Las profecías de Jacob

Ocurrieron dos reuniones significativas en el capítulo anterior:

1. La reunión entre José y Jacob la cual completó la reunificación de su familia y garantizó la continuación de la promesa que Dios había dado a Abraham e Isaac anteriormente.
2. La reunión entre Jacob y el Faraón. El siervo más importante de Dios se encuentra con el rey más importante de aquellos tiempos.

También fuimos testigos de la bendición de los hijos de José lo que sería importante más adelante ya que cada hijo tendría una posición igualitaria entre los hermanos de José, una muestra de que él recibió la doble porción del primogénito.

En esta escena final veremos la bendición y la profecía de Jacob para con cada uno de sus hijos.

La profecía en cuanto a las tribus – Capítulo 49

Jacob se está acercando a la muerte y llama a sus otros hijos para profetizar sobre sus futuros. Como padre tiene una percepción del carácter y los patrones de comportamiento de cada hijo; como siervo de Dios puede profetizar sobre sus futuros. Le da a cada uno de ellos información sobre sus futuras generaciones como ánimo o advertencia para corregir y cambiar algo. Empieza con el mayor.

1. Rubén

³Rubén, tú eres mi primogénito, mi poderío y el principio de mi vigor, prominente en dignidad y prominente en poder. ⁴Incontrolable como el agua, no tendrás preeminencia, porque subiste a la cama de tu padre, y la profanaste: él subió a mi lecho.
- Génesis 49:3-4

Él confirma lo que suele ser verdad de los primogénitos, que son un gozo y dan testimonio de la juventud y fuerza de un hombre. Sin embargo, por el pecado que cometió con Bilha, le dice a Rubén que no llegaría a ser gran cosa.

Esta profecía se cumple en el futuro:

• La tribu de Rubén jamás produjo un gran líder.
• Fueron los primeros en establecerse, no querían cruzar el Jordán con los demás.
• Erigieron un lugar de adoración falsa (Josué 22:10).
• En los días de Débora no tomaron armas para ayudar a defender la nación (Jueces 5:15).

Así que la profecía de Jacob sobre Rubén y su falta de aporte se cumplió ampliamente.

2. Simeón y Leví

⁵Simeón y Leví son hermanos; sus armas instrumentos de violencia. ⁶En su consejo no entre mi alma, a su asamblea no se una mi gloria, porque en su ira mataron hombres, y en su obstinación desjarretaron bueyes. ⁷Maldita su ira porque es feroz; y su furor porque es cruel. Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel.

Se mencionan juntos porque eran muy cercanos y siempre trabajaron en conjunto. Jacob se desasocia de la violencia de sus actos y motivaciones. Mataron a los del pueblo de Siquem y destruyeron sus propiedades con crueldad y violencia excesiva. Dice que los separará. Dos chicos malos que se meten en problemas necesitan que los separen.

Después nos enteramos de que fueron separados y no se formó una alianza entre sus dos tribus.

• ·Simeón fue asimilado por Judá y eventualmente se esparció fuera de Israel. Se escucha muy poco de ellos después del reino de Salomón.
• Leví, por supuesto, era la tribu de donde provinieron Moisés y Aarón y fue la tribu de donde se asignaron los sacerdotes y siervos del templo.
• No recibieron terrenos pero sí les fueron dados ciudades específicas para su morada.

Al parecer la tribu de Leví usó su celo natural para mejor porque se convirtieron en defensores entusiastas de la Ley y fueron honrados al servir como los sacerdotes del pueblo.

3. Judá

⁸A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán a ti los hijos de tu padre. ⁹Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has subido. Se agazapa, se echa como león, o como leona, ¿quién lo despertará? ¹⁰El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de gobernante de entre sus pies, hasta que venga Siloh, y a él sea dada la obediencia de los pueblos. ¹¹Él ata a la vid su pollino, y a la mejor cepa el hijo de su asna; él lava en vino sus vestiduras, y en la sangre de las uvas su manto. ¹²Sus ojos están apagados por el vino, y sus dientes blancos por la leche.

Al llegar Jacob a Judá por fin tiene buenas cosas que decir. Su nombre significa "alabado" y en el futuro sus hermanos lo alabarán por varias razones:

• Sometería a sus enemigos.
• Asumiría la carga de liderazgo normalmente reservado para el primogénito. José recibió la doble porción y Judá recibió el liderazgo.
• Sería tan seguro como un león maduro en su guarida.
• Recibió el cetro del liderazgo pero no fue hasta que David (de la tribu de Judá) llegó a ser el rey unos 640 años después. Todos los líderes anteriores venían de diferentes tribus pero desde que David tomó el trono Judá era la tribu dominante.

