Las verdaderas exigencias de la ley
La opinión de que Jesús, en Mateo 5, está restableciendo las verdaderas exigencias de la Ley, en contraste con las interpretaciones diluidas de los líderes religiosos judíos, está bien respaldada tanto por evidencia textual como teológica en las Escrituras. Esta interpretación tiene un fuerte mérito bíblico por las siguientes razones:
1. La fórmula de Jesús:
"ustedes han oído... pero yo les digo"
En Mateo 5:21-48, Jesús contrasta repetidamente la comprensión popular (y a menudo farisea) de la Ley con Su propia enseñanza autoritativa. La frase:
"Habéis oído que se dijo... Pero yo os digo..."
(cf. Mateo 5:21-22, 27-28, 31-32, 33-34, 38-39, 43-44)
...no es un rechazo de la Ley en sí misma (cf. Mateo 5:17), sino más bien un rechazo de interpretaciones superficiales que reducían la Ley a un cumplimiento externo.
- Por ejemplo, asesinato (Mateo 5:21) fue definido estrechamente por los escribas como un acto físico. Jesús expone que la ira es igualmente culpable.
- Adulterio (Mateo 5:27) estaba estrechamente ligado al acto físico, pero Jesús lo extiende a la intención lujuriosa.
Esto muestra a Jesús restaurando la Ley a su profundidad moral original, arraigada en el corazón, no solo en las manos.
2. El propósito de la ley siempre fue la justicia a nivel del corazón
Numerosos textos del Antiguo Testamento confirman que Dios siempre deseó una justicia interna, impulsada por el corazón, no solo ritual o una observancia externa:
- Deuteronomio 6:5 – "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón..."
- Salmo 51:6 – "He aquí, tú deseas la verdad en lo íntimo..."
- Isaías 29:13 – "...este pueblo se acerca con palabras... pero sus corazones están lejos de mí..."
La enseñanza de Jesús, por lo tanto, no es nueva en esencia, sino una recuperación de la profundidad intencionada de la Ley. Los fariseos habían convertido la Ley en una lista de verificación manejable.
3. Mateo 5:20 como la tesis clave
Porque os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
- Mateo 5:20
Este versículo es un punto de inflexión en el Sermón. Los fariseos eran conocidos por su legalismo escrupuloso, por lo que que Jesús dijera que su justicia no es suficiente fue impactante. Pero Jesús continúa mostrando que la verdadera justicia no son más reglas, sino un tipo diferente: la justicia del corazón.
Esto allana el camino para entender que tal justicia no puede venir solo por guardar la ley, sino que requiere una transformación del corazón, algo que la Ley expone pero no puede lograr (cf. Romanos 3:20).
4. La ley como tutor, la gracia como cumplimiento
Paul articula un concepto similar cuando dice:
De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe.
- Gálatas 3:24
La enseñanza de Jesús en Mateo 5 magnifica las demandas de la Ley para mostrar que la verdadera vida en el reino requiere más que esfuerzo moral, requiere gracia.
Él expone que:
- Nadie puede cumplir con el estándar de Dios por su propio esfuerzo.
- Por lo tanto, la entrada al Reino y la vida dentro de él deben ser por gracia, no por cumplimiento.
5. El cumplimiento de la ley por Jesús
En Mateo 5:17, Jesús declara:
"No piensen que he venido para abolir la Ley o los Profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir."
Esto significa Jesús:
- Cumple perfectamente con las demandas de la Ley (Romanos 8:3-4)
- Proporciona la justicia que la Ley requiere (II Corintios 5:21)
- Escribe la Ley en los corazones de Su pueblo (Jeremías 31:33; Hebreos 8:10)
Así, la verdadera intención de la Ley—la justicia interna—se cumple en aquellos que caminan por el Espíritu, no por la observancia externa de las reglas.
Conclusion: Vivir en el reino por gracia, no por cumplimiento
La enseñanza de Jesús en Mateo 5 hace más que exponer el pecado, revela que el estándar del Reino es imposible sin gracia. Esto conduce a:
- Humildad (Mateo 5:3) – "Bienaventurados los pobres en espíritu..."
- Hambre de justicia (Mateo 5:6)
- Una vida moldeada por la misericordia y la pureza (Mateo 5:7-8)
En última instancia, la ampliación de las demandas de la Ley por parte de Jesús impulsa al oyente no a la autosuficiencia, sino a buscar la justicia a través de Él, el único que cumple la Ley, y el que da la gracia para vivir la vida del reino (Romanos 5:17; Tito 2:11-14).
La idea de que muchos cristianos abordan el Sermón del Monte a través de una lente basada en el cumplimiento, al igual que los judíos hicieron con la Ley de Moisés, está arraigada en un malentendido tanto del propósito de la Ley como de la intención de la enseñanza de Jesús en Mateo 5-7. En lugar de ver el Sermón como una descripción impulsada por la gracia de la vida en el Reino, algunos lo reducen a un nuevo código legal, una lista de comportamientos para alcanzar la justicia.
Este malentendido repite un patrón de religiosidad autojustificada visto a lo largo de las Escrituras.
