Los hábitos de diáconos altamente efectivos

By: Mike Mazzalongo     Posted: marzo 2014
En la sesión final, Mike describirá el ministerio de Esteban como modelo para un servicio eficaz en los capítulos 6 y 7 de Hechos.

En su libro 7 hábitos de gente altamente efectiva (Free Press, 1989), Steven Covey analiza 200 años de literatura dedicada al estudio del éxito y el desarrollo humano y lo resume en siete principios básicos. Su conclusión es que la personas exitosas y efectivas, independiente del lugar y la época en que vivieron, compartían ciertas características comunes que les permitió ser altamente efectivas como artistas, políticos, negociantes, profesores, etc. Básicamente él dice que ellos eran personas motivadas por principio más que provecho, personas que lucharon por ser algo en vez de tener algo.

Usando el enfoque del Sr. Covey he estudiado la Biblia y usado mi experiencia en la obra de la iglesia para identificar algunas características que ayudan tener una vida cristiana exitosa y un ministerio efectivo como ancianos y ministros.

En este capítulo me gustaría cerrar esta serie con una lección describiendo los siete hábitos de diáconos altamente efectivos.

Esteban como modelo - Hechos 6-7

La Biblia no enumera las cualidades necesarias para ser un diácono efectivo como el Sr. Covey lo hace en su libro, pero sí nos da un modelo para estudiar.

Un hombre llamado Esteban fue uno de los primeros de ser elegidos por la iglesia y asignado por los Apóstoles para servir a la iglesia de una manera especial. Muchos lo consideran como el ejemplo de servicio como diácono. Al mirar su vida, podemos determinar los tipos de hábitos necesarios para llegar a ser diáconos efectivos.

Un retrato breve se encuentra en Hechos 6 y 7:

1Por aquellos días, al multiplicarse el número de los discípulos, surgió una queja de parte de los judíos helenistas en contra de los judíos nativos, porque sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. 2Entonces los doce convocaron a la congregación de los discípulos, y dijeron: No es conveniente que nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas. 3Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea. 4Y nosotros nos entregaremos a la oración y al ministerio de la palabra. 5Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo,
- Hechos 6:1-5a

Hábito #1
Los diáconos efectivos tienen una mentalidad espiritual

Esteban fue un hombre que creía en y en quien obraba el Espíritu. Estar "lleno" del Espíritu significa que el Espíritu está produciendo mucho fruto (amor, gozo, paz, paciencia, etc.) en ti. También significa que la Palabra del Espíritu está viva en ti (la conoces y la obedeces). Jesús dijo en Juan 4:23 que Dios está buscando aquellos que lo adoren en espíritu y verdad. Pensamos equivocadamente que si los diáconos saben hacer tareas como carpintería o mantención del sitio web tienen las calificaciones necesarios, pero la Biblia dice que el primer criterio, el primer hábito que debe ser evidente en ellos es que sean hombres de mentalidad espiritual, hombres que realmente creen, conocen y viven las palabras de Cristo.

Hábito #2
Los diáconos efectivos son obreros efectivos

Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
- Hechos 6:7

Observe que la tarea de alimentar a los pobres y las viudas no se menciona otra vez. Sin embargo, lo que sí se menciona es el crecimiento continuo de la iglesia, y juntamente con ese crecimiento el probable aumento en la necesidad de servir. Una vez que los Apóstoles entregaron la tarea a Esteban y los demás, se encargaron y no hubo necesidad de mencionarlo de nuevo. Esto significa que:

  • Los Apóstoles tenían la libertad de dedicarse a la Palabra, la oración y el pastoreo de la iglesia.
  • Los pobres recibieron la alimentación que necesitaban.
  • La iglesia continuaba creciendo.

Lo importante para Esteban era el hecho que la tarea fue cumplida y cumplida bien, no el hecho que ahora era diácono. La tarea es lo importante, no el título.

Los diáconos son los que llevan la "carga pesada" en la iglesia. Esta es la razón de ser diácono. Los diáconos no solo saben cómo servir, quieren servir y les sale bien porque han desarrollado el hábito de servicio efectivo.