Dice que "el cetro", el reino o el rol de dominio y gobierno no pasaría de Judá hasta llegar Siloh. Históricamente esto se comprobó. Aunque Israel fue atacado y deportado a través de los años, Judá permaneció como la tribu dominante. Fueron las tribus de Judá y Benjamín que volvieron del cautiverio y para los tiempos de Jesús, la nación israelita era sinónimo de la tribu de Judá porque todas las otras tribus habían sido asimiladas o destruidas. El término "judío" viene de la raíz de la palabra para Judá.

Siloh es una palabra hebraica que se puede traducir de varias maneras:

• A Él todo pueblo llegará
• Él que trae paz
• Hasta que él venga que tiene el derecho

Sin importar la traducción el significado se entiende; Jacob dijo que la tribu de Judá ascendería al gobierno y permanecería allí hasta que llegara "uno" específico (quien traería paz, traería todo pueblo a sí mismo, tendría el derecho).

Esta profecía se cumplió en Cristo porque Judá fue la tribu dominante hasta la llegada de Jesús (príncipe de paz, reunió a la iglesia, fue mandado por Dios y por eso tuvo el derecho de hacer tales cosas). Judá dominó hasta la llegada de Jesús (Siloh).

En el año 70 d.C. después de la despedida de Jesús, los romanos destruyeron por completo a Jerusalén y tomaron cautivo el pueblo asegurando así que más nunca habría un rey judío de la tribu de Judá hasta el día de hoy. Así que el cetro estuvo en manos de Judá hasta la llegada de Jesús y entonces le fue quitado y fue dado a la iglesia. Jesús venía de esta tribu. Jacob profetizó esto 2000 años antes de Cristo.

4. Zabulón e Isacar

¹³Zabulón habitará a la orilla del mar; y él será puerto para naves, y su límite será hasta Sidón. ¹⁴Isacar es un asno fuerte, echado entre los apriscos. ¹⁵Al ver que el lugar de reposo era bueno y que la tierra era agradable, inclinó su hombro para cargar, y llegó a ser esclavo en trabajos forzados.

Estos son dos hijos más de Lea y Jacob habla brevemente de ellos. Zabulón viviría y prosperaría a la orilla del mar y más tarde su territorio extendería entre el Mar de Galilea y el Mediterráneo. El ministerio de Jesús se llevó a cabo en esta área.

Dice que aunque Isacar posee mucha tierra, tiene un carácter perezoso y que eventualmente su pereza le costaría. A fin de cuentas fue dominado y esclavizado y terminó en servicio a otros tal como Jacob había profetizado.

5. Dan

¹⁶Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel. ¹⁷Sea Dan serpiente junto al camino, víbora junto al sendero, que muerde los jarretes del caballo, y cae su jinete hacia atrás. ¹⁸¡Tu salvación espero, oh Señor!

Dan era el hijo de una sierva pero Jacob le asegura que tendría tierras y un lugar de liderazgo. Jacob también revela algunos eventos en el futuro de Dan:

• La referencia a la serpiente pueda referirse al hecho que aunque Dan era una de las tribus más pequeñas era feroz en la defensa de sus fronteras.
• La idea de la serpiente también sugiere la maldad y sabemos que era la tribu de Dan que introdujo la idolatría oficialmente en la tierra (Jueces 18:30).
• También fue en Dan que Jeroboam, quien lideró la rebelión contra el rey Salomón, erigió becerros de oro para la idolatría del pueblo.

Es la primera vez que se usa "salvación" en la Biblia.

6. Gad, Aser, Neftalí

¹⁹A Gad salteadores lo asaltarán, mas él asaltará su retaguardia. ²⁰En cuanto a Aser, su alimento será sustancioso, y él dará manjares de rey. ²¹Neftalí es una cierva en libertad, que pronuncia palabras hermosas.

A Gad se le asegura que aunque geográficamente sería vulnerable a ataques, podría rebatir sus atacadores.

Aser recibiría una tierra de primera calidad y rica pero la historia mostró que a causa de tener este lujo y vida fácil la tribu no terminó de conquistar toda la tierra que le pertenecía y eventualmente pasaron a ser insignificantes.

Neftalí se conocerá por ser veloz y tener facilidad de palabras. La canción de victoria de Débora demuestra esta habilidad (Jueces 5:1-31).

