Jacob y Esaú - segundo ronda
En la lección anterior describí el episodio en la vida de Jacob en que salía de la casa de su suegro para regresar a la suya. Había llegado a la casa de Labán mientras huía de su hermano Esaú quien lo había amenazado con muerte.
Labán lo había manipulado y engañado por veinte años. Ahora estaba escapando de la situación con sus esposas e hijos para regresar a una situación incierta en su casa.
Le había dado cara a Labán quien había recibido una advertencia de Dios de no causarle daño y lo enfrentó con el pasado. Hicieron un pacto de paz y Labán volvió a su casa sin hacerle ningún daño a Jacob.
Ahora, al volver a la Tierra Prometida, Jacob se enfrentaría a su enemigo más grande, su hermano Esaú. Vuelve porque Dios le mandó que volviera, no por nostalgia. Regresó arriesgando su vida.
Se revela la protección de Dios
1Y cuando Jacob siguió su camino, los ángeles de Dios le salieron al encuentro. 2Y al verlos, Jacob dijo: Este es el campamento de Dios; por eso le puso a aquel lugar el nombre de Mahanaim.
- Génesis 32:1-2
Jacob estaba solo y bastante indefenso con su pequeño grupo de mujeres y niños. Su fe se demuestra en su obediencia al regresar a casa. Era la Tierra Prometida, su herencia, pero ¿de qué serviría si asesinaban a todos?
Dios le abrió los ojos de su corazón para ver dos ángeles (el nombre significa "dos compañías") que están allí para protegerlo. Toma nuevas fuerzas para el camino una vez que ve literalmente quien lo acompaña.
Observe que este nuevo coraje y confianza lo mueven a la acción, no bravuconada o con arrogancia sino con humildad y mansedumbre (los fuertes pueden ser mansos).
Jacob se prepara para encontrarse con Esaú – vs. 3-23
3Entonces Jacob envió mensajeros delante de sí a su hermano Esaú, a la tierra de Seir, región de Edom. 4Y les dio órdenes, diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: «Así dice tu siervo Jacob: "He morado con Labán, y allí me he quedado hasta ahora. 5Tengo bueyes, asnos y rebaños, siervos y siervas; y envío a avisar a mi señor, para hallar gracia ante tus ojos"». 6Y los mensajeros regresaron a Jacob, diciendo: Fuimos a tu hermano Esaú, y él también viene a tu encuentro y cuatrocientos hombres con él. 7Entonces Jacob tuvo mucho temor y se angustió; y dividió la gente que estaba con él, y las ovejas, las vacas y los camellos, en dos campamentos
Jacob no sabía qué esperar así que mandó a mensajeros delante de él. Si Esaú sintiera amenazado que Jacob intentaría usar su promesa de bendición para alguna ventaja política sobre Esaú, quería aliviar este miedo al exigir que sus siervos se dirigieran a Esaú como Señor.
También quería asegurarlo que tenía sus propias riquezas y no quería ni necesitaba ninguno de los bienes de Esaú. Lo reconoció como su hermano mayor y cacique de la región tomando una posición inferior. Esaú sabía que la caravana de Jacob se estaba acercando y salió a su encuentro. Escuchó a los siervos pero quizá no confiaba en su hermano.
Jacob flaquea en su fe y concibe una táctica común: dividir la caravana esperando que una parte de ella logre llegar al otro lado. En los versículos 9 al 12 Jacob clama a Dios por la situación que parece imposible de llevar.
- No podía volver a Labán.
- No podía permanecer donde estaban.
- Avanzar significaba encontrarse con Esaú y posiblemente la muerte.
Observe los elementos en la oración de un hombre desesperado: Clama al Dios verdadero.
- ELOJIM = Dios de poder
- JEHOVÁ = Dios de promesa
Reitera la promesa de Dios de protegerlo.
10indigno soy de toda misericordia y de toda la fidelidad que has mostrado a tu siervo; pues con solo mi cayado crucé este Jordán, y ahora he llegado a tener dos campamentos.
Reconoce su propia situación, que la razón por la cual ha recibido bendición y protección es por la bondad de Dios y no por sus propias obras o valor.
11Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque yo le tengo miedo, no sea que venga y me hiera a mí y a las madres con los hijos.
Pide específicamente por seguridad y protección.
12Y tú dijiste: «De cierto te haré prosperar, y haré tu descendencia como la arena del mar que no se puede contar por su gran cantidad».
Este versículo resume la idea que la protección de Dios es necesaria para el cumplimiento de la promesa.
(Vv. 13-23) Después de esta oración Jacob quiere demostrar de una manera muy concreta las intenciones invisibles de su corazón. Quiere conseguir la paz y la reconciliación y la mejor manera de demostrarlo es mandando un regalo anticipado a su hermano.
Divide una gran porción de sus animales en cinco grupos. Cada siervo debe caminar detrás de cada grupo o rebaño. La idea es que Esaú se encontrará con ola tras ola de animales y siervos con el mensaje de la reconciliación y buena voluntad.
Jacob está seguro de que Dios lo protegerá pero está ejemplificando el espíritu bondadoso de Dios en su actitud hacia su hermano. Algunos dicen que es un soborno pero se da un soborno cuando no hay otro recurso. Jacob tenía a los dos ángeles; estaba dando los regalos para intentar ganar a su hermano en el espíritu de Cristo.
Jacob lucha con Dios – vs. 24-32
Veamos el contexto para esta escena. Jacob ha mandado por adelantado a sus siervos y rebaños. Ha puesto a sus esposas e hijos al otro lado del río en un campamento para prepararse para el encuentro con Esaú al día siguiente. Se queda solo con sus miedos, dudas y oraciones. Este pasaje describe su lucha o conflicto en oración a Dios mientras evalúa dos potencias opuestas: la promesa de Dios de proteger y bendecirlo y la aparición de su hermano quien ha jurado matarlo.
24Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba.
Es lamentable que la palabra "lucha" hoy día produce en nuestras mentes una imagen de deporte o entretención. Aquí luchar significa pelear y en este contexto, "aferrarse a". Jacob se estaba aferrando a Dios quien se le apareció como hombre.
- No creo que era un ángel porque él dice, "He visto a Dios cara a cara" (vs. 30).
- Dios apareció en el pasado a Abraham como un hombre cuando llegó acompañado de dos ángeles.
- Anteriormente Jacob había visto los dos ángeles y ahora pelea, se aferra y lucha con el Señor en la forma de un hombre.
El punto es que está pidiendo liberación y se aferra a Dios hasta que está seguro de que Dios le librará (Oseas 12:3-5).
25Cuando vio que no había prevalecido contra Jacob, lo tocó en la coyuntura del muslo, y se dislocó la coyuntura del muslo de Jacob mientras luchaba con él.
No es que Jacob es más fuerte sino que se aferró tenazmente a Dios en oración y Dios se lo permitió. Su herida no era un castigo. Era una muestra de su experiencia y una demostración del poder de Dios. Dios permitió que se colgara de Él pero tenía más poder.
26Entonces el hombre dijo: Suéltame porque raya el alba. Pero Jacob respondió: No te soltaré si no me bendices. 27Y él le dijo: ¿Cómo te llamas? Y él respondió: Jacob. 28Y el hombre dijo: Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido. 29Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Dame a conocer ahora tu nombre. Pero él respondió: ¿Para qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. 30Y Jacob le puso a aquel lugar el nombre de Peniel, porque dijo: He visto a Dios cara a cara, y ha sido preservada mi vida.
Jacob quiere la bendición y la garantía que Dios lo libraría y lo bendeciría con las cosas que le había prometido. Para mostrar que lo ha recibido, se le cambia el nombre de Jacob (el suplantador) a Israel (el vencedor). Israel significa varias cosas dependiendo de qué parte de la palabra enfatizas:
- Un príncipe con Dios
- Uno que lucha y prevalece con Dios
- Como príncipe tienes poder
Jacob quiere saber cómo se llama el hombre pero él le dice que ya debiera saber. Le da el nombre de Peniel al lugar que significa "cara de Dios", lo que demuestra que sí sabía con quien luchaba.