Hábito #3
Los diáconos efectivos se someten al liderazgo

Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.
- Hechos 6:8

Aunque Esteban ya era un hombre de gran fe y espiritualidad, no consideró su rol como uno de aconsejar o entrar en conflicto con sus líderes. Tenía el apoyo de la congregación pero no lo usó para dividir la iglesia o desarrollar seguidores o influencia. No formaba grupos aparte ni desafiaba los ancianos, simplemente hizo su trabajo y permitió que Dios obrara en él.

Los diáconos efectivos respetan el liderazgo de otros hombres, aún si estos son débiles y pecadores de vez en cuando. La sabiduría del diácono se demuestra en su sumisión. Aún cuando podía ejercer poderes milagrosos, Esteban continuó sirviendo y sometiéndose al liderazgo de los Apóstoles.

Hábito #4
Los diáconos efectivos constantemente desarrollan sus habilidades

9Pero se levantaron algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, incluyendo tanto cireneos como alejandrinos, y algunos de Cilicia y de Asia, y discutían con Esteban. 10Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.
- Hechos 6:9-10

Los diáconos exitosos y efectivos siempre están ampliando su capacidad de servicio. Esteban, por ejemplo, empezó con la tarea de benevolencia en la distribución de alimentos, pero también desarrolló y usó sus otros dones. Usó sus dones para evangelizar y usó su sabiduría para defender la fe.

A veces los diáconos piensan que están limitados y solo pueden hacer una cosa, pero para crecer tenemos seguir el patrón de crecimiento lo cual es relativamente fácil de explicar. El patrón para el crecimiento personal en el ministerio está a continuación:

  1. Aprender hacer la tarea necesaria.
  2. Enseñar a otro cómo hacer la tarea bien.
  3. Aprender una nueva tarea.
  4. D. Repetir el ciclo.

Esta es la manera en que crecen los diáconos, cómo ayudan crecer la iglesia, y cómo pueden alcanzar satisfacción en su trabajo.

Hábito #5
Los diáconos efectivos aceptan bien la crítica

11Entonces, en secreto persuadieron a algunos hombres para que dijeran: Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. 12Y alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y cayendo sobre él, lo arrebataron y lo trajeron en presencia del concilio. 13Y presentaron testigos falsos que dijeron: Este hombre continuamente habla en contra de este lugar santo y de la ley; 14porque le hemos oído decir que este nazareno, Jesús, destruirá este lugar, y cambiará las tradiciones que Moisés nos legó. 15Y al fijar la mirada en él, todos los que estaban sentados en el concilio vieron su rostro como el rostro de un ángel.
- Hechos 6:11-15

Al crecer en su capacidad y ministerio Esteban empezó a experimentar ataques. Sin embargo, fue capaz de mantener una actitud dulce y cristiana, aún cuando los ataques contra él no se justificaban. Cualquiera que ha servido en la iglesia sabe que estos tipos de ataque son los más difíciles de sobrellevar. Los que no merecemos son los que duelen más.

El liderazgo de cualquier tipo está sujeto a esos ataques porque nos hace visibles y responsables. Los diáconos, y especialmente sus esposas, necesitan entender y aceptar esta realidad. El diácono exitoso y efectivo podrá dar lo mejor de sí, ser criticado por ello, y mantener su equilibrio espiritual y entusiasmo.

Ahora sabemos que el diácono exitoso ya habrá cultivado este hábito de tomar bien la crítica porque habría dominado ya este próximo hábito incluso antes de ser diácono.

Hábito #6
Los diáconos efectivos estudian la Palabra

En este extenso pasaje Esteban, al enfrentar los líderes religiosos de su época, es capaz de defender la fe que tiene. Él resume la historia de los judíos y el trato de Dios para con ellos. Este resumen demuestra que Esteban conocía la Palabra de Dios y lo conocía bien.

Delante de sus acusadores fue capaz de explicar lo que Dios dijo y lo que quiso decir en Su Palabra. Esto requería de lectura y estudio de las Escrituras. Era fuerte en ellas y consecuentemente fue un testigo poderoso cuando se presentó la oportunidad.

Esteban demuestra que el estudio de las Escrituras y el servicio no son mutuamente excluyente. Yo serví en una congregación donde varios de los diáconos se quedaban en los pasillos durante la clase bíblica y en la recepción durante el sermón para que pudiesen abrir las puertas al final del servicio. Pensaban que el "servicio" que brindaban al guardar los platos de la Santa Cena o el monitoreo de las puertas les excusaba de participar en las clases o en el sermón.

