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Nombres y misión de los Apóstoles

Discurso #2

Mateo enumera los nombres de los elegidos por Jesús para ser sus mensajeros especiales, y repasa las instrucciones y advertencias que Jesús les da antes de enviarlos a su primera misión en solitario.
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Como hemos mencionado en capítulos anteriores, el evangelio de Mateo está dividido en una serie de seis narrativas y cinco discursos. Hay una descripción de actividades (la narrativa) seguida por una sección de enseñanza directa (el discurso).

En el capítulo cinco miramos la segunda narrativa en la cual Mateo describió una serie de milagros de Jesús y Sus respuestas a las personas que lo estaban cuestionando. Al final de esta sección vimos unos versículos mostrando que Jesús oraba que las personas respondieran a su llamado al discipulado para ir a recoger la cosecha de almas. (El llamado de seguir a Jesús es el llamado a seguirlo en la cosecha de almas.)

Esta sección (9:35-38) sirve como un puente hacia el próximo discurso en el cual Jesús elige e instruye a Sus discípulos en el rol del apostolado (mensajeros) hacia las ovejas perdidas de Israel.

Otorgamiento de poder - capítulo 10

1Entonces llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.

Mateo asume que sus lectores conocen los doce discípulos especiales de Jesús (tuvo muchos discípulos y mandó con poder a más que los doce, ej. Lucas 10:4-17). Sin embargo esta sección trata específicamente de los doce que mandó quienes serían elegidos para ser los Apóstoles.

Jesús les otorga autoridad. El término denota tanto poder como el derecho de usarlo. Es otra demostración de la deidad de Jesús como Él que tiene la habilidad de entregar poder espiritual a otro. El poder es sobre tanto el reino espiritual (echar demonios) como el reino físico (sanar enfermedades).

Los nombres de los Apóstoles

2Y los nombres de los doce apóstoles son estos: primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; y Jacobo, el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo, el hijo de Alfeo, y Tadeo; 4Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que también le entregó.

El término apóstol significa más que un mero siervo enviado a entregar un mensaje; denota un representante o legado empoderado quien actúa en nombre de su señor o rey. A veces se usa la palabra para referirse a aquellos quienes ayudaron a los apóstoles (Bernabé), pero cuando se menciona los "doce Apóstoles" la Biblia se refiere a esos mensajeros especiales mediante quienes:

  1. Se produjeron los registros de testigos oculares de la vida, muerte, y resurrección de Jesús.
  2. Se estableció la iglesia.
  3. Se registraron o confirmaron las instrucciones y enseñanzas de Jesús para generaciones futuras.

Había 14 en total. Judas fue reemplazado por Matías y Pablo fue llamado a ser apóstol para los gentiles. Jamás habrá otros.

  • La lista se agrupa en parejas (Pedro siempre se menciona primero y Judas siempre de último).
  • Usa el nombre judío de Pedro (Simón).
  • Andrés, el hermano de Pedro se menciona con él.
  • Santiago y Juan son otro par de hermanos.
  • Felipe y Bartolomé (Natanael).
  • Tomás (el que dudó) y Mateo (recaudador de impuestos).
  • El otro Santiago y Tadeo (Lebeus/Judas son sus otros nombres).
  • El otro Simón (de Canaán y miembro de la secta de los zelotes, Pedro era de Galilea).
  • Judas de último, Iscariote significa hombre de Queriot su pueblo natal en Judea. Designado como el traidor.

Algunos nombres se encuentran en otras listas con ciertos cambios pero Pedro siempre se menciona primero y Judas siempre de último.

Instrucciones sobre su misión

Estas instrucciones corresponden a su misión inmediata en Galilea, pero también a una vista panorámica de su misión en el mundo, cómo sería recibida y sus propias reacciones a la respuesta de quienes recibirían el evangelio por medio de ellos.

El ministerio hacia Israel

Jesús empieza al darles instrucciones sobre su ministerio inmediato hacia los judíos.

Vaya solo a los judíos, no a los gentiles ni a los samaritanos

5A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: No vayáis por el camino de los gentiles, y no entréis en ninguna ciudad de los samaritanos. 6Sino id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

El evangelio y el reino fueron establecidos primero entre los judíos y después se extendió a todas partes de mundo (Hechos 1:8; Romanos 1:16). Esto se basaba en la profecía y la promesa que Dios dio a los judíos.

Anuncien que el reino de los cielos se ha acercado

7Y cuando vayáis, predicad diciendo: «El reino de los cielos se ha acercado».

Este debía ser el tema de su proclamación. La idea era que el reino de gracia y poder y las promesas que Dios les dio en el Antiguo Testamento estaban por cumplirse. Jesús continuó con el mensaje de Juan el Bautista porque todavía no había sufrido en la cruz ni había resucitado.

Poder para obrar milagros

8Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

Sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, echar a los demonios: recibieron estas habilidades gratuitamente y debían usarlos para el beneficio de las personas también gratuitamente para confirmar con poder el mensaje que predicaban.

Qué llevar y qué no llevar

9No os proveáis de oro, ni de plata, ni de cobre para llevar en vuestros cintos, 10ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias, ni de bordón; porque el obrero es digno de su sostén.

No debían llevar dinero, equipaje, ropa extra, zapatos o bastón. Debían ir tal cual eran. Jesús les manda con lo mínimo para cubrir las necesidades físicas y les asegura que como Sus obreros, Él les proveerá en el camino.

El modo operandi

11Y en cualquier ciudad o aldea donde entréis, averiguad quién es digno en ella, y quedaos allí hasta que os marchéis. 12Al entrar en la casa, dadle vuestro saludo de paz. 13Y si la casa es digna, que vuestro saludo de paz venga sobre ella; pero si no es digna, que vuestro saludo de paz se vuelva a vosotros. 14Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies. 15En verdad os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad.

