Reunión familiar
En el capítulo anterior vimos la reconciliación de José y sus hermanos después de veinte años de separación y un largo y complicado plan para probar su carácter y arrepentimiento.
La Biblia también describe a Jacob (Israel) mientras sale de la tierra de su nacimiento y promesa para ir a Egipto para reunirse con su hijo y evitar la destrucción que traía la hambruna sobre la tierra. Dios se le aparece y le reitera la promesa para bendecirlo y traer de vuelta algún día a su familia. Así que la familia entera baja a Egipto y la etapa de la historia de Abraham en la tierra de Canaán se cierra por ahora.
Esto prepara la escena para el episodio final de esta historia - la reunión de Jacob con su hijo que se había perdido, y el establecimiento de la familia en Egipto.
El encuentro de Jacob y José – 46:28-34
28Y Jacob envió a Judá delante de sí a José, para indicar delante de él el camino a Gosén; y llegaron a la tierra de Gosén. 29Y José unció su carro y subió a Gosén para ir al encuentro de su padre Israel; y apenas lo vio, se echó sobre su cuello y lloró largamente sobre su cuello. 30Entonces Israel dijo a José: Ahora ya puedo morir después que he visto tu rostro y sé que todavía vives.
- Génesis 46:28-30
Ahora es Judá quien se reconoce como el líder de la familia es mandado delante para avisar a José de la llegada de la familia. Se le dijo a Jacob que se estableciera en la tierra de Gosén (no en la sede central donde estaba José) pero no estaba seguro dónde en toda esa tierra debía instalarse. Con el encuentro desaparecen veintidós años de tristeza y dolor por el gozo de ver al otro vivo todavía.
31Y José dijo a sus hermanos y a la familia de su padre: Subiré y lo haré saber a Faraón, y le diré: «Mis hermanos y la familia de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido a mí; 32y los hombres son pastores de ovejas, pues son hombres de ganado; y han traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tienen». 33Y sucederá que cuando Faraón os llame y os diga: «¿Cuál es vuestra ocupación?», 34vosotros responderéis: «Tus siervos han sido hombres de ganado desde su juventud hasta ahora, tanto nosotros como nuestros padres», a fin de que habitéis en la tierra de Gosén; porque para los egipcios todo pastor de ovejas es una abominación.
Ya que se han reunido hay que decidir el asunto práctico de dónde van a establecerse. El Faraón sabía que venían pero aún no se había confirmado dónde vivirían.
José les instruye que enfaticen su ocupación de pastores por dos razones: esto destacará su necesidad de vivir en un área que puede sostener su estilo de vida; y Gosén estaba cerca de y se parecía a Canaán.
Los egipcios odiaban la profesión de pastor y se consideraban superiores. Por esta razón se haría un esfuerzo marcado para aislarlos así previniendo que se casaran con los egipcios y así ser asimilados en la cultura egipcia. Esto, por supuesto, era parte del plan de José (de Dios) para mantener la familia de Jacob separada de la raza egipcia también.
Jacob y el Faraón– Capítulo 47
1Entonces José vino e informó a Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, con sus ovejas, sus vacas y todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán; y he aquí, están en la tierra de Gosén. 2Y tomó cinco hombres de entre sus hermanos, y los presentó delante de Faraón. 3Entonces Faraón dijo a sus hermanos: ¿Cuál es vuestra ocupación? Y ellos respondieron a Faraón: Tus siervos son pastores de ovejas, tanto nosotros como nuestros padres. 4Dijeron también a Faraón: Hemos venido a residir en esta tierra, porque no hay pasto para los rebaños de tus siervos, pues el hambre es severa en la tierra de Canaán. Ahora pues, permite que tus siervos habiten en la tierra de Gosén. 5Y Faraón dijo a José: Tu padre y tus hermanos han venido a ti; 6la tierra de Egipto está a tu disposición. En lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; que habiten en la tierra de Gosén, y si sabes que hay hombres capaces entre ellos, ponlos a cargo de mi ganado.
- Génesis 47:1-6
En un principio José lleva a cinco de sus hermanos para presentarlos al Faraón. Aunque José es un gobernador de alto mando, no podía entregar tierras a extranjeros, el rey tenía que aprobar la presencia de cualquier extranjero en sus tierras. Los hermanos le explicaron su necesidad de pastar a sus animales lo que le pareció bien al Faraón y ya que Gosén al ser un área retirado del centro de la vida egipcia pudo concederle la petición de José sin quedar mal con el pueblo egipcio.
Observe que los hermanos dicen que han llegado a residir en esta tierra - lo que significa que piensan quedarse por un tiempo nada más. El Faraón sabe que la hambruna solo durará unos años más así que todos piensan que al ofrecerles su hospitalidad será por un corto tiempo. Esta reunión con el Faraón fue agradable así que les permite quedarse en la tierra de Gosén.