El ser un diácono, o hacer la tarea de un diácono, no es un tipo de permiso para excusarte del estudio de la Palabra de Dios. De hecho, conocer bien la Palabra es lo que permite que el diácono sirva en maneras que están de acuerdo con la voluntad de Dios y así sea efectivo. Fíjese que no es solo lo que haces o cuánto haces lo que te lleva a ser un diácono efectivo, sino el hacer de acuerdo con el Espíritu y la voluntad de Dios, y para que suceda esto, tienes que conocer Su Palabra.

Hábito #7
Los diáconos efectivos dependen de Dios

54Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él. 55Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios; 56y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios. 57Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él. 58Y echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearle; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo. 59Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba al Señor y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. 60Y cayendo de rodillas, clamó en alta voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Habiendo dicho esto, durmió.
- Hechos 7:54-60

En su peor momento Esteban revela la cualidad esencial que lo hizo un diácono efectivo, dependía totalmente de Dios. En todo lo que hacía, desde servir comida a predicar y debatir lo que llevó al testimonio de fe que le costó la vida, Esteban era un hombre que buscaba y dependía de Dios. Necesitamos entender que llegar a ser diácono tiene un doble filo: muchas veces los hombres elegidos para este rol son talentosos, iniciadores, exitosos, organizados, etc. Con el tiempo, sin embargo, encontramos que estas son las mismas cualidades que muchas veces impulsan a estos hombres a depender de ellos mismos y sus propias capacidades o fuerza. El resultado es que estos tipos de hombres a menudo esperan hasta estar bien metidos en problemas antes de pedir ayuda de otros o de Dios.

El diácono altamente efectivo es un hombre quien pone sus talentos, habilidades y recursos en las manos de Dios y depende del Señor de todo corazón para dirigir y apoyarlo en su ministerio.

Ya sea sembrando flores, ayudando a los pobres, manejando el presupuesto o visitando y cuidando de los enfermos y moribundos, todos se hace con la fuerza del Señor y para Su gloria.

Resumen

¿No es asombroso que no fue un Apóstol ni un predicador ni un anciano quien fue el primer mártir para Cristo? ¡Fue un diácono! Y ¿no es asombroso que la muerte de este diácono sirvió de catalizador para un impulso evangelístico que eventualmente trajo a uno quien apoyó su ejecución, Saulo de Tarso, a Cristo?

La Biblia dice que los diáconos que sirven bien (o sea efectivamente) obtienen una posición honrosa y tienen confianza en Cristo (I Timoteo 3:13). La vida de Esteban muestra que recibió ambas cosas:

  1. Recibió honor (posición de honra) porque tuvo el privilegio de entregar su vida entera en un solo momento por la gloria de Cristo.
  2. Tuvo gran confianza ante la muerte porque Dios abrió sus ojos para ver el reino de los cielos, en los cielos, y vio al Señor mismo parado allí a la diestra de Dios. Esteban, como el Apóstol Juan, ¡vio todo esto estando todavía en su cuerpo mortal!

No hay ninguna garantía que nuestros diáconos no tendrán que enfrentar la muerte por Cristo, y no hay promesa que indica que verán el reino celestial estando en la tierra, sin embargo, sí reciben honra del Señor en Su Palabra por su servicio y son respetados en la iglesia por su rol especial de liderazgo en el ministerio. Además de esto, ellos tendrán más conocimiento e intimidad con el Señor al crecer en Su imagen mediante su servicio en Su nombre. Hay galardones por servir como diácono y el diácono sabio buscará estos mediante un servicio efectivo.

Me gustaría tomar la oportunidad de comendar a todo diácono en todas partes por su buena obra y exhortarlos a seguir adelante en la búsqueda de ser altamente efectivos en sus ministerios. Esto se logra al cultivar los hábitos mencionados en esta sesión:

  • Una mentalidad espiritual
  • Servicio a conciencia
  • Sumisión al liderazgo
  • El desarrollo de habilidades nuevas
  • Un espíritu humilde frente a la crítica
  • Un conocimiento de la Palabra de Dios
  • Una confianza absoluta en el Señor en todo Espero que tus ministerios y tus espíritus como diáconos empezarán a ser destacados por estos hábitos mientras todos luchamos por servir al Señor con todo el corazón, la mente y la fuerza. Dios les bendiga en sus ministerios.
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