7. José

²²Rama fecunda es José, rama fecunda junto a un manantial; sus vástagos se extienden sobre el muro. ²³Los arqueros lo atacaron con furor, lo asaetearon y lo hostigaron; ²⁴pero su arco permaneció firme y sus brazos fueron ágiles por las manos del Poderoso de Jacob (de allí es el Pastor, la Roca de Israel), ²⁵por el Dios de tu padre que te ayuda, y por el Todopoderoso que te bendice con bendiciones de los cielos de arriba, bendiciones del abismo que está abajo, bendiciones de los pechos y del seno materno. ²⁶Las bendiciones de tu padre han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados hasta el límite de los collados eternos; sean ellas sobre la cabeza de José, y sobre la cabeza del consagrado de entre tus hermanos.

Las mejores palabras de Jacob se reservan para Judá y José. Para uno la promesa de bendiciones espirituales, liderazgo y fuerza (Judá). Para el otro las bendiciones de la prosperidad física en familia, abundancia y fuerza. Ambos eran fieles (uno desde muy temprana edad, el otro con el tiempo creció en fidelidad) pero ambos llegaron a ser fieles mediante la adversidad.

Aquí se le refiere a Dios como el pastor y por primera vez como la roca, figuras repetidas por Cristo en el Nuevo Testamento.

Jacob reconoce que ha sido más bendecido que su padre y su abuelo y quiere dar más bendiciones a José y sus nietos (siendo el abuelo que consiente a sus nietos).

8. Benjamín

²⁷Benjamín es lobo rapaz; de mañana devora la presa, y a la tarde reparte los despojos.

Del último y menor Jacob predice que será fuerte y agresivo pero que se volverá cruel e insaciable. Casi son destruidos por una batalla contra ellos por haber atacado y violado una mujer. Más adelante saldrá Saúl, el primer rey, de esta tribu.

Con esto todos los hijos han recibido su bendición o su advertencia y Jacob dice sus últimas palabras.

Las últimas palabras de Jacob

²⁹Después les ordenó y les dijo: Voy a ser reunido a mi pueblo; sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón hitita, ³⁰en la cueva que está en el campo de Macpela, que está frente a Mamre, en la tierra de Canaán, la cual Abraham compró juntamente con el campo de Efrón hitita, para posesión de una sepultura. ³¹Allí sepultaron a Abraham y a su mujer Sara; allí sepultaron a Isaac y a su mujer Rebeca, y allí sepulté yo a Lea. ³²El campo y la cueva que hay en él, fueron comprados de los hijos de Het. ³³Cuando Jacob terminó de encargar estas cosas a sus hijos, recogió sus pies en la cama y expiró, y fue reunido a su pueblo.

Su instrucción final a todos es que le entierren con su padre, su abuelo y sus esposas. Esto será un testimonio de la combinación de la fe de todos ellos que le creyeron a Dios aún sin recibir la promesa.

Reunido a su pueblo no significa simplemente enterrado sino que ha ido a estar con otros que creyeron y esperan la llegada del Señor.

El entierro de Jacob– Capítulo 50

¹José se echó sobre el rostro de su padre, lloró sobre él y lo besó. ²Y ordenó José a sus siervos médicos que embalsamaran a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel. ³Y se requerían cuarenta días para ello, porque este es el tiempo requerido para el embalsamamiento. Y los egipcios lo lloraron setenta días.
- Génesis 50:1-3

La muerte de Jacob es lamentada no solo por sus hijos sino por toda la nación. El proceso de preservación tomó 40 días. El luto nacional duró 70 días. Al parecer a Jacob se le reconoce como un gran hombre aún en esta nación pagana.

⁴Y cuando pasaron los días de luto por él, habló José a la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado ahora gracia ante vuestros ojos, os ruego que habléis a Faraón, diciendo: ⁵«Mi padre me hizo jurar, diciendo: "He aquí, voy a morir; en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás". Ahora pues, te ruego que me permitas ir a sepultar a mi padre, y luego volveré». ⁶Y Faraón dijo: Sube y sepulta a tu padre como él te hizo jurar. ⁷Entonces José subió a sepultar a su padre, y con él subieron todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa y todos los ancianos de la tierra de Egipto, ⁸y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre; solo dejaron a sus pequeños, sus ovejas y sus vacas en la tierra de Gosén. ⁹ Subieron también con él carros y jinetes; y era un cortejo muy grande.

José estaba sujeto al Faraón y necesitaba permiso para ir lo que recibió prontamente. El grupo que lo acompañó muestra que la nación consideraba este entierro como un funeral estatal. Sin embargo, las familias tenían toda la intención de volver a sus tierras prósperas y hogar en Egipto.

Los versículos 10 a 14 describen el funeral mismo y las ceremonias lujosas de tanto la familia de José como los egipcios cuando llegaron a la cueva de entierro.

