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De la Pascua a la Comunión

Narrativa #6

En la última lección de esta serie, Mike repasará los principales acontecimientos de la "Pasión" de Jesús y se centrará en la historia de la Pascua judía y su transición a la comida conmemorativa que celebran los cristianos de todo el mundo.
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Jesús ha terminado Su ministerio público, ha acusado a los fariseos por su incredulidad e hipocresía, ha pronunciado juicio sobre la nación y profetizado la destrucción de ella y Su propio retorno al final del mundo. Ahora se retira para estar con Sus discípulos en las últimas horas antes de que lo tomen, enjuicien, crucifiquen y finalmente resucite de la muerte.

Mateo continúa contando la historia en esta última narrativa, siempre teniendo cuidado para demostrar cómo todas las características de la vida de Cristo concuerdan con las profecías en las escrituras del Antiguo Testamento sobre la vida y muerte del Mesías (recuerda, Mateo quiere mostrar que Jesús es el Mesías de acuerdo con la Palabra. Esto era importante para los judíos.)

Bosquejo de resumen

Como hemos visto en el evangelio de Mateo hay cierto orden y una secuencia en la manera que expone su materia:

Narrativas:

  • Un contar ordenado de los eventos que sucedieron en la vida y el ministerio de Jesús.
  • Hay dialogo, ciertamente, pero usa las secciones narrativas para avanzar la trama de la historia.

Discursos:

  • Las narrativas están seguidas por los discursos donde Mateo registra las varias enseñanzas y conversaciones que tuvo Jesús tanto con Sus seguidores como con Sus enemigos.

He demostrado que el evangelio de Mateo tiene seis narrativas y cinco discursos. En este último capítulo analizaremos una parte clave de Su sexta y última narrativa: la última cena. Antes de hacer eso, repasemos brevemente los eventos principales descritos por Mateo en su sexta narrativa.

Bosquejo de la sexta narrativa

  1. Las últimas horas con Sus apóstoles (26:1-56)
    1. La unción y la traición de Judas.
    2. La cena de la Pascua y la instauración de la Cena del Señor/La Comunión.
    3. El momento de oración y Su arresto en el Huerto de Getsemaní.
  2. Los dos juicios (26:57-27:31)
    1. El juicio ante el Sumo Sacerdote judío, Caifás.
    2. El juicio ante Pilato.
  3. La crucifixión y entierro (27:33-56)
  4. La resurrección y comisión (28:1-20)

Estamos familiarizados con estos eventos, pero como es el último capítulo quiero enfocarnos en un evento en particular en esta última narrativa, la cena de la Pascua y la instauración de la Cena del Señor.

Creo que todos conocemos bien la historia de la muerte y resurrección de Jesús y de la gran comisión que dio a Sus apóstoles para ir y hacer discípulos de todas las naciones. Sin embargo, la Cena del Señor es algo que practicamos hoy día, y me gustaría analizar cómo y por qué empezó.

La historia de la Pascua

El origen de la cena de la Pascua - Éxodo 12

La historia de la Pascua empieza en Éxodo 12. La nación judía había vivido 400 años en Egipto. Para finales de ese tiempo habían sido esclavizados por un faraón cruel quien temía que por su gran número tomarían su nación.

Durante este tiempo Dios apareció a Moisés y le encargó sacar al pueblo judío de la esclavitud egipcia y restablecerlos en una tierra que fue prometida a sus ancestros siglos atrás. Cuando Moisés se presentó ante el faraón para pedir la liberación de sus compatriotas el rey rehusó y los oprimió aún más. En respuesta a esto, Dios mandó muchas plagas como castigo a los egipcios por no haber liberado a los judíos, pero el rey fue testarudo y se negó a ceder ante la voluntad de Dios.

La décima y última plaga que eventualmente obligaría al faraón a ceder fue un ángel que fue mandado a matar al primogénito de cada ser humano y animal egipcio, pero no tocó a los hijos o animales judíos. Esta protección del pueblo judío se basó en su obediencia meticulosa en la noche cuando pasó por la tierra el ángel de la muerte. Moisés explica esto en el libro de Éxodo capítulo 12:1-13.