7José trajo a su padre Jacob y lo presentó a Faraón; y Jacob bendijo a Faraón. 8Y Faraón dijo a Jacob: ¿Cuántos años tienes? 9Entonces Jacob respondió a Faraón: Los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los años de mi vida, y no han alcanzado a los años que mis padres vivieron en los días de su peregrinación. 10Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de su presencia.
Se encuentra el máximo gobernante con el máximo siervo de Dios de aquella época y es interesante notar varias cosas de lo poco que José conservó de su conversación:
- El Faraón era rico y poderoso pero reconoció la superioridad espiritual de Jacob al permitir que lo bendijera dos veces.
- El Faraón le pregunta su edad - una pregunta común y de buenos modales entre dos desconocidos.
11Así, pues, José estableció allí a su padre y a sus hermanos, y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramsés, como Faraón había mandado. 12Y proveyó José de alimentos a su padre, a sus hermanos y a toda la casa de su padre, según el número de sus hijos.
Se establecieron en la sección al noreste alejados de la mayoría de la población egipcia que vivía en el sur y el oeste. Estaban cerca del Nilo por lo que podían comer pescado. También recibían su ración de alimentos de acuerdo con el número de hijos que tenían.
La hambruna continúa – vs. 13-26
En los versículos 13-21 el texto continúa con la descripción de los efectos de la hambruna:
- A la gente se les acabó el dinero
- Cambiaron su ganado por comida
- Eventualmente cambiaron sus tierras por alimento
Esto estableció un sistema feudal en que todo le pertenecía al rey y el pueblo obraba para él. Algunos dicen que era fuera de carácter de José el esclavizar al pueblo pero la idea vino del pueblo mismo. La alternativa habría sido la inanición o anarquía.
Además, José no obtuvo ganancias de esto, sino solo el rey. Era de provecho para el rey mantener al pueblo con vida de cualquier manera que pudo.
22Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, pues los sacerdotes tenían ración de parte de Faraón, y vivían de la ración que Faraón les daba. Por tanto no vendieron su tierra. 23Y José dijo al pueblo: He aquí, hoy os he comprado a vosotros y a vuestras tierras para Faraón; ahora, aquí hay semilla para vosotros; id y sembrad la tierra. 24Al tiempo de la cosecha daréis la quinta parte a Faraón, y cuatro partes serán vuestras para sembrar la tierra y para vuestro mantenimiento, para los de vuestras casas y para alimento de vuestros pequeños. 25Y ellos dijeron: Nos has salvado la vida. Hallemos gracia ante los ojos de Faraón mi señor, y seremos siervos de Faraón. 26Entonces José puso una ley respecto a la tierra de Egipto, en vigor hasta hoy: que Faraón debía recibir el quinto; solo la tierra de los sacerdotes no llegó a ser de Faraón.
Aquí leemos algunos detalles sobre el acuerdo entre el rey y el pueblo:
- Los sacerdotes estaban exentos por mandato del Faraón, no de José. Los egipcios tenían una religión de estado apoyada por el rey.
- El pueblo cedió sus terrenos con la condición de que se quedarían con el 80% de la producción.
- Esto significa un impuesto del 20% lo que es razonable considerando que el rey proveía la semilla y el alimento durante la hambruna.
El pueblo estaba satisfecho con el acuerdo y continuó así hasta el día de Moisés unos 400 años después.
Los últimos días de Jacob
Ahora que se ha descrito la condición del país la escena vuelva a Jacob y los eventos de sus últimos días.
27E Israel habitó en la tierra de Egipto, en Gosén; y adquirieron allí propiedades y fueron fecundos y se multiplicaron en gran manera. 28Y Jacob vivió en la tierra de Egipto diecisiete años; así que los días de Jacob, los años de su vida, fueron ciento cuarenta y siete años. 29Cuando a Israel se le acercó el tiempo de morir, llamó a su hijo José y le dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, por favor, pon ahora tu mano debajo de mi muslo y trátame con misericordia y fidelidad: Por favor, no me sepultes en Egipto. 30Cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y José respondió: Haré según tu palabra. 31Y Jacob dijo: Júramelo. Y se lo juró. Entonces Israel se inclinó en adoración en la cabecera de la cama.
Al acercarse a la muerte y queriendo arreglar sus asuntos, Jacob extrae de José una promesa de que lo enterrarán en Canaán y no en Egipto. La mano debajo del muslo es el mismo gesto que hizo el siervo de Abraham cuando prometió buscar una esposa para Isaac.
