Salmos de alabanza

Una de las características de nuestro estudio de Salmos, y que lo hace interesante, es su orientación al aprendizaje de los diversos tipos de salmos existentes. La mayoría tiene un conocimiento pasajero de ellos, por lo que tiende a pensar que todos los Salmos son de "alabanza", pero hemos visto que hay muy diversos tipos o categorías de salmos. A saber:

1. Salmos de sabiduría
2. Salmos de la naturaleza
3. Salmos de la Palabra de Dios
4. Salmos penitenciales
5. Salmos de adoración
6. Salmos de sufrimiento
7. Salmos de confianza
8. Salmos de alabanza
9. Salmos reales

Hay 21 salmos de alabanza en el libro de los Salmos. Éstos se subdividen, generalmente, en dos tipos (como se verá).

1. Salmos de alabanza tipo declarativo

Entre ellos, se encuentran los Salmos 18, 21, 30, 32, 34, 40, 41, 66, 106, 116, 138. A menudo se les llama "de acción de gracias" o Salmos "Todah" (Todah = acción de gracias en hebreo).

Los salmos declarativos de alabanza se dividen, a su vez, en otros dos grupos:

1. Elogio del individuo
2. Elogio de la comunidad

No hay gran diferencia entre ellos, más allá de la identidad -única o plural- de los que ofrecen la alabanza. Por ejemplo:

• Salmos 18:1-3 – Individual
• Salmos 66:1-4 – Plural

Los salmos declarativos de alabanza tienen los siguientes elementos:

A. Una proclamación para alabar a Dios.

Este tipo de salmo comienza con una clara intención de alabar a Dios. El salmista proclamará lo que Dios ha hecho. Tal vez haya sido hecha una promesa de alabanza en privado, mas el cumplimiento de esa promesa debe llevarse a cabo en público. Este tipo de salmo es testimonial.

¹Te ensalzaré, oh Señor, porque me has elevado,
y no has permitido que mis enemigos se rían de mí.
²Oh Señor, Dios mío,
a ti pedí auxilio y me sanaste.
- Salmos 30:1-2

¹²¿Qué daré al Señor
por todos sus beneficios para conmigo?
¹³Alzaré la copa de la salvación,
e invocaré el nombre del Señor.
¹⁴Cumpliré mis votos al Señor,
sí, en presencia de todo su pueblo.
- Salmos 116:12-14

B. Un informe de liberación.

Primero se da la alabanza (p. ej., ...alabaré...) y luego el salmista, mirando atrás, dirá lo que Dios ha hecho, Sus acciones para salvarle / liberarle. El patrón habitual es:

• Clamé a Dios.
• Escuchó mi llanto.
• Dios me sacó, me salvó.

Salmos 18:4-19 es un ejemplo de ello.

C. Alabanza o voto renovado de alabanza

Tras recitar las obras de Dios, el autor ofrece una alabanza renovada y una declaración de los muchos actos salvíficos de Dios.

⁴⁶El Señor vive, bendita sea mi roca,
y ensalzado sea el Dios de mi salvación,
⁴⁷el Dios que por mí ejecuta venganza,
y subyuga pueblos debajo de mí;
⁴⁸el que me libra de mis enemigos.
Ciertamente tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí;
me rescatas del hombre violento.
⁴⁹Por tanto, te alabaré, oh Señor, entre las naciones,
y cantaré alabanzas a tu nombre.
⁵⁰Grandes victorias da Él a su rey,
y muestra misericordia a su ungido,
a David y a su descendencia para siempre.
- Salmos 18:46-50

El cuarto elemento que encontramos en los salmos declarativos de alabanza es la instrucción.

D. Instrucción

El autor proporcionará una enseñanza o exhortación fundamentada en su experiencia con Dios. Acudamos al Salmo 138, como un ejemplo de la intención de alabar:

¹Con todo mi corazón te daré gracias;
en presencia de los dioses te cantaré alabanzas.
^2aMe postraré hacia tu santo templo,
y daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad;

Motivo de la alabanza

^2bporque has engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre.
³En el día que invoqué, me respondiste;
me hiciste valiente con fortaleza en mi alma.

Dios respondió a su oración fortaleciendo su interior, su alma, su espíritu. David no describe el peligro o el desafío que arrostró; tan sólo el hecho de que, en un momento de necesidad, Dios le proporcionó la fuerza interior para afrontar, soportar o superar lo que estaba enfrentando. El canal de esta bendición u oración correspondida era la Palabra de Dios. David alaba a Dios por haberle fortalecido para poder enfrentarse a un desafío real de este mundo, ampliando o profundizando en la comprensión de Su palabra, de algún modo.