Fiel a la palabra de Dios, en aquella noche funesta el ángel de la muerte pasó por cada hogar y campo tomando el hijo y animal primogénito para horror del faraón y su pueblo, pero ni una sola persona judía o animal que pertenecía a ellos sufrió daño.

Completamente derrotado y atemorizado, el rey libera los judíos y Moisés los saca del país donde habían habitado por cuatro siglos.

En los siguientes pasajes Moisés recuenta cómo debían recordar este gran momento en la historia de los judíos con una cena especial celebrado anualmente (Éxodo 12:23-28).

En la primavera cada año por los próximos 1400 años los judíos celebraron la Pascua. Siete días antes de la cena misma se aseguraban de que no hubiese ni un rasgo de levadura en sus casas, ya que esta simbolizaba lo mundano y el deterioro y la Pascua era para renovar su sentido de pureza y dedicación al Señor quien había salvado a su nación con grandes prodigios.

En este dibujo podemos ver cómo era una cena típica de Pascua, una mesa con los elementos que estarían presentes cuando Jesús, un buen judío, y Sus apóstoles (todos judíos) se habrían reunido para participar de la última cena de Pascua que comerían juntos.

Cada elemento tenía un significado, una historia y una función en su cultura:

La mesa baja y los cojines:

· Hay una pintura famosa hecha por Leonardo Da Vinci de la Última Cena que muestra a Jesús y los apóstoles sentados en sillas, con Jesús al medio de ellos, y los apóstoles a cada lado de Él. De acuerdo con la costumbre oriental de esa época este retrato es incorrecto.

  • La mesa tenía la forma de la letra U, era baja y los hombres (los hombres comían separados de las mujeres) se reclinaban en cojines. Todos se sentaban del mismo lado para permitir que le sirvieran del otro lado de la mesa.
  • La primera posición a la derecha se reservaba para el anfitrión, a su izquierda se sentaba el invitado de honor o el líder (el anfitrión se sentaba en el primer lugar para poder proteger y servir al invitado de honor). A la izquierda del honrado se sentaban los demás en orden de importancia y relación con el invitado de honor.
  • Los evangelios nos indican que Juan estaba al lado de Jesús ya que reclinaba su cabeza en el pecho de Jesús (Juan 13:23) así que debe haber estado sentado a la izquierda de Jesús con Pedro a la derecha sirviendo de anfitrión y líder de los apóstoles.
  • En Lucas 22:8 aprendemos que Pedro y Juan fueron mandados a preparar la cena y más tarde había una discusión entre todos ellos sobre quien era el más importante. Al parecer Juan y Pedro habían tomado los mejores lugares uno a cada lado del Señor, dejando a Judas de último y así causando celos y discusiones entre los demás.
  • Una teoría interesante es que después de esta discusión y las quejas, Pedro impulsivamente como solía ser, cambió de puesto con Judas para apaciguar las cosas. Esto explicaría dos cosas:
    • Cómo Jesús pudo pasarle el pan a Judas para mostrar quién le iba a traicionar (debe haber estado sentado a su lado para poder pasárselo, Juan 13:26).
    • Por qué Pedro fue el último en el lavado de pies. Habría estado sentado en la posición más lejos (Juan 13:6).

La comida y bebida:

  • Ha habido muchas adiciones a la cena de Pascua original que se celebró la primera vez en Egipto. En ese momento los judíos comieron la carne de un cordero, representando el sacrificio hecho para salvarlos, y el pan sin levadura como símbolo de su apuro en salir de la tierra de Egipto junto con hierbas amargas como un recordatorio de su experiencia amarga.
  • Para los tiempos de Jesús habían agregado varios elementos a la cena:
    • Todavía comían la carne, el pan sin levadura, y las "hierbas amargas".
    • También compartían vino (cuatro vasos en la época de Jesús), que representaba la buena vida y las bendiciones que disfrutaban en la Tierra Prometida. Cada copa simbolizaba algo en particular: la santificación, el regocijo, la redención y el agradecimiento.
    • Sabemos que para la Pascua no se permitía tener levadura o cualquier fermentación en la casa así que tomaban vino nuevo o jugo de uva, que tenía poco o nada de alcohol.
  • En tiempos posteriores los judíos añadieron otros elementos a la cena para simbolizar la importancia de la religión judía, pero la cena que compartieron Jesús y los apóstoles tenía estos elementos básicos.

