36.

La vida de Esaú y Jacob

Tras la muerte de Abraham, la promesa se transmite a uno de sus hijos, pero no sin dificultades y división en su familia.
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La última lección contó la historia de Isaac y Rebeca y el acuerdo para su matrimonio. Un factor significante de este capítulo era que contenía los tipos para Cristo y la iglesia representados en Isaac y Rebeca.

Otro tipo en la historia era el del Espíritu Santo y la iglesia visto por medio de las acciones del siervo de Abraham y cómo él encontró y trajo la novia a Isaac, así como el Espíritu Santo busca la iglesia (mediante el evangelio) y la prepara para su encuentro con Cristo en el día final.

A fin de cuentas, Isaac y Rebeca se casan y el capítulo cierra con esta escena.

Los próximos capítulos nos llevarán por los últimos días de Abraham y los comienzos del cumplimiento de la promesa de Dios cuando Isaac y Rebeca empiezan a tener hijos.

La muerte de Abraham – 25:1-10

Abraham tenía 140 años cuando Isaac se casó con Rebeca y se mudaron hacia el sur hasta Beer-lajai-roi. Ahora se encuentra solo entonces vuelve a casarse. Su nueva esposa se llama Cetura (cubierta por incienso). La Biblia cuenta que tuvieron 6 hijos en los siguientes 35 años. Los descendientes de estos hijos eventualmente se unieron a otros tribus para formar la nación árabe.

5Abraham dio a Isaac todo lo que poseía; 6y a los hijos de sus concubinas Abraham les dio regalos, viviendo aún él, y los envió lejos de su hijo Isaac hacia el este, a la tierra del oriente. 7Estos fueron los años de la vida de Abraham: ciento setenta y cinco años. 8Abraham expiró, y murió en buena vejez, anciano y lleno de días, y fue reunido a su pueblo. 9Y sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la cueva de Macpela, en el campo de Efrón, hijo de Zohar hitita, que está frente a Mamre, 10el campo que Abraham compró a los hijos de Het; allí fue sepultado Abraham con Sara su mujer.

Observe que aunque son sus hijos y él provee por cada uno de ellos, la mayoría de su riqueza y la promesa es de Isaac.

Abraham muere a los 175 años y es enterrado por sus dos hijos quienes se han reconciliado. "Fue reunido a su pueblo" sugiere que fue a estar con otros creyentes que eran antes de él. No puede significar la raza judía ya que él era el primero; no puede significar su familia porque él los ha dejado y se ha desasociado de ellos. Lo entierran con Sara en campo que había comprado.

Transición – vs. 11-18

Los próximos seis versos enumeran las generaciones de Ismael y su muerte a los 137 años. Aquí termina el registro de Isaac y otro autor empieza a registrar la historia de la familia y el trato de Dios con ella. Es probable que de ahora en adelante empezamos a leer el registro de Jacob. Isaac escribe el registro de Abraham, Jacob escribe el de Isaac, etc.

Esaú y Jacob – vs. 19-34

19Estas son las generaciones de Isaac, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac. 20Tenía Isaac cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel, arameo de Padán-aram, hermana de Labán arameo. 21Y oró Isaac al Señor en favor de su mujer, porque ella era estéril; y lo escuchó el Señor, y Rebeca su mujer concibió. 22Y los hijos luchaban dentro de ella; y ella dijo: Si esto es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar al Señor. 23Y el Señor le dijo: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos se dividirán desde tus entrañas; un pueblo será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor.

Una vez más la madre de la simiente prometida necesita de la oración para concebir (Dios quiere que le oremos aún para las cosas prometidas). Hay más actividad de lo normal en el vientre y Dios revela que es porque cada niño representa una nación que luchará contra la otra.

La costumbre era que el hijo mayor recibía la mayor porción, era la cabeza de familia cuando el padre moría y era el primero en recibir la herencia.