¹⁵Al ver los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron: Quizá José guarde rencor contra nosotros, y de cierto nos devuelva todo el mal que le hicimos. ¹⁶Entonces enviaron un mensaje a José, diciendo: Tu padre mandó antes de morir, diciendo: ¹⁷«Así diréis a José: "Te ruego que perdones la maldad de tus hermanos y su pecado, porque ellos te trataron mal"». Y ahora, te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró cuando le hablaron. ¹⁸Entonces sus hermanos vinieron también y se postraron delante de él, y dijeron: He aquí, somos tus siervos. ¹⁹Pero José les dijo: No temáis, ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? ²⁰Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente. ²¹Ahora pues, no temáis; yo proveeré para vosotros y para vuestros hijos. Y los consoló y les habló cariñosamente.

Una nota interesante es que ahora que Jacob ha muerto los hermanos temen que José no tendrá razón para no vengarse de ellos. Hasta quieren hacer restitución al ofrecerse como sus esclavos así como ellos le habían forzado serlo.

Es conmovido profundamente, finalmente convencido de su sinceridad y arrepentimiento. Rechaza su oferta y les asegura de dos maneras:

• Promete continuar su apoyo de ellos y de sus hijos.
• Reconoce que aunque fue maldad, Dios lo usó para bien y entonces tenía que deferir a la voluntad de Dios para no castigarlos.

La muerte de José – vs. 22-26

²²Y José se quedó en Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años. ²³Y vio José la tercera generación de los hijos de Efraín; también los hijos de Maquir, hijo de Manasés, nacieron sobre las rodillas de José.

Jacob murió cuando José tenía 56 años. La longevidad del hombre estaba disminuyendo después del diluvio:

• Abraham – 175
• Isaac – 180
• Jacob – 147
• José – 110

José fue bendecido al ver y poder enterrar su padre y disfrutar de sus tátara nietos.

²⁴Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir, pero Dios ciertamente os cuidará y os hará subir de esta tierra a la tierra que Él prometió en juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob. ²⁵Luego José hizo jurar a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os cuidará, y llevaréis mis huesos de aquí. ²⁶Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron y lo pusieron en un ataúd en Egipto.

Es interesante que José, casi el menor, muere antes que sus hermanos. Usa la ocasión para recordarles de la promesa original de Dios de darles la tierra de Canaán y aunque están (cómodamente) en Egipto eventualmente la voluntad de Dios los sacará. Se cumplirá su profecía 400 años después con Moisés.

Como un testimonio de su fe, les hace prometer que cuando salen de Egipto, llevarán consigo sus restos y lo enterrarán en la Tierra Prometida. Esto se cumplió en Éxodo 13:19 cuando los hijos de Israel llevaron sus huesos al salir de Egipto con Moisés. Su cuerpo fue preservado y como los grandes líderes de Egipto, su tumba se conocía públicamente.

Aquí termina Génesis y la historia de la creación del mundo, la selección del pueblo de Dios y su establecimiento en Egipto. En el próximo y último capítulo, reflexionaremos en nuestro propio peregrinaje por el libro de Génesis.

Lecciones

1. Nada impide las promesas de Dios

José fue vendido, la hambruna (capaz la obra de Satanás para destruir la familia), las tribulaciones y la separación, nada pudo impedir el cumplimiento de la promesa de Dios a esta familia. Satanás puede obrar en contra tuya y lo hará pero nunca dudes de que Dios cumplirá sus promesas personales a ti.

2. Las apariencias engañan

No parecía pero en comparación al rey, Jacob era el hombre más grande.

Hay veces que la iglesia parece débil e impotente, pequeña y sin fuerzas en comparación con las fuerzas de este mundo. No juzgues por las apariencias superficiales, la iglesia es invencible, nada perdurará más. No te desanimes por ello.

3. Dios perdona y olvida - aún cuando nosotros no podemos

Los hermanos habían sido perdonados pero no podían perdonarse ellos mismos, seguían intentando hacer algo para compensar, pero no podían devolverle los trece años de encarcelamiento y la esclavitud que José había sufrido. Su oferta de perdón era como la de Dios, basada en la gracia.

Jesús hace restitución por toda la maldad que hemos hecho y cuando lo aceptamos en arrepentimiento y bautismo, Dios perdona y se olvida de todos nuestros pecados (en el sentido que los cubre).

Si Dios nos perdona entonces podemos perdonarnos a nosotros mismos y dejar nuestros pecados atrás porque no estarán cuando nos encontramos con Dios en el juicio.