El orden de la cena:

  • Bajo circunstancias normales el padre o la cabeza del hogar presidía sobre la cena. Él tomaría la copa y ofrecería una bendición, y los demás lo seguirían. Tomaría el pan para meterlo en las hierbas amargas y comerlo, y los demás harían lo mismo después de él.
  • Continuarían comiendo y bebiendo y ofreciendo bendiciones hasta consumir por completo la comida y las cuatro copas de bendición.
  • Durante este proceso, en una familia común, uno de los niños le preguntaría al padre el significado de la cena, y entonces el padre contaría una vez más la gran historia de la redención de la nación judía de la esclavitud egipcia por la mano poderosa de Dios.

Este era el orden y la naturaleza de la cena que Jesús compartía con Sus discípulos cuando ocurrieron tres cosas extraordinarias (Mateo cuenta dos de estas y Juan la otra).

La lección de la toalla

5Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida. 6Entonces llegó a Simón Pedro. Este le dijo: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies? 7Jesús respondió, y le dijo: Ahora tú no comprendes lo que yo hago, pero lo entenderás después. 8Pedro le contestó: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo. 9Simón Pedro le dijo: Señor, entonces no solo los pies, sino también las manos y la cabeza. 10Jesús le dijo: El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no todos.
- Juan 13:5-10

De acuerdo con las costumbres de aquellos tiempos, el dueño de la casa había dejado un recipiente, una toalla y un jarro de agua para que los invitados pudiesen lavarse los pies antes de entrar a la sala para la cena. Bajo circunstancias normales un esclavo o la persona más joven haría esto como una cortesía para los invitados de su amo quienes, siendo limpios y refrescados después de una larga caminata por los caminos de tierra, solo necesitaba sacar el polvo de sus pies.

Mencioné anteriormente que Pedro y Juan habían tomado los puestos de honor a los lados de Jesús y que probablemente por esta razón, había surgido una discusión sobre la importancia de cada uno de los apóstoles. Esta actitud explica por qué no se había lavado los pies de nadie una vez comenzada la cena. Cada apóstol había entrado, había visto el agua y la toalla pero se había negado a bajarse a lavar sus propios pies, y menos los pies de alguien más. Eran los apóstoles "elegidos", hombres importantes, ciertamente demasiados importantes para hacer esta tarea tan humilde.

Jesús, conociendo la naturaleza divisiva y destructiva de la arrogancia, resuelve este problema al humillarse ante los apóstoles para enseñarles que la naturaleza verdadera del discipulado es el servicio, no una posición. Esta era la lección de la toalla.

Hoy día no lavamos pies porque ya no es una señal de cortesía y hospitalidad, y con los zapatos modernos no es necesario. Sin embargo, sí nos humillamos en servicio mutuo al Señor. Esto se hace, por supuesto, de muchas maneras y en muchas situaciones al ofrecer nuestro tiempo, talento y recursos en servicio a la iglesia.

La revelación del discípulo falso

20Al atardecer, estaba Él sentado a la mesa con los doce discípulos. 21Y mientras comían, dijo: En verdad os digo que uno de vosotros me entregará. 22Y ellos, profundamente entristecidos, comenzaron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor? 23Respondiendo Él, dijo: El que metió la mano conmigo en el plato, ese me entregará. 24El Hijo del Hombre se va, según está escrito de Él; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido. 25Y respondiendo Judas, el que le iba a entregar, dijo: ¿Acaso soy yo, Rabí? Y Él le dijo: Tú lo has dicho.
- Mateo 26:20-25

Después del lavado de pies, la cena continúa de forma normal salvo el silencio incómodo por el acto humilde de Jesús.

Es en este momento que el Señor revela que hay un traidor entre ellos. Querían morirse de vergüenza al oír esto e inmediatamente empiezan a hacerle preguntas a Jesús. Marcos 14:18-31 nos dice que cada uno le pregunta si acaso ellos eran, y Jesús no les responde. Lucas 22:23 dice que susurraban entre ellos preguntando quién sería el traidor. Mateo, en el pasaje que acabamos de ver, explica que Judas le preguntó directamente a Jesús y el Señor respondió, "Tú lo has dicho" que es la manera hebrea de decir, "lo que dices es lo que eres."