31Y le salió el sol al cruzar Peniel, y cojeaba de su muslo. 32Por eso, hasta hoy, los hijos de Israel no comen el tendón de la cadera que está en la coyuntura del muslo, porque el hombre tocó la coyuntura del muslo de Jacob en el tendón de la cadera.
Ahora estaba listo (aunque más débil que antes por su lesión) para encontrarse con su hermano. También se menciona una tradición judía en cuanto a sus costumbres de comida que honra a Jacob.
Jacob se encuentra con Esaú – 33:1-20
1Y alzando Jacob los ojos miró, y he aquí, Esaú venía y cuatrocientos hombres con él. Entonces dividió a los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas. 2Y puso a las siervas con sus hijos delante, y a Lea con sus hijos después, y a Raquel con José en último lugar; 3y él se les adelantó, y se inclinó hasta el suelo siete veces hasta que llegó cerca de su hermano. 4Entonces Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, y echándose sobre su cuello lo besó, y lloraron. 5Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y a los niños, y dijo: ¿Quiénes son estos que vienen contigo? Y él respondió: Son los hijos que Dios en su misericordia ha concedido a tu siervo. 6Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se inclinaron. 7Lea también se acercó con sus hijos, y se inclinaron; y después José se acercó con Raquel, y se inclinaron.
- Génesis 33:1-7
Tan pronto amanece Jacob ve que Esaú aunque todavía a una distancia va llegando. Pone a su familia en orden de importancia y favoritismo personal con las siervas y sus hijos primero y Raquel con José de último.
La costumbre en estos tiempos era de inclinarse siete veces al entrar en la presencia de un rey. Jacob hace esto para mostrar respeto apropiado hacia Esaú ya que él es el cacique local. Su visión espiritual es tal que puede diferenciar entre el significado espiritual de las promesas y las circunstancias inmediatas en las cuales se encuentra y los acepta. Es el heredero, el que tiene la bendición, el que ha luchado con Dios, pero por ahora es el hermano menor que ha llegado a casa para encontrarse con su hermano mayor quien, por ahora, es el cacique local.
La protección de Dios no se muestra en una gran victoria militar sino en el corazón blando de Esaú quien al ver a su hermano lo recibe con gozo y amor. Después de esto Jacob presenta su familia a su hermano.
8Y dijo Esaú: ¿Qué te propones con toda esta muchedumbre que he encontrado? Y él respondió: Hallar gracia ante los ojos de mi señor. 9Pero Esaú dijo: Tengo bastante, hermano mío; sea tuyo lo que es tuyo. 10Mas Jacob respondió: No, te ruego que si ahora he hallado gracia ante tus ojos, tomes el presente de mi mano, porque veo tu rostro como uno ve el rostro de Dios, y favorablemente me has recibido. 11Acepta, te ruego, el presente que se te ha traído, pues Dios me ha favorecido, y porque yo tengo mucho. Y le insistió, y él lo aceptó.
Vemos la confirmación de su reconciliación en que Esaú acepta los regalos de Jacob. La costumbre dictaba que la aceptación de un regalo demostraba ser una seña de verdadera paz.
En hebreo Esaú dice, "Tengo mucho" y Jacob responde "tengo todo" indicando que Dios es la fuente de su bendición. Dios había obrado en los corazones de ambos para que cada uno fuera amable el uno con el otro y así proteger la promesa que la familia de Jacob debía cargar.
12Entonces Esaú dijo: Pongámonos en marcha y vámonos; yo iré delante de ti. 13Pero él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que debo cuidar de las ovejas y las vacas que están criando. Si los apuramos mucho, en un solo día todos los rebaños morirán. 14Adelántese ahora mi señor a su siervo; y yo avanzaré sin prisa, al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor en Seir. 15Y Esaú dijo: Permíteme dejarte parte de la gente que está conmigo. Pero él dijo: ¿Para qué? Halle yo gracia ante los ojos de mi señor. 16Aquel mismo día regresó Esaú por su camino a Seir; 17y Jacob siguió hasta Sucot, y se edificó una casa, e hizo cobertizos para su ganado; por eso al lugar se le puso el nombre de Sucot.
Ya que se han reconciliado, Esaú ofrece viajar con ellos para ayudarles y proteger la familia.
