Salmos de la naturaleza

Reseña: La mayor parte de los salmos son ejemplos de poesía lírica. Los 150 salmos contenidos en el Libro de los Salmos tratan diversos temas. Pueden agruparse en nueve categorías generales.

En el capítulo anterior estudiamos los salmos sapienciales y los tres subtipos de esta categoría: de experiencia (como proverbios, llamados meditativos, "maskil"), de carácter (respuesta a la pregunta: "¿Cómo debe vivir el justo?"), y de ética (responder a la pregunta "¿Por qué?" o "¿Qué es lo correcto?").

Hay muchos salmos que comentan la grandeza de Dios como creador de todas las cosas y los majestuosos resultados de Su obra. Estos se conocen como salmos de la naturaleza.

para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque Él hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
- Mateo 5:45

La Biblia declara que Dios obra en favor del hombre a través de las cosas que Él ha creado. En Génesis 2:2-3 dice que Dios "descansó" de toda Su obra, lo cual no significa que Él se detuvo por completo, sino que Él completó Su inicial actividad creativa. Desde entonces, aun así, continúa bendiciendo al hombre a través de lo que Él ya ha hecho.

En Colosenses 1:16, Pablo dice que todo fue creado por Dios por medio de Cristo, y en el versículo 17 dice asimismo que todo es continuamente "mantenido unido" por Él. Lo que significa que Dios conserva una involucración activa presente en el mantenimiento del universo y de la vida dentro de él. Si Dios mantiene activamente la creación a través de Cristo, entonces nuestras oraciones por mantener o la recuperación de la salud, por la protección y la bendición, por el alimento y otras necesidades, no son vanas sino que están alineadas perfectamente con un Dios que controla todo en el universo y que escucha las oraciones.

Esta es la diferencia entre la divina providencia (Dios obrando dentro del contexto y a través de Su creación) y los milagros (Dios obrando al margen de las normas de Su creación). Los salmos de la Naturaleza celebran la realidad de la creación de Dios y Su continua actividad dentro de ella.

Salmo 8

El salmista comenta acerca de la grandeza de Dios, tal como es manifestada a través de Su creación y en el hombre. Presenta estas dos manifestaciones de la gloria de Dios en los versículos 1-2.

¡Oh Señor, Señor nuestro,
cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra,
que has desplegado tu gloria sobre los cielos!
- Salmos 8:1

Las dos palabras "Señor" no significan lo mismo en hebreo. El primer "Señor" significa Jehová, el nombre de Dios (Yo Soy). El segundo "Señor" significa señorío soberano. El carácter excelente del Señor es testimoniado por los cielos así como por la creación. Ver la belleza de la creación es ver la grandeza de Dios.

Por boca de los infantes y de los niños de pecho has establecido tu fortaleza,
por causa de tus adversarios,
para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
- Salmos 8:2

El segundo testimonio de la gloria de Dios se halla en el estado humilde del hombre, especialmente cuando, de niño, reconoce y aprecia la obra de Dios. La sencillez de comprensión de un niño acerca de la obra creativa de de Dios tiene el poder de silenciar a los incrédulos, a los burladores y a los que se oponen a la revelación. Este fenómeno se ve en Mateo 21:15-16 cuando Jesús se refiere a esta idea después de que los niños que fueron testigos de Su entrada en Jerusalén, comienzan a alabarLe.

¹⁵Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y que decían: ¡Hosanna al Hijo de David!, se indignaron ¹⁶y le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Y Jesús les respondió: Sí, ¿nunca habéis leído: «De la boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza»?

El autor del salmo retorna ahora para ampliar la idea de la gloria de Dios vista desde el universo. Se hace para establecer una base para futuras referencias a la posición del hombre más adelante.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que tú has establecido,
- Salmos 8:3

Aquí, reafirma que los cielos, todos ellos, son el resultado directo de la creación consciente de Dios (nótese el uso de paralelismo sinónimo).