I. El enfoque de cumplimiento: un paso en falso compartido
A. El enfoque judío hacia la ley de moisés
Con el tiempo, los líderes religiosos judíos desarrollaron un sistema de cumplimiento externo de la Ley de Dios que:
- Minimizó la transformación interna y enfatizó los comportamientos visibles.
- Sustituyó las tradiciones de los ancianos (Marcos 7:6-9) por el corazón de los mandamientos de Dios.
- Creó un estándar medible de justicia (por ejemplo, diezmar menta, eneldo y comino – Mateo 23:23).
Ejemplos:
- Un hombre podía divorciarse de su esposa con un certificado escrito (Deuteronomio 24:1) y aún así reclamar obediencia, aunque su corazón pudiera estar endurecido e injusto (cf. Mateo 19:8).
- "Amar al prójimo pero odiar al enemigo" (Mateo 5:43) era aceptado, a pesar de que la Ley nunca mandaba el odio, esta era una tradición añadida por simplicidad.
En esencia, la religión se convirtió en una forma de control y autojustificación, reduciendo el estándar sagrado de Dios a algo alcanzable sin un cambio interior.
B. La mentalidad de cumplimiento cristiano
De manera similar, muchos cristianos tratan el Sermón del Monte como un nuevo código de leyes, formando doctrinas y expectativas como:
- "Si me abstengo de asesinato, adulterio y jurar, entonces soy justo."
- "Si vuelvo la otra mejilla y doy a los pobres, he cumplido con mi deber."
- "Si amo a mis enemigos exteriormente, aunque en secreto los resienta, he hecho lo que Dios pide."
Ejemplos de este pensamiento hoy:
- Lista de verificación del cristianismo: Asistir a los servicios, dar el 10%, evitar pecados escandalosos–visto como prueba suficiente de fe.
- Separación autojustificada: Juzgar a otros por sus fallas mientras se ignora el pecado interior (cf. Mateo 7:1-5).
- Desempeño moral: Usar el Sermón como una forma de ganar el favor de Dios o probar la salvación, en lugar de responder a la gracia.
II. Las consecuencias de la religión basada en el cumplimiento
Ya sea bajo la Ley de Moisés o las enseñanzas de Cristo, una mentalidad de cumplimiento resulta en:
- Orgullo o desesperación: Orgullo si uno cree que está cumpliendo el estándar; desesperación si ve que no puede.
- Hipocresía: Mantener las apariencias mientras los corazones permanecen sin transformar (cf. Mateo 6:1-6).
- Evangelio distorsionado: Hacer del cristianismo una cuestión de modificación del comportamiento en lugar de regeneración del corazón (Tito 3:5).
III. Rompiendo cadenas: volviendo al propósito del sermón
A. Reconocer la intención del sermón
El Sermón del Monte no es un libro de reglas, es un retrato del corazón transformado que vive bajo el reinado de Dios. Revela cómo es la vida cuando:
- Uno es pobre en espíritu (Mateo 5:3)
- Uno tiene hambre de justicia (Mateo 5:6)
- Uno es misericordioso, puro de corazón y pacificador (Mateo 5:7-9)
Jesús no está dando una escalera al cielo – Él está describiendo cómo es la vida llena del Espíritu y dependiente de la gracia (cf. Ezequiel 36:26-27).
B. Comprender la función de la ley
Paul escribió:
"Por medio de la Ley se tiene conocimiento del pecado" (Romanos 3:20)
"La Ley es nuestro tutor para llevarnos a Cristo" (Gálatas 3:24)
La intensificación de la Ley por parte de Jesús en Mateo 5 expone nuestra incapacidad para cumplir con el estándar de Dios y nos impulsa a la gracia.
C. Vive por el Espíritu, no por la letra
Paul nos recuerda que:
"La letra mata, pero el Espíritu da vida" (II Corintios 3:6)
La transformación viene a través del Espíritu que habita en nosotros, no por apretar la disciplina moral. La vida del Reino no se vive esforzándose por cumplir, sino permaneciendo en Cristo (John 15:5).
D. Abraza la obediencia impulsada por la gracia
La gracia no baja el estándar, empodera la obediencia desde el corazón:
"Porque la gracia de Dios se ha manifestado... enseñándonos que renunciemos a la impiedad..." (Tito 2:11-12)
- La gracia transforma la motivación: obedecemos no para ganar justicia, sino porque hemos sido hechos justos.
- La gracia moldea el carácter: con el tiempo, Cristo se forma en nosotros (Gálatas 4:19).
IV. Conclusión: El sermón como espejo, no como libro de reglas
Como la Ley, el Sermón del Monte es un espejo que expone la profundidad de la justicia de Dios y la superficialidad de la nuestra. Pero a diferencia del enfoque farisaico, que buscaba gestionar la obediencia, Jesús nos llama a ser transformados por la gracia en aquellos que naturalmente llevan el fruto de la vida en el Reino.
Al rechazar una mentalidad basada en el cumplimiento y abrazar la vida guiada por el Espíritu, los creyentes pueden vivir el Sermón no como una carga, sino como el hermoso resultado de la obra de Dios dentro de ellos.
Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.
- Mateo 5:8