Jacob se niega aceptarlo por varias razones:
- Los guerreros se impacientarán con el lento progreso de las mujeres, niños y animales en el grupo de Jacob.
- Es probable que Jacob no quería asociarse mucho con Esaú por las diferencias en valores y estilo de vida.
- Confiaba en que como ya Esaú no era una amenaza no enfrentaría ningún otro peligro. Confiaba plenamente en la protección de Dios.
Esta viajando lentamente y se radica en un campamento semi-permanente en Sucot (que significa tiendas) para descansar a los animales.
18Y Jacob llegó sin novedad a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando vino de Padán-aram, y acampó frente a la ciudad. 19La parcela de campo donde había plantado su tienda la compró de mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas, 20y levantó allí un altar, y lo llamó: El-Elohe-Israel.
El capitulo termina con la entrada de Jacob a la tierra de Canaán, la tierra que la promesa afirmaba pertenecería algún día a su pueblo. Compra un terreno de un cacique cananeo local.
- Es el lugar exacto donde Abram entró primeramente al territorio hace muchos años (Génesis 12:6).
- Es el lugar donde se enterará a su hijo José en un momento lejano en el futuro (Josué 24:32).
También construye aquí un altar y usa por primera vez su nuevo nombre llamando al altar "Dios es el Dios de Israel". Es una muestra de que en una tierra de idolatría Jacob establece el primer lugar y altar en la tierra que pertenecen a creyentes en el Dios verdadero.
Lecciones
1. Si Dios está contigo, ¿quién puede estar en tu contra?
Jacob aprendió de la experiencia que sin importar cuánto intentaban o cuán fuerte fueran, sus enemigos no podían prevalecer contra él porque era hijo de Dios. La fe es nuestro escudo, la vida justa es nuestra fuerza, y nuestro armamento es la Palabra de Dios.
Tanto en el mundo de Jacob como en el nuestro moderno, quienes están al lado de Dios no tienen qué temer porque como dice Jesús, una vez han llevado el cuerpo no hay nada más que hacer. Sin embargo, nuestros enemigos deben temer a Dios quien puede destruir tanto el cuerpo como el alma.
2. Orar de todo corazón, trabajar con toda tu fuerza.
No puedes sustituir la fe por la obra. Tener fe es creer que Dios es fiel a Su palabra, pero no hay nada en Su palabra que sugiere que la fe sustituya un esfuerzo honesto, valor, y perseverancia. Jacob creía pero trabajó 20 años por su suegro y ofreció regalos a su hermano para apaciguarlo.
Nuestro espíritu requiere que oremos como si todo dependiera de Dios; nuestra naturaleza humana requiere que trabajemos como si todo dependiera de nosotros.
La combinación de estos dos elementos conforma el alma que honra a Dios mediante una fe demostrada en un esfuerzo honesto, no solo palabrería.
3. Cuando soy débil, soy fuerte
- Jacob tenía que perder hasta su fuerza física.
- El ejército de Gedeón fue reducido a 300 hombres para pelear contra un ejército de miles.
- Pablo tuvo un aguijón en su carne.
- Jesús permitió que se burlaran de él y lo mataran. La fuerza de Dios y nuestra fe a veces se muestran mejor cuando se nos quita nuestra gloria, cuando es obvio que lo que se está logrando es más allá de nuestra fuerza y capacidad. Llegamos a ser unos testigos fuertes para Cristo, cuando se nota claramente Su fuerza obrando en nuestras vidas. Entonces soltamos nuestro orgullo y somos realmente fuertes.
- Resuma Génesis 32:1-2 y converse de su importancia.
- ¿Por qué mandó Jacob a sus siervos delante de él para encontrarse con Esaú?
- Resuma Génesis 30:24-32 y conteste las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es el contexto de la lucha de Jacob con Dios?
- ¿Cómo es que Jacob fue capaz de ver a Dios "cara a cara" (vs. 30)?
- ¿Cómo vemos a Dios "cara a cara"?
- Resuma el encuentro entre Jacob y Esaú de Génesis 33:1-20 y converse de su significado para nosotros.
- ¿Cómo puedes usar esta lección para crecer espiritualmente y ayudar a otros entrar en una relación con Jesús?