e históricos al registrar la navegación de Pablo a Roma. Nombra al centurión, Julio y la compañía Augusta que él comandaba quien actuaba como un alguacil trabajando tras varios cuerpos policiales. Eran responsables de la comunicación entre Roma y sus armadas en tierras lejanas y también la transferencia de prisioneros como era el caso de Pablo.
Tal como viajar hoy en día donde no es siempre posible conseguir un vuelo directo a tu destino pero necesitas un vuelo de conexión, en ese entonces no podías navegar directamente a Italia de un puerto en Judea o Siria. El centurión y sus soldados, Pablo y otros prisioneros (probablemente mandados a Roma a ejecución), juntamente con Lucas (dice "nos" en el versículo 2), y otro hermano, Aristarco, de la iglesia en Tesalónica, zarparon en un barco que solía atracarse en Misia, una provincia de Asia Menor conocida hoy día como Turquía.
La primera parada del viaje es Sidón, donde el centurión gentilmente permitió que Pablo desembarcara con sus amigos. Subiendo la costa y usando a Chipre para protegerse de los vientos poderosos zarparon a Mira, una ciudad porteña en la provincia de Lidia, un viaje de 15 días. Aquí encuentran un barco más grande que los puede llevar hasta Italia. Este barco avanzó lentamente, evitando la ruta más corta y directa al norte de la isla de Chipre, zarpando al sur de la isla donde había menos viento y mejores puertos para barcos comerciales grandes como ese. Eventualmente llegaron a Lasea, un puerto en el sur de Creta.
Advertencia de Pablo
9Cuando ya había pasado mucho tiempo y la navegación se había vuelto peligrosa, pues hasta el Ayuno había pasado ya, Pablo los amonestaba, 10diciéndoles: «Amigos, veo que de seguro este viaje va a ser con perjuicio y graves pérdidas, no solo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras vidas». 11Pero el centurión se persuadió más por lo que fue dicho por el piloto y el capitán del barco, que por lo que Pablo decía. 12Como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría tomó la decisión de hacerse a la mar desde allí, para ver si les era posible arribar a Fenice, un puerto de Creta que mira hacia el nordeste y el sudeste, y pasar el invierno allí.
- Hechos 27:9-12
Podemos determinar la temporada del año cuando hicieron este viaje porque Lucas menciona el "ayuno". Este es el "ayuno" que los judíos hacían para el Día de la Expiación, un momento en que ayunaban y oraban mientras el Sumo Sacerdote entraba al Lugar Santísimo en el Templo en Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, primero por sí mismo y entonces para el pueblo. Puesto que estos eventos estaban ocurriendo en 59 o 60 d. C. sabemos, de acuerdo con el calendario religioso de los judíos, que el Día de Expiación para esos años cayó a principios de octubre. Historiadores marítimos nos cuentan que viajes marinos en esa región se consideraban peligrosos entre mediados de septiembre a principios de noviembre e imposibles después del 10 de noviembre cuando se suspendía toda navegación hasta el 10 de marzo (Lenski, p.1069).
Pablo les advierte del peligro si continúan con su viaje. Esto no era una profecía sino una opinión basada en la experiencia de Pablo en cuanto al viajar por mar. Después de todo, él afirma haber experimentado el naufragio tres veces en su vida (2 Corintios 11:25). No hay ninguna sugerencia de ayuda divina o angélica en esta instancia. La manera en que Lucas describe la escena indica que los marineros, el capitán y Pablo también eran todos expertos en viajar y conscientes de los riesgos en zarpar en esa temporada del año y entonces Pablo ofrece su opinión con respecto al tema. Lucas describe, en parte, el argumento del capitán que su ubicación actual no era apto para invernar su barco y basado en esto zarparon subiendo la costa de Creta hacia un mejor puerto ubicado en Fénix.