Deben predicar y hacer sus obras (vs. 7), determinando según la recepción quién estaría dispuesto recibirlos. Cuando se les ofrece un alojamiento deben quedarse allí hasta salir de ese pueblo (sin mendigar ni cambiarse de casa en casa buscando mejores condiciones; vs. 11).

Cuando entran en una casa deben ofrecer un saludo de paz y si los anfitriones son receptivos hacia Cristo, esta bendición permanecerá con la casa, si no lo son cuando los apóstoles salen la bendición saldrá con ellos (vv.12-13). Si esto ocurre deben salir y como señal de que han estado allí y fueron rechazados, deben sacudir el polvo de sus sandalias para demostrar el rechazo que habían sufrido. Habían estado allí, en sus casas con el evangelio, pero fueron rechazados así que quienes rechazaron a Cristo fueron sacudidos de la misma manera que el polvo de las sandalias. Jesús les recuerda del juicio que está reservado para quienes rechazan su mensaje (vs. 15).

Advertencia en cuanto a la recepción de las personas

Aquí Jesús les advierte de la respuesta que recibirán no solo de los judíos sino también de todos los que escucharán el evangelio después de que Él ya no esté.

Las personas no recibirán el mensaje con alegría

16Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas. 17Pero cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; 18y hasta seréis llevados delante de gobernadores y reyes por mi causa, como un testimonio a ellos y a los gentiles.

Jesús les describe la naturaleza verdadera del mundo (ovejas y lobos) y que necesitan ser inocentes pero sabios a la vez. En algunos casos presentarán el evangelio ante cortes bajos (de los judíos) o cortes altos (de gobernadores/reyes) y así incluso los líderes escucharán y examinarán el mensaje de Cristo.

Jesús les proveerá en su hora de prueba

19Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué hablaréis; porque a esa hora se os dará lo que habréis de hablar. 20Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

No está prometiendo que les protegerá del encarcelamiento, la tortura o incluso la muerte (que por cierto todos sufrieron). Promete inspirarlos en su proclamación y defensa del evangelio mediante el Espíritu Santo en el momento que lo necesiten. Pueda que sean perseguidos pero no estarán confundidos o equivocados a causa de la persecución.

Los resultados de su predicación

21Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte. 22Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. 23Pero cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque en verdad os digo: no terminaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.

El evangelio traerá división entre familias. Serán perseguidos a causa de Cristo, del mensaje que llevan y los resultados que tal mensaje traerá. Solo quienes perseveran serán salvos. No es el llamamiento al apostolado lo que les salva sino su fidelidad hasta el final, a pesar de la persecución. Jesús profetiza que la destrucción de la nación judía (70 d.C./Roma) ocurrirá en todo pueblo. (El título "Hijo del Hombre" a menudo se refiere al juicio y específicamente al juicio sobre los judíos).

Instrucciones en cómo deben responder a la reacción de las personas al evangelio

No se sorprendan

24Un discípulo no está por encima del maestro, ni un siervo por encima de su señor. 25Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!

No se sorprendan si les tratan como Me tratan a Mí. Lo acusaron de ser el diablo, imagínese lo que dirán de Sus seguidores.

No teman

26Así que no les temáis, porque nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse. 27Lo que os digo en la oscuridad, habladlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 28Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno. 29¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo vuestro Padre. 30Y hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. 31Así que no temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos. 32Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

No teman el fracaso, todo lo secreto ahora (sus planes y tu evangelio) será revelado y al descubierto algún día (vv. 26, 27). No teman la muerte, puedan matar sus cuerpos pero no pueden destruir sus almas que son preciosas a los ojos del Padre (vv. 28-31). No teman el equivocarse, quienes confiesan a Cristo están del lado de Dios, quienes niegan a Cristo están en contra de Dios (vv. 32-33).

Comentario sobre las razones por la respuesta negativa al evangelio

El evangelio causa división no unión

34No penséis que vine a traer paz a la tierra; no vine a traer paz, sino espada. 35Porque vine a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 36y los enemigos del hombre serán los de su misma casa.

El evangelio trae paz entre Dios y el hombre, y promueve la paz entre hermanos, pero crea una división natural entre quienes lo aceptan y quienes lo rechazan.

El evangelio requiere de una lealtad total

37El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí. 38Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará.

Una lealtad que pone a Cristo por encima de la más apreciada relación física, incluso por encima de la supervivencia si fuese necesario.

Jesús explica que la respuesta negativa que recibirán no debería sorprenderlos ni asustarlos porque es natural. El evangelio es exclusivo y demanda un compromiso total de quienes lo aceptan. Es esta naturaleza exclusiva que causa división entre naciones, familias e incluso individuos quienes deben luchar con la pregunta, "¿Abandonaré todo, incluso a mí mismo, por seguir a Jesús?" (El cristianismo es exclusivo en el sentido de que Jesucristo y la obediencia a Él es el único camino por el que uno puede ser salvo).

La promesa a quienes responden

40El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justo. 42Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque solo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa.

Jesús promete una recompensa a quienes no solo reciben el mensaje de Cristo por medio de los apóstoles, sino que también hagan cualquier bien a otro (incluso el gesto más pequeño como lo es el ofrecer agua) en el nombre de Jesús. Dice que incluso estos se consideran en la cadena de fe y bendiciones futuras que comienzan con Dios mediante Cristo, continúa por medio de los apóstoles para entonces llegar a todo quien cree. (No solo para quienes respondieron directamente a los apóstoles sino a todo quien responde a su mensaje.)

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