2.

El canon del Nuevo Testamento

En esta lección seguimos examinando los antecedentes del propio Mateo y analizando más detenidamente el propósito y la estructura de su libro.
Clase de:
Serie
2 of 13
EnglishEspañol

Jesús nació durante el dominio del Imperio Romano. Palestina se encuentra bajo su control y es gobernado públicamente por un gobernador designado por los romanos (Herodes), es mantenida por un militar romano bajo Pilato, y sus asuntos cotidianos se manejan por los sacerdotes saduceos y sus maestros principales, los fariseos. El país es un hervidero de turbulencia política y social tirando a la correa de siglos de dominio extranjero, y agitados por las expectativas gloriosas de un mesías militar/político que los liberará de la esclavitud para restaurarlos a la "época dorada" del Rey Salomón (cuando se consideraban un poder mundial).

Jesús nació en Belén, vivió en Egipto por un tiempo, y se crio en Nazaret por una pareja humilde. Crece como cualquier otro niño aprendiendo un oficio y a leer la Ley, asistiendo a la sinagoga y también a la adoración en el templo. Entra en el ministerio público a la edad de 30 años declarando al pueblo, a los fariseos, los saduceos, al rey y los líderes romanos que Él es el Mesías y la esperanza de Israel (considerando lo que esperaban no es de extrañar su sorpresa). En un principio el pueblo lo recibe pero al crecer la oposición de los líderes religiosos prontamente se mengua su popularidad y eventualmente lo enjuician y lo ejecutan por medio de la crucifixión.

Mateo, uno de Sus discípulos, escribe sobre Su vida y Sus enseñanzas y a este registro le llamamos el evangelio de Mateo.

Antes de hablar de Mateo y su testimonio de la vida de Jesús, creo que debemos examinar cómo y por qué se compilaron los libros del Nuevo Testamento (incluyendo el evangelio de Mateo).

En la iglesia primitiva las únicas escrituras que se usaban eran las Escrituras judías que hoy conocemos como el Antiguo Testamento. Los apóstoles usaron estos escritos para comprobar que Jesús había cumplido con todas la profecías referentes al Mesías judío. Estos, juntamente con sus propias experiencias de ser testigos oculares de la resurrección de Jesús, eran los textos que usaron para convencer a sus oidores que Jesús verdaderamente era el Mesías:

22Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio vuestro a través de Él, tal como vosotros mismos sabéis, 23a este, entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, clavasteis en una cruz por manos de impíos y le matasteis, 24a quien Dios resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que Él quedara bajo el dominio de ella. 25Porque David dice de Él: Veía siempre al Señor en mi presencia; pues está a mi diestra para que yo no sea conmovido. 26Por lo cual mi corazón se alegró y mi lengua se regocijó; y aun hasta mi carne descansará en esperanza; 27pues tú no abandonarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. 28Me has hecho conocer los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia.
-Hechos 2:22-28
y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
- 2 Timoteo 3:15

Con el avance del evangelio por medio de la predicación y las obras milagrosas de los Apóstoles, sus propios escritos llegaron a tener la misma autoridad que los escritos del Antiguo Testamento, especialmente para las iglesias que los componían mayormente conversos gentiles (no-judíos).

Los Apóstoles estaban conscientes de su responsabilidad de enseñar y preservar para la iglesia las palabras de Cristo, y del poder que se les había entregado para que cumpliesen con esta tarea.

enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
- Mateo 28:20
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
- Juan 14:26

En sus propios escritos afirmaron que sus enseñanzas eran inspiradas por Dios.

6Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría no de este siglo, ni de los gobernantes de este siglo, que van desapareciendo, 7sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que, desde antes de los siglos, Dios predestinó para nuestra gloria; 8la sabiduría que ninguno de los gobernantes de este siglo ha entendido, porque si la hubieran entendido no habrían crucificado al Señor de gloria; 9sino como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. 10Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. 11Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, 13de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales.
- I Corinthians 2:6-13
1La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la dio a conocer, enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, 2el cual dio testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todo lo que vio.
- Apocalipsis 1:1-2
15También yo procuraré con diligencia, que en todo tiempo, después de mi partida, podáis recordar estas cosas. 16Porque cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de su majestad. 17Pues cuando Él recibió honor y gloria de Dios Padre, la majestuosa Gloria le hizo esta declaración: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; 18y nosotros mismos escuchamos esta declaración, hecha desde el cielo cuando estábamos con Él en el monte santo. 19Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en vuestros corazones. 20Pero ante todo sabed esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, 21pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.
- 2 Pedro 1:15-21
14Por tanto, amados, puesto que aguardáis estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por Él en paz, sin mancha e irreprensibles, 15y considerad la paciencia de nuestro Señor como salvación, tal como os escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada. 16Asimismo en todas sus cartas habla en ellas de esto; en las cuales hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inestables tuercen—como también tuercen el resto de las Escrituras—para su propia perdición.
- 2 Pedro 3:14-16