Ahora el autor vuelve para ampliar la idea sobre la creación del hombre y cómo después de la creación de los cielos magestuosos, Dios juzgó que ese hombre, que parece tan pequeño e insignificante en comparación, debería ser la corona de Su creación. En esto el autor ve cuán glorioso es Dios, en verdad.

digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes,
y el hijo del hombre para que lo cuides?
- Salmos 8:4

Cuando el autor ve la luna y las estrellas y el poder de la naturaleza, y luego mira al hombre, se pregunta en voz alta por qué Dios tiene un lugar constante en Su mente para él. El hombre es tan pequeño y, aun así, Dios cuida constantemente de él. ¿Por qué?

¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles,
y lo coronas de gloria y majestad!
- Salmos 8:5

David responde a su propia pregunta: la grandeza del hombre se encuentra en el hecho de que, en comparación con todo el resto de la naturaleza, Dios hizo al hombre a su semejanza más que cualquier otra criatura grande o pequeña. El valor del hombre no está en el tamaño, la fuerza o el poder, sino en su semejanza con Dios. Ninguna otra cosa de la creación (ya sea en los cielos o aquí en la tierra) guarda esta posición. Esta es la gloria y el honor del hombre.

⁶Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos;
todo lo has puesto bajo sus pies:
⁷ovejas y bueyes, todos ellos,
y también las bestias del campo,
⁸las aves de los cielos y los peces del mar,
cuanto atraviesa las sendas de los mares.
⁹¡Oh Señor, Señor nuestro,
cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!
- Salmos 8:6-9

La gloria y el honor del hombre son atestiguados por el hecho de que él es el cabeza de toda la creación. Es el más frágil de la creación, pero gobierna por encima de todo. Nótese, no para explotar la creación en su propio interés, sino con el fin de administrar la creación para la gloria de Dios.

Esta sumisión total se manifestará finalmente cuando Cristo venga (1 Corintios 15:27-28). Para el autor, esta es una paradoja maravillosa (que la creación fantástica y poderosa que glorifica a Dios está en sujeción a su miembro más frágil, en quien reside la imagen de Dios). Este contraste es, en sí mismo, un motivo para alabar la sabiduría y la grandeza de Dios, y lo hace en el versículo 9.

Téngase en cuenta aquí varias cosas interesantes en torno a la construcción de este salmo:

• Paralelismo de sinónimos en el versículo 6.
• Paralelismo sintético en los versículos 7 y 8 (línea que completa los anteriores).
• Los versículos 1 y 9 son similares (estribillo en una canción).
• Equilibrio perfecto de ideas: alabanza en los versículos 1-2, creación en el versículo 3, hombre en los versículos 4-5, creación y hombre en los versículos 6-8, alabanza en el versículo 9.

Salmo 19

¹Los cielos proclaman la gloria de Dios,
y la expansión anuncia la obra de sus manos.
²Un día transmite el mensaje al otro día,
y una noche a la otra noche revela sabiduría.
³No hay mensaje, no hay palabras;
no se oye su voz.
⁴Mas por toda la tierra salió su voz,
y hasta los confines del mundo sus palabras.
En ellos puso una tienda para el sol,
⁵y este, como un esposo que sale de su alcoba,
se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera.
⁶De un extremo de los cielos es su salida,
y su curso hasta el otro extremo de ellos;
y nada hay que se esconda de su calor.
⁷La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma;
el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo.
⁸Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón;
el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos.
⁹El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre;
los juicios del Señor son verdaderos, todos ellos justos;
¹⁰deseables más que el oro; sí, más que mucho oro fino,
más dulces que la miel y que el destilar del panal.
¹¹Además, tu siervo es amonestado por ellos;
en guardarlos hay gran recompensa.
¹²¿Quién puede discernir sus propios errores?
Absuélveme de los que me son ocultos.
¹³Guarda también a tu siervo de pecados de soberbia;
que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro,
y seré absuelto de gran transgresión.
¹⁴Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
oh Señor, roca mía y redentor mío.
- Salmos 19

Este es un salmo interesante porque muestra dos categorías de Salmos en un solo poema: un salmo de la Naturaleza en versículos 1-6, y un Salmo de la Palabra en los versículos 7-14. El autor equilibra dos ideas en este poema para referirse a un tema.