En este caso Dios escoge al hijo menor para recibir la promesa, lo que no es nada nuevo. Set, Isaac, Jacob, Judá y David eran hijos menores escogidos por Dios porque Dios conocía su carácter y habilidades por adelantado y les ofreció la oportunidad de servir. Podrían haber rehusado (Saúl rehusó; Judas rehusó).

24Y cuando se cumplieron los días de dar a luz, he aquí, había mellizos en su seno. 25Salió el primero rojizo, todo velludo como una pelliza, y lo llamaron Esaú. 26Y después salió su hermano, con su mano asida al talón de Esaú, y lo llamaron Jacob. Isaac tenía sesenta años cuando ella los dio a luz.

Nacen los mellizos y se nombran de acuerdo con sus apariencias:

  • Esaú significa velludo porque era robusto y fuerte en apariencia.
  • Jacob significa el que toma por el talón o suplantador, que se refiere a su tenacidad y resistencia (no se rendía).

Isaac tiene 60 años (20 años después de su matrimonio) cuando finalmente nacen.

La primogenitura – vs. 27-34

Una breve pero reveladora descripción del desarrollo de estos dos hermanos:

Esaú

  • Era un cazador astuto.
  • No hay ninguna virtud en serlo porque había comida y carne en abundancia, no había sobreabundancia de presas ni animales salvajes.
  • Era deportista, (y después nos enteramos de que era fornicador).
  • No le interesaban lo espiritual, el negocio familiar, el liderazgo.
  • Isaac lo favoreció como un padre pueda favorecer a un hijo que en general no hace mucho pero es un buen atleta.

Jacob

  • Pacífico no significa aburrido o poco interesante, sino serio, responsable, maduro.
  • Vivía en casa, se encargaba del negocio familiar, era creyente en Dios y la promesa (la deseaba y por ende creía en ella).
  • Su madre, una mujer religiosa, reconoció esto en él y sabía que Dios había dicho que Jacob heredaría la promesa así que ella lo favorecía y animaba.
29 Un día, cuando Jacob había preparado un potaje, Esaú vino del campo, agotado; 30 y Esaú dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer un poco de ese guisado rojo, pues estoy agotado. Por eso lo llamaron Edom. 31 Pero Jacob le dijo: Véndeme primero tu primogenitura. 32 Y Esaú dijo: He aquí, estoy a punto de morir; ¿de qué me sirve, pues, la primogenitura? 33 Y Jacob dijo: Júramelo primero; y él se lo juró, y vendió su primogenitura a Jacob. 34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas; y él comió y bebió, se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

Esaú vuelve de su cacería y huele el potaje que estaba preparando Jacob. Podría haber tomado un momento para preparar y cocinar algo pero cuando Jacob le ofrece comida a cambio de su primogenitura asintió.

La primogenitura era la bendición del hijo mayor que incluía una doble porción de la riqueza, el liderazgo de la familia, y la responsabilidad como cabeza espiritual también. A Esaú no le interesaba el liderazgo, las responsabilidades o cosas espirituales, sino solamente la doble porción de la herencia que según él todavía faltaba mucho como para que le sirviera así que asintió cambiar la bendición por una comida. Observe que la Biblia no condena a Jacob, sino a Esaú quien desprecia su primogenitura. Jacob la deseaba así que estaba dispuesto a regatear por ella. A Esaú no le importaba así que lo regaló.

Dios no condena a Jacob porque su error era una falta de fe en permitir que Dios obrara en Su promesa. Esaú es condenado porque no tenía fe (es mejor una fe débil o impaciente que no tener ninguna fe).

Jacob deseaba lo correcto por las razones correctas pero se equivocó en la manera en que lo consiguió y como resultado se profundizó el distanciamiento entre él y su hermano y con el tiempo entre él y su padre.