La tierra de Canaán le había sido prometido a Jacob y seguía creyendo en la promesa a pesar de toda la evidencia en contra y demostró su fe al querer ser enterado con su familia allá.
Jacob bendice a los hijos de José – Capítulo 48
Jacob está en sus últimos días y manda a buscar a sus hijos para entregarles unas instrucciones finales a cada uno de ellos. José es el primero que llama (a pesar de que la promesa no vendrá por su linaje).
1Y sucedió que después de estas cosas, le dijeron a José: He aquí, tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. 2Cuando se le avisó a Jacob diciendo: He aquí, tu hijo José ha venido a ti, Israel hizo un esfuerzo y se sentó en la cama. 3Entonces Jacob dijo a José: El Dios Todopoderoso se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán; me bendijo, 4y me dijo: «He aquí, yo te haré fecundo y te multiplicaré; y haré de ti multitud de pueblos y daré esta tierra a tu descendencia después de ti en posesión perpetua».
Jacob reitera a José y sus dos hijos la esencia de su fe y la promesa que Dios le había hecho. Ya al final de su vida, Jacob recuenta a sus hijos lo que ha sido la esencia de su vida, lo cual era su encuentro con Dios y los resultados de dicho encuentro.
5Ahora pues, tus dos hijos que te nacieron en la tierra de Egipto, antes de que yo viniera a ti a Egipto, míos son; Efraín y Manasés serán míos, como lo son Rubén y Simeón. 6Pero los hijos que has engendrado después de ellos, serán tuyos; serán llamados por el nombre de sus hermanos en su heredad. 7En cuanto a mí, cuando vine de Padán, Raquel se me murió en la tierra de Canaán, en el camino, cuando faltaba todavía cierta distancia para llegar a Efrata, y la sepulté allí en el camino a Efrata, esto es Belén.
Jacob transfiere los privilegios del "primogénito" de Rubén a José por varias razones:
- Rubén nació primero cronológicamente pero Jacob había tenido la intención de casarse con Raquel y fue engañado con el matrimonio con Lea.
- Si se le hubiese permitido, José habría sido su primogénito.
- Rubén había pecado en contra de su padre al acostarse con su concubina y por su carácter débil.
- José demostró una profundidad espiritual y el liderazgo necesario para ser líder de familia.
- Dios había profetizado este evento en los sueños de José y Jacob estaba acatando las instrucciones de Dios.
- El primogénito también recibía una doble porción y Jacob hace esto con darle a cada uno de los hijos de José una posición igualitaria entre los hermanos - tal como Judá y Simeón. Esto significaría que cuando volvieran a la tierra de Canaán cada uno recibiría una porción de tierra igual a todos los demás hermanos (con la doble porción del primogénito para José).
Jacob dice que cualquier otro hijo nacido de José sería asignado a las tribus de sus hermanos (aunque la Biblia dice que José no tuvo otros hijos).
8Cuando Israel vio a los hijos de José, dijo: ¿Quiénes son estos? 9Y José respondió a su padre: Son mis hijos, los que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos a mí, te ruego, para que yo los bendiga. 10Y los ojos de Israel estaban tan débiles por la vejez que no podía ver. Entonces José se los acercó, y él los besó y los abrazó. 11E Israel dijo a José: Nunca esperaba ver tu rostro, y he aquí, Dios me ha permitido ver también a tus hijos. 12Entonces José los tomó de las rodillas de Jacob, y se inclinó con su rostro en tierra.
Los hijos de Jacob ya eran jóvenes y se acercan a su abuelo para recibir una bendición. José, a pesar de ser un gobernante poderoso, da un tremendo ejemplo de amor y respeto hacia su padre al inclinarse ante él en la presencia de sus propios hijos. Quizá se cumple el sueño de sus padres postrándose ante él en que tuvieron que pedirle ayuda.
13Y José tomó a los dos, a Efraín con la derecha, hacia la izquierda de Israel, y a Manasés con la izquierda, hacia la derecha de Israel, y se los acercó. 14Pero Israel extendió su derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, cruzando adrede sus manos, aunque Manasés era el primogénito. 15Y bendijo a José, y dijo: El Dios delante de quien anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor toda mi vida hasta este día, 16el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos muchachos; y viva en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y crezcan para ser multitud en medio de la tierra.
Jacob está casi ciego así que José acerca a sus hijos para recibir una bendición. Manasés, el mayor, hacia la mano derecha y Efraín, el menor, hacia la izquierda. Jacob cambia de mano para poner su mano derecha sobre Efraín y la izquierda sobre Manasés y empieza a bendecirlos.
- En un principio es una bendición general sobre José recordando las bendiciones de Dios en su propia vida.
- Es la primera vez que la Biblia se refiere a Dios como "pastor" o "redentor".