En los versículos 1-6 muestra que el hombre puede adquirir conocimiento de Dios a través del universo físico y usa un estilo de salmo de la naturaleza para expresarlo.

En los versículos 7-14 concluye que el hombre también puede adquirir conocimiento de Dios por medio de la instrucción en la Ley, y usa aquí un salmo del tipo la Palabra. La idea es que uno puede saber acerca de Dios a través del reino físico o de la moral; y que sin la luz del sol o la luz de la revelación espiritual, toda vida fracasaría.

Los cielos proclaman la gloria de Dios,
y la expansión anuncia la obra de sus manos.
- Salmos 19:1

Aquí personifica los cielos como alguien que está, por su mera presencia, llevando a cabo una declaración acerca de la gloria y poder de Dios. Hoy en día somos capaces de contar y medir las estrellas y, por tanto, nuestro conocimiento sólo magnifica esta declaración (las matemáticas de los Judíos, por aquellos tiempos, no servían para contar hasta donde alcanzamos hoy).

Un día transmite el mensaje al otro día,
y una noche a la otra noche revela sabiduría.
- Salmos 19:2

Esta declaración de gloria continúa desde el día hasta la noche y se prolonga al día siguiente, ya que cada serie de lunas y estrellas es seguida por el gran sol, que continúa esta declaración sin cesar (nótese el paralelismo sintético).

³No hay mensaje, no hay palabras;
no se oye su voz.
⁴Mas por toda la tierra salió su voz,
y hasta los confines del mundo sus palabras.
- Salmos 19:3-4b

Los cuerpos celestes no expresan palabras ni hacen tipo alguno de ruido que podamos escuchar, pero su testimonio es universal, todos los ven y el mensaje es el mismo en todos los idiomas.

En ellos puso una tienda para el sol,
⁵y este, como un esposo que sale de su alcoba,
se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera.
⁶De un extremo de los cielos es su salida,
y su curso hasta el otro extremo de ellos;
y nada hay que se esconda de su calor.
- Salmos 4c-6

El más grande testimonio es el sol, que el autor describe como un novio en su brillantez y belleza. El sol no está para ser adorado, sino más bien para dar testimonio majestuoso, cada día mientras cruza el cielo (la tienda), de la presencia y el poder de Dios, visible y necesario para toda criatura.

Este pensamiento acerca de la luz del sol sirve de puente al siguiente pasaje, donde el autor describe la luz que proviene de las Escrituras.

Resumen y lecciones

Los salmos de la naturaleza, por lo general, apuntan a la creación como un todo o parte de ella, como testimonio de la sabiduría, la grandeza y el poder de Dios. Estos salmos son fuentes excelentes porque:

• Son ejemplos de alabanza por la creación de Dios.
• Son pasajes de las Escrituras útiles para demostrar y confirmar la idea de creación (es así como este mundo llegó a ser) y la obra continua de Dios dentro de la creación (es necesario orar por las buenas cosechas, por la lluvia, por la protección, etc. El mundo no está solo, ni en piloto automático).
• Son recordatorios bíblicos de que la creación fue hecha por dos motivos principales:
  1. Para ser testimonio de la gloria de Dios (por eso hay billones de estrellas).
  2. Para ser testimonio de lo que Dios ha hecho para sostener la vida física y el bienestar del hombre.

Tras la caída del hombre, la creación dejó de ser un testimonio. Los efectos físicos negativos del diluvio universal en la tierra durante el tiempo de Noé y la mala administración del medio ambiente por parte del hombre han disminuido la gloria original de la creación de Dios. Aun así, todavía podemos ver la presencia de Dios en el despliegue majestuoso de los cielos, y en la revelación de Jesucristo como Hijo de Dios, que ha devenido para nosotros el nuevo testigo, no sólo del poder de Dios, sino también de Su propósito eterno.