Isaac vs. los filisteos – Capítulo 26

1Y hubo hambre en la tierra, además del hambre anterior que había ocurrido durante los días de Abraham. Y se fue Isaac a Gerar, a Abimelec, rey de los filisteos. 2Y se le apareció el Señor, y dijo: No desciendas a Egipto; quédate en la tierra que yo te diré. 3Reside en esta tierra y yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré contigo el juramento que juré a tu padre Abraham. 4Y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, 5porque Abraham me obedeció, y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
- Génesis 26:1-5

Isaac vivía en el sur y cuando una hambruna cubrió la tierra se mudó hacia la costa donde vivían los filisteos siempre con la intención de irse a Egipto.

El hecho que Dios se le apareció sugiere varias cosas:

  1. Una advertencia que no debía salir de la tierra de Canaán (no salió a buscar una esposa y no debe salir ahora).
  2. Un ánimo al repetirle la promesa original que le fue dado a Abraham. Isaac había vivido una vida abundante y este sufrimiento le era nuevo, necesitaba un recordatorio de la promesa de Dios. (Había cambiado las circunstancias pero la promesa de Dios permanecía sin cambio.) Quizá la actitud de Isaac hacia Esaú era una indicación de la debilidad de su fe y este episodio ayudó a fortalecerla.
  3. Un reproche. Dios se refiere a la fe y obediencia de Abraham como la base de lo que está haciendo, y no a la de Isaac. Cuando Abraham estuvo vivo Dios se refería a su propia fe y obediencia y no a la de sus antepasados.

Versículos 6-11cuentan de un episodio interesante en que Isaac miente para protegerse. Usa el mismo engaño que usó Abraham al decirle al rey filisteo que Rebeca era su hermana. El rey se entera y lo reprocha por poner en peligro su pueblo de esta manera pero al final le ofrece protección.

12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno. Y el Señor lo bendijo. 13 Y el hombre se enriqueció, y siguió engrandeciéndose hasta que llegó a ser muy poderoso; 14 pues tenía rebaños de ovejas y vacadas y mucha servidumbre, y los filisteos le tenían envidia. 15 Y todos los pozos que los siervos de su padre habían cavado en los días de Abraham su padre, los filisteos los cegaron llenándolos de tierra. 16 Entonces Abimelec dijo a Isaac: Vete de aquí, porque tú eres mucho más poderoso que nosotros.

Lo más interesante es que aún después de este fallo, Dios bendice a Isaac, no por su debilidad sino porque dijo que lo cuidaría y a pesar del temor y fracaso de Isaac, Dios lo amaba.

Y la bendición no fue pequeña y tacaña. Fue bendición en abundancia, hasta que Isaac llegó a ser más poderoso que el rey que le protegía.

Quizá el punto es que cuando el Señor te protege no tienes que mentir y engañar para conseguir la protección del rey.

En los versículos 17-22 se le pide a Isaac abandonar el territorio de los filisteos porque era muy poderoso. En este pasaje ves que lentamente se aleja de la tierra de los filisteos.

Se mudaría y cavaría un pozo pero los nativos lo tomarían. En lugar de pelear, se mudaría más lejos. Cuando le tomaron un segundo pozo se mudó de nuevo hasta que pudo cavar un pozo que nadie se lo quitó. A este pozo le puso el nombre de "lugares amplios".

23De allí subió a Beerseba. 24Y el Señor se le apareció aquella misma noche, y le dijo: Yo soy el Dios de tu padre Abraham; no temas, porque yo estoy contigo. Y te bendeciré y multiplicaré tu descendencia, por amor de mi siervo Abraham. 25Y él construyó allí un altar e invocó el nombre del Señor y plantó allí su tienda; y allí abrieron los siervos de Isaac un pozo.

Este es el único momento en que vemos a Isaac construir un altar y clamar al Señor.

Su vida cómoda fue interrumpida por una hambruna; un fallo moral ante Abimelec; la necesidad que tuvo de moverse una y otra vez lo lleva a arrodillarse ante el Señor en oración y le ruega Su ayuda. Se le contesta su oración al aparecer Dios confirmando Su bendición y protección sobre Isaac.