Promesa e instrucción

⁴Todos los reyes de la tierra te alabarán, Señor,
cuando hayan oído los dichos de tu boca.
⁵Y cantarán de los caminos del Señor,
porque grande es la gloria del Señor.
⁶Porque el Señor es excelso,
y atiende al humilde,
mas al altivo conoce de lejos.

Otros (reyes) alabarán también a Dios, por Su palabra. Promete proclamar la palabra de Dios a otros, para que puedan compartir las bendiciones que provienen de conocer Su palabra. Una intuición y una enseñanza, acerca de Dios: Él eleva al humilde y rebaja a los soberbios.

Alabanza renovada

⁷Aunque yo ande en medio de la angustia, tú me vivificarás;
extenderás tu mano contra la ira de mis enemigos,
y tu diestra me salvará.
⁸El Señor cumplirá su propósito en mí;
eterna, oh Señor, es tu misericordia;
no abandones las obras de tus manos.

El autor renueva su confianza: lo que el Señor hizo por él en el pasado, puede volver a hacerlo en el futuro. En estos versos finales nos hacemos una idea de lo que provocó que el autor acudiera primeramente a Dios, en oración: la amenaza de los enemigos.

2. Salmos de alabanza de tipo descriptivo

Estos salmos son similares a los de alabanza declarativa, si bien tienen ciertos elementos que los distinguen. Se incluyen en esta categoría los Salmos 28, 36, 105, 111, 113, 117, 135, 136, 146 y 147. La principal diferencia entre estos y los salmos declarativos de alabanza es que los descriptivos contienen más información sobre la razón que se da el elogio y las cualidades de Dios que atraen la alabanza.

Los Salmos de alabanza descriptiva contienen los siguientes elementos:

A. Prólogo.

Una expresión espontánea de aleluya o alabanza.

¡Aleluya!
Daré gracias al Señor con todo mi corazón,
en la compañía de los rectos y en la congregación.
- Salmos 111:1

¡Aleluya!
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
- Salmos 113:1

B. Un llamamiento a que otros alaben.

Visto también como una llamada a la adoración.

Alabad al Señor, naciones todas;
alabadle, pueblos todos.
- Salmos 117:1

¡Aleluya!
Alabad el nombre del Señor;
Alabadle, siervos del Señor,
- Salmos 135:1

C. La causa de la alabanza.

El cuerpo principal del salmo da a conocer, habitualmente, la(s) razón(es) por las que Dios es digno de alabanza. El autor suele presentar una declaración resumida de la causa de la adoración, seguida generalmente de ejemplos. La declaración resumida se conforma normalmente de dos partes:

1. La grandeza de Dios (esto es, Señor de la creación)

²Grandes son las obras del Señor,
buscadas por todos los que se deleitan en ellas.
³Esplendor y majestad es su obra,
y su justicia permanece para siempre.
⁴Ha hecho sus maravillas para ser recordadas;
clemente y compasivo es el Señor.
⁵Ha dado alimento a los que le temen;
recordará su pacto para siempre.
⁶Ha hecho conocer a su pueblo el poder de sus obras,
al darle la heredad de las naciones.
- Salmos 111:2-6

Téngase en cuenta que el autor declara cuán maravillosas son las obras de Dios. Para, luego, pasar a enumerar algunas de ellas.

Tu misericordia, oh Señor, se extiende hasta los cielos,
tu fidelidad, hasta el firmamento.
- Salmos 36:5

⁶Tu justicia es como los montes de Dios;
tus juicios son como profundo abismo.
Tú preservas, oh Señor, al hombre y al animal.
⁷¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas.
⁸Se sacian de la abundancia de tu casa,
y les das a beber del río de tus delicias.
⁹Porque en ti está la fuente de la vida;
en tu luz vemos la luz.
- Salmos 36:6-9

El autor enumera las diversas bendiciones obtenidas por la gracia de Dios.

D. Conclusión

Una vez el autor ha enumerado las razones y ha puesto ejemplos acerca de la grandeza o gracia de Dios, renueva su llamamiento original para que sus lectores alaben a Dios.

¹Dad gracias al Señor porque Él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
²Dad gracias al Dios de dioses,
porque para siempre es su misericordia.
³Dad gracias al Señor de señores,
porque para siempre es su misericordia.
⁴Al único que hace grandes maravillas,
porque para siempre es su misericordia.
- Salmos 136:1-4

Un llamamiento a alabar a Dios, tanto por Su grandeza como por Su misericordia.

¹⁰Al que hirió a Egipto en sus primogénitos,
porque para siempre es su misericordia;
¹¹y sacó a Israel de en medio de ellos,
porque para siempre es su misericordia,
¹²con mano fuerte y brazo extendido,
porque para siempre es su misericordia.
¹³Al que dividió en dos partes el mar Rojo,
porque para siempre es su misericordia,
¹⁴e hizo pasar a Israel por en medio de él,
porque para siempre es su misericordia;
¹⁵mas a Faraón y a su ejército destruyó en el mar Rojo,
porque para siempre es su misericordia.
¹⁶Al que condujo a su pueblo por el desierto,
porque para siempre es su misericordia;
¹⁷al que hirió a grandes reyes,
porque para siempre es su misericordia;
- Salmos 136:10-17

Ejemplo de Su misericordia:

Dad gracias al Dios del cielo,
porque para siempre es su misericordia.
- Salmos 136:26

Una conclusión o llamamiento renovado a alabar a Dios. A veces, la conclusión es una exhortación general, petición o enseñanza de algún tipo.

El principio de la sabiduría es el temor del Señor;
buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
su alabanza permanece para siempre.
- Salmos 111:10

E. Epílogo

El autor a veces cierra su poema colocando, al final, la misma expresión que utilizó al comenzar el salmo.

Dad gracias al Señor porque Él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
- Salmos 136:1

Dad gracias al Dios del cielo,
porque para siempre es su misericordia.
- Salmos 136:26

Resumen

Los Salmos de alabanza celebran la grandeza y la misericordia de Dios de la siguiente manera:

1. Comienzan ofreciendo palabras de elogio o invocando a los demás a reconocer y alabar a Dios.
2. Enumeran y describen las cosas que Dios tiene, es y hará, que son signos de su grandeza y misericordia.
3. Repiten la exhortación, para que otros comiencen o continúen su alabanza a Dios.
4. Terminan con una enseñanza o palabras finales de elogio.

Salmos 135 – Ejemplo

Comienza con palabras de elogio (prólogo)

¡Aleluya!
Alabad el nombre del Señor;
Alabadle, siervos del Señor,

Estímulo para que otros alaben.

²los que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
³¡Aleluya!, porque el Señor es bueno;
cantad alabanzas a su nombre, porque es agradable.
⁴Porque el Señor ha escogido a Jacob para sí,
a Israel para posesión suya.
Ejemplos de su grandeza y misericordia:
⁵Porque yo sé que el Señor es grande,
y que nuestro Señor está sobre todos los dioses.
⁶Todo cuanto el Señor quiere, lo hace,
en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
⁷Él hace subir las nubes desde los extremos de la tierra,
hace los relámpagos para la lluvia
y saca el viento de sus depósitos.
⁸Hirió a los primogénitos de Egipto,
tanto de hombre como de animal.
⁹Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto,
sobre Faraón y todos sus siervos.
¹⁰Hirió a muchas naciones
y mató a reyes poderosos;
¹¹a Sehón, rey de los amorreos,
a Og, rey de Basán,
y a todos los reinos de Canaán;
¹²y dio sus tierras en herencia,
en herencia a Israel su pueblo.
¹³Tu nombre, Señor, es eterno;
tu memoria, Señor, por todas las generaciones.
¹⁴Porque el Señor juzgará a su pueblo,
y tendrá compasión de sus siervos.
¹⁵Los ídolos de las naciones son plata y oro,
obra de manos de hombre.
¹⁶Tienen boca, y no hablan;
tienen ojos, y no ven;
¹⁷tienen oídos, y no oyen;
tampoco hay aliento en su boca.
¹⁸Los que los hacen serán semejantes a ellos,
sí, todos los que en ellos confían.

Llamamiento renovado a alabar a Dios (epílogo):

¹⁹Oh casa de Israel, bendecid al Señor;
oh casa de Aarón, bendecid al Señor;
²⁰oh casa de Leví, bendecid al Señor;
los que teméis al Señor, bendecid al Señor.
²¹Bendito desde Sión sea el Señor,
quien mora en Jerusalén.
¡Aleluya!