La Tormenta
13Cuando comenzó a soplar un moderado viento del sur, creyendo que habían logrado su propósito, levaron anclas y navegaban costeando a Creta. 14Pero no mucho después, desde tierra comenzó a soplar un viento huracanado que se llama Euroclidón, 15y siendo azotada la nave, y no pudiendo hacer frente al viento nos abandonamos a él y nos dejamos llevar a la deriva.16Navegando al abrigo de una pequeña isla llamada Clauda, con mucha dificultad pudimos sujetar el esquife. 17Después que lo alzaron, usaron amarras para ceñir la nave; y temiendo encallar en los bancos de Sirte, echaron el ancla flotante y se abandonaron a la deriva. 18Al día siguiente, mientras éramos sacudidos furiosamente por la tormenta, comenzaron a arrojar la carga; 19y al tercer día, con sus propias manos arrojaron al mar los aparejos de la nave. 20Como ni el sol ni las estrellas aparecieron por muchos días, y una tempestad no pequeña se abatía sobre nosotros, desde entonces fuimos abandonando toda esperanza de salvarnos.
- Hechos 27:13-20
Todo anda bien puesto que tienen un buen viento y al costear a Creta zarpan unos 40 millas (64 kilómetros) hacia Fénix. Pronto después de su partida se encuentran con lo que Pablo dice ser un tifón o lo que nosotros llamaríamos un huracán. El término "Euroclidón" o viento del "nordeste" es el apodo dado a este tipo de tormenta conocido por los marineros. Ahora controlados por el viento, los marineros están en modo de emergencia intentando que no se volcara el barco. Uno de los problemas que enfrentaban era que su bote salvavidas, que generalmente se llevaba amarrado detrás del barco, se había llenado de agua y estaba poniendo en riesgo el navío principal por el peso, el arrastre y la falta de control. No querían soltarlo porque era su única forma de escape si el barco se hundiese, así que lograron levantarlo y amarrarlo al navío principal y fuera del agua.
Otro problema que enfrentaron fue la separación de las tablas de madera en la construcción del barco. Los vientos huracanados, las olas incesantes y el estrés sobre el palo que soportaba la vela mayor causaría que las tablas, especialmente las del casco o de la parte delantera del barco, se separarían dejando entrar agua y causando el hundimiento del barco. Lucas describe cómo los marineros usaron cables para mantener las tablas unidas y prevenir que se separaran.
El próximo desafío era que necesitaban corregir su rumbo porque el viento los llevaba hacia los bancos de arena ubicados entre Cartagena y Cirene conocidos como los bancos de Sirte. Para lograr esto bajaron la velocidad del barco al dejar el ancla libre en el mar y también arrojaron su cargo y los aparejos de la nave al agua. Ahora sabemos que su estrategia funcionó, a pesar de la tormenta, se cambió el rumbo del barco lo suficiente para evitar los bancos de Sirte y zarparon 13 días más y 480 millas (772 kilómetros) cerca de la isla de Malta. Sin embargo, hasta ahora, habían hecho todo lo que humanamente podían hacer y estaban abandonados en medio del mar en una tormenta terrible sin poder navegar ni saber dónde estaban independientemente si era de día o de noche. Lucas describe el consenso de los marineros, soldados y prisioneros quienes aceptaban su aparente destino y estaban resignados a morir en esta tormenta.
Exhortación de Pablo
21Cuando habían pasado muchos días sin comer, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: Amigos, debierais haberme hecho caso y no haber zarpado de Creta, evitando así este perjuicio y pérdida. 22Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre vosotros, sino solo
- ¿Cuál es tu emoción "favorita" cuando enfrentas problemas o peligro? ¿Qué puedes aprender de enfrentar problemas o peligro de la vida de Pablo?
- Describe una instancia de tu pasado donde crees que Dios te usó. ¿Qué talento o recurso tienes que todavía no has ofrecido a Dios para que lo use? ¿Cómo crees que te usaría hoy día si lo permitieras?