¿Y ahora qué?

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Nota: La traducción de esta lección se ha realizado electrónicamente y aún no ha sido revisada.

La pregunta de la semana ha sido "¿Qué debería hacer ahora el Presidente?" Como la mayoría de ustedes sabe, no ha faltado especulación sobre este tema desde el "Beltway" en Washington hasta las mesas de cocina en todo el país. Por supuesto, esta es una pregunta imposible de responder para cualquiera porque solo un hombre puede tomar la decisión y ese es el Sr. Clinton, él mismo. Mientras tanto, sugiero que, en vista de lo que ha sucedido, deberíamos centrarnos en lo que deberíamos estar haciendo ahora que todo esto ha salido a la luz.

Debemos orar

Necesitamos la protección de Dios contra líderes moralmente débiles y aquellos que intentarían aprovecharse de esta situación.

Debemos prestar atención

La próxima vez que votemos, deberíamos examinar mejor a los candidatos que buscan un alto cargo. No deberíamos estar tan sorprendidos por este episodio ya que un patrón de este comportamiento existía mucho antes. Si no hubiéramos hecho la vista gorda ante los pecados pasados, esto no habría ocurrido.

Debemos confiar en Dios

Así dice el Señor:

Maldito el hombre que en el hombre confía,
y hace de la carne su fortaleza,
y del Señor se aparta su corazón.

- Jeremías 17:5

Los que ponen sus esperanzas en manos de las personas están destinados a decepcionarse. La próxima vez confía solo en Dios: los hombres son demasiado débiles para llevar esta carga.

Recordemos que no es el Presidente quien hace grande a este país. Son las personas que viven la confianza en Dios sobre la cual se construyó esta nación. Siempre podemos estar seguros de que Él nunca nos decepcionará.