En los versículos 26-33, Abimelec, el rey de los filisteos se acerca a Isaac para hacer un pacto de paz.

  • Isaac es rico y su poder sigue aumentando.
  • Roces recientes pueden crear algunos resentimientos que quiere resolver.
  • Él los ha tratado bien y quiere que esto sea la base de su pacto.

Se ponen de acuerdo y hacen un pacto de paz en el mismo lugar en que Abraham y el antiguo rey filisteo habían formado su pacto cien años antes.

34Cuando Esaú tenía cuarenta años, se casó con Judit, hija de Beeri hitita, y con Basemat, hija de Elón hitita; 35y ellas hicieron la vida insoportable para Isaac y Rebeca.

Este versículo sirve de puente para volver a la historia de la familia la cual continúa en el capítulo 27.

Lecciones

1. Tenga cuidado con lo que entregas

Esaú no reconoció el valor de lo que tenía y descuidada e irresponsablemente lo cambió por un poco de potaje. Las personas jóvenes a veces desperdician sus oportunidades por un momento de placer sexual o mental por el uso de las drogas (estamos continuamente advirtiéndoles contra ese comportamiento). Pero necesitamos tener cuidado y asegurar que no desperdiciamos nuestras ventajas también. Los adultos tenemos un respeto e influencia natural pero a veces lo entregamos porque lo que decimos y hacemos son contradictorios. A veces los cristianos entregan su tranquilidad con Dios porque están curiosos o nostálgicos por las cosas mundanas. La salvación es gratis pero si la desprecias no hay cómo comprarla devuelta.

2. Jamás sufres en vano

Cuando llegan los problemas y el sufrimiento, a lo mejor no los merecemos, entendemos o siquiera estamos preparados para lidiar con ellos. Sin embargo, jamás llegan en vano. Dios tenía un propósito para Isaac mediante sus pruebas y tiene propósito con las nuestras también. Pueda que el sufrimiento o la prueba no tiene sentido en sí, pero Dios le puede dar sentido; en Sus manos el sufrimiento tiene propósito y significado como también provecho.

3. Una promesa es una promesa

Dios le hizo una promesa tanto a Abraham como a Isaac y fue fiel a ella. Las promesas de Dios no se basan en nuestro comportamiento o habilidad, son garantizadas por el poder y la bondad de Dios. Ambos padre e hijo cayeron en el mismo error y a pesar de eso Dios cumplió con Su promesa hacia ellos. La clave es jamás dejar de confiar en que Dios proveerá y te salvará y mientras crece tu fe y obediencia se hace más evidente esa confianza.

Preguntas de discusión

  1. ¿Cómo pudo el autor de Génesis describir la vida de Abraham como un hombre "de buena vejez, anciano y lleno de días" (Génesis 25:8) y cómo podemos nosotros lograr eso en nuestras vidas?
  2. ¿Cuál etapa o evento en la vida de Abraham te llama más la atención como uno con que te sientes identificado o del cual puedes aprender?
  3. Converse sobre cómo la oración de Isaac para que su esposa concibiera demuestra fe y cómo esto difiere del plan de Sara para resolver su incapacidad de concebir.
  4. ¿Por qué escogería Dios a Jacob para heredar la primogenitura de Isaac y no a Esaú quien nació primero?
  5. Resuma Génesis 25:29-34 y converse sobre el precio barato que Jacob requirió de Esaú por su primogenitura y cómo esto refleja nuestro propio desprecio de nuestra primogenitura de Dios?
  6. Revise Génesis 26 y conteste las siguientes preguntas:
    • • ¿Por qué entró Isaac en un pacto con el rey de los filisteos?
    • • ¿Cuál fue el resultado del tiempo en que Isaac vivió en Gerar?
    • • ¿Cuál fue la bendición que Dios le dio a Isaac y por qué?
    • • ¿Qué podemos aprender de esto?
  7. ¿Cómo puedes usar esta lección para crecer espiritualmente y ayudar a otros entrar en una relación con Jesús?
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