Juan, sentado al lado de Jesús, es quien nos dice que después de que Jesús lo revela, Judas sale y busca a los oficiales judíos para ofrecer su ayuda en traicionar a Jesús por treinta piezas de plata. Después de su salida el grupo continúa con la cena de la Pascua, pudiendo realmente disfrutarla ya que Jesús ha sacado la última levadura de impureza al despedir a Judas de entre ellos.

La salida de Judas prepara la escena para el tercer evento importante de su juntada esa noche.

La institución de la Cena del Señor

26Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. 29Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
- Mateo 26:26-29

Se están acercando al final de la cena faltando solamente una copa de bendición y un pedazo de pan sin levadura por compartir. En este momento Jesús cambia la dirección y el significado de la cena del pasado al futuro.

El pan sin levadura ya no representará la santidad y pureza que debe tener el pueblo, sino ahora representará Su cuerpo santo y puro entregado por ellos como un sacrificio para el pecado. El fruto de la vid ya no representará las bendiciones y la abundancia de la Tierra Prometida, sino será símbolo de Su sangre, Su vida, dada libremente para traer la bendición del perdón a todo hombre. Ya no habrá que sacrificar un cordero para comer como recordatorio porque el perfecto "Cordero de Dios" será ofrecido una vez por todas y será un sacrificio aceptable para todo hombre y para siempre. Ya no comerán hierbas amargas como recordatorio del sufrimiento porque el recuerdo del sufrimiento de Cristo será eclipsado por Su gloriosa resurrección. Nadie tendrá que preguntar qué significan estas cosas cada año en esta época porque las buenas nuevas será predicada cada día y a toda hora hasta que Él vuelva.

Esta es la última Pascua de Jesús, pero también será la última para los apóstoles porque desde ahora en adelante, y para todo discípulo que viene después de ellos, recordarán esta noche y compartirán el pan y el vino como un recordatorio de su liberación de la esclavitud al pecado y la muerte a la gloria de la vida eterna mediante el sacrificio del cuerpo y sangre de Jesucristo el Salvador.

Conclusión - Mateo Narrativa Seis

Mateo concluirá su declaración como testigo ocular de las finales horas de Jesús, la crucifixión y resurrección. Estas son las horas más oscuras de la humanidad:

  • El Señor lucha en oración en un lugar solitario en un huerto mientras Sus apóstoles se quedan atrás durmiendo.
  • Aparece Judas para traicionar al Santo y el Cordero de la Vida es tratado como un criminal común, es condenado a morir una muerte cruel sobre una cruz romana.
  • Amaneció el alba para ver al Hijo de Dios arduamente caminando hacia el monte de Gólgota bajo la carga de los pecados del hombre en su espalda golpeada y ensangrentada.
  • Los soldados romanos, expertos en la muerte, rápidamente alzan a este judío despreciado en Su cruz entre dos criminales, satisfechos que su labor estaba casi terminada por el día.
  • La crucifixión provee entretenimiento para la multitud mientras la gente y los sacerdotes se burlan del salvador sufrido, y se escucha Su clamado al Padre, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" Poco después Mateo dice que Jesús entrega Su espíritu.
  • Solo faltaba deshacerse del cuerpo que, para su sorpresa, fue reclamado por judíos importantes, y así los guardias no tuvieron que llevar el cuerpo a la fosa común donde se enterraban todos los delincuentes.

Y así estuvo por tres días; cortado, cicatrizado, clavado y golpeado, esperando el resultado glorioso por el cual hombres y ángeles habían esperado desde el principio de los tiempos.

1Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro. 2Y he aquí, se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. 3Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura blanca como la nieve; 4y de miedo a él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. 5Y hablando el ángel, dijo a las mujeres: Vosotras, no temáis; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. 6No está aquí, porque ha resucitado, tal como dijo. Venid, ved el lugar donde yacía. 7E id pronto, y decid a sus discípulos que Él ha resucitado de entre los muertos; y he aquí, Él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. 8Y ellas, alejándose a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, corrieron a dar las noticias a sus discípulos. 9Y he aquí que Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies y le adoraron. 10Entonces Jesús les dijo: No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán.
- Mateo 28:1-10
16Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había señalado. 17Cuando le vieron, le adoraron; mas algunos dudaron. 18Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
- Mateo 28:16-20
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