Por esta razón las escrituras apostólicas y aquellas autorizadas por los Apóstoles (p. ej. Marcos) se consideraban autoritativas en la iglesia primitiva. Por muchos años circulaban independientemente de iglesia en iglesia y de país en país. No sentían la necesidad de recopilarlos en un solo libro o canon (lo cual significa regla). Sin embargo, sucedieron varias cosas para que fuera necesaria:

  1. Con la muerte de los Apóstoles terminó la producción y la habilidad de confirmar la autenticidad (mientras vivían podían confirmar personalmente la autoría de las escrituras). La iglesia necesitaba cuidarse de la proliferación de falsedades y falsificaciones.
  2. Había que enfrentar a los maestros falsos con sus enseñanzas falsas. Cada iglesia necesitaba un registro completo de las enseñanzas de Jesús y los Apóstoles y no solamente la información parcial esparcida por el Imperio romano.
  3. El Imperio romano mismo intentó destruir el cristianismo y un método que empleó fue intentar destruir las enseñanzas de Cristo. Por un tiempo se consideraba un delito poseer alguna escritura de los Apóstoles. Esta persecución motivó a los líderes de la iglesia primitiva a decidir cuáles libros guardar como auténticos e inspirados. Porque ¡quién quisiera perder la vida por un libro no inspirado!

El proceso de compilar las escrituras auténticas de los Apóstoles que habían circulado y sido confirmado por la iglesia primitiva era lento, pero en el año 397 d.C. en el Concilio de Cartago se confirmaron los 27 libros del Nuevo Testamento como el canon oficial. (Los criterios: escrito por un Apóstol o discípulo, circulado por las iglesias mientras el autor estaba con vida, aceptado por la iglesia durante la Edad Apostólica.) Hoy existen más de cuatro mil copias enteras y parciales del canon.

Por casi 1600 años hemos tenido los mismos 27 libros en el Nuevo Testamento.

Mateo

Mateo era uno de los Apóstoles elegidos por Jesús; era un recaudador de impuestos quien dejó su empresa rentable pero repugnante para seguir a Jesús. Su libro circuló con el título "Según Mateo" y fue aceptado universalmente como un texto apostólico por el año 125 d.C.

Uno de los primeros historiadores de la iglesia primitiva, Papías (discípulo de Juan el Apóstol), cuenta en su libro que Mateo originalmente escribió un texto hebreo o arameo en 65 y 69 d. C., el cual registró el ministerio y las palabras (logia) de Jesús. ¿Por qué esta fecha?

  • Se perdió el texto original. Lo que tenemos es la traducción al griego que circulaba en el segundo siglo (100-200 d. C.).
  • Aunque se ha perdido o destruido el texto original hebreo, había muchos autores desde los principios del primer siglo y también del segundo siglo que afirmaron haberlo visto y usado y no negaron la precisión de la traducción griega que estaba circulando en esos momentos. (Ireneo dice que la autoría data hacia 64 d. C.; Panteno (170 d. C.) escribió que encontró la versión hebrea del evangelio en Judá; Orígenes (220 d. C.) menciona en sus escrituras que Mateo escribió en hebreo para los judíos.)

Algunos eruditos creen que además del evangelio en arameo, Mateo también produjo una versión de su evangelio en griego pero con el estilo judío. De esta manera fue que los eruditos determinaron la legitimidad de este libro, su autoría apostólica y lo incluyeron en el canon.

Propósito

Mateo presenta una defensa o una obra apologética dirigida a los judíos. Toma el tiempo para explicar extensamente los eventos y las enseñanzas que serían difíciles que la mente judía entendiera o creyera (el nacimiento virginal, la muerte en la cruz, las enseñanzas sobre el Sábado, el soborno de los soldados para que mintieran, los procedimientos con el Sanedrín, etc.) Construye su testimonio de primera mano usando la historia y costumbre adecuada del judío (la genealogía, etc.), y presenta sus argumentos basados en el cumplimiento de las profecías que se referían al Mesías