Él ora que crezcan y sean bendecidos como sus ancestros.
17Cuando José vio que su padre había puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, esto le desagradó; y asió la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés. 18Y José dijo a su padre: No sea así, padre mío, pues este es el primogénito. Pon tu derecha sobre su cabeza. 19Mas su padre rehusó y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; él también llegará a ser un pueblo, y él también será grande. Sin embargo, su hermano menor será más grande que él, y su descendencia llegará a ser multitud de naciones. 20Y los bendijo aquel día, diciendo: Por ti bendecirá Israel, diciendo: Que Dios te haga como Efraín y Manasés. Así puso a Efraín antes de Manasés.
Jacob ahora pronuncia una bendición a favor del hijo menor por sobre el hijo mayor y José responde pensando que el anciano está confundido pero Jacob le asegura que él sabe muy bien lo que hace y que en efecto el menor será preeminente en el futuro.
21Entonces Israel dijo a José: He aquí, yo estoy a punto de morir, pero Dios estará con vosotros y os hará volver a la tierra de vuestros padres. 22Y yo te doy una parte más que a tus hermanos, la cual tomé de mano del amorreo con mi espada y con mi arco.
Un postdata interesante aquí es que Jacob le da a José un regalo especial en su testamento. No se encuentra otra referencia pero parece que Jacob había conquistado un gran territorio de los amorreos y le dice a José que él puede tener una doble porción de esta tierra situada en Canaán como una promesa para el futuro.
En la próxima sección Jacob pronunciará una bendición sobre cada uno de sus hijos restantes.
Lecciones
1. Los caminos de Dios no son los nuestros
Llegaron a Egipto pensando que estarían unos pocos años hasta que se acabara la hambruna y volverían a casa. Se quedaron 4 siglos. Su manera parecía lógico, conveniente y hasta una vía para asegurar el plan de Dios pero no era el camino de Dios. Nuestro camino no es el de Dios porque no podemos ver el panorama completo, como serán las cosas en los próximos cuatro siglos. Nuestra manera no es la de Dios porque nuestras elecciones están basadas en el egoísmo y una inteligencia limitada - la Suya está basada en un amor y conocimiento perfecto. Necesitamos confiar en Dios aún cuando no tiene lógica porque Su manera no es la nuestra.
2. Dios te puede prosperar a pesar de las circunstancias
José estaba encarcelado pero Dios lo enalteció a una posición poderosa. Jacob estaba perdiendo su familia y posiblemente su vida y Dios lo llevó a reunirse con su hijo y le permitió ver a sus nietos. La habilidad de Dios de bendecirnos no se limita por nuestras debilidades, nuestros pecados, circunstancias difíciles ni aún los pecados de hombres malvados. Dios bendice porque es bueno y porque es capaz de hacerlo. No te des por vencido en pedir bendiciones de Dios solo porque las circunstancias están en contra; la fe cree y ora por un "sí" de Dios aún cuando las circunstancias parecen decir que "no".
3. Dios elige por razones espirituales
Observe cuántos hijos mayores Dios pasó por alto en favor de hijos menores
- Isaac por sobre Ismael
- Jacob por sobre Esaú
- José por sobre Rubén
- Efraín por sobre Manasés
- David por sobre todos sus hermanos (era el menor)
Dios no los eligió para un gran servicio porque eran jóvenes, sino porque eran más maduros espiritualmente que sus hermanos mayores. Dios mira al corazón para juzgar tu valor como líder, tu responsabilidad y mayordomía, todas cualidades que llevan a gran bendición. En el reino, llegar a ser como un niño en pureza, confianza, flexibilidad, un gozo simple y una disposición de ayudar es necesario para que Dios te elija como líder, jefe o cabeza de Su pueblo.
Preguntas de discusión
- Resuma el encuentro de Jacob y José y conteste las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es la importancia de la afirmación de Jacob en el versículo 30?
- ¿Por qué es importante que la familia de Jacob eran pastores en Egipto?
- ¿Por qué es importante que los hermanos de José le dicen al Faraón que solo han llegado a "residir" en la tierra en Génesis 47:4?
- Resuma la interacción entre Jacob y el Faraón de Génesis 47:7-10 y converse sobre su importancia.
- ¿Por qué es significativo que la hambruna siguió? ¿Cuál fue el impacto sobre el mundo de ese entonces y cómo se relaciona con la enseñanza de Pablo en Romanos 13?
- ¿Por qué insiste Jacob en que su cuerpo vuelva a Canaán?
- Resuma las bendiciones de Jacob para sus hijos encontrados en Génesis 48.
- ¿Cómo puedes usar esta lección para crecer espiritualmente y ayudar a otros entrar en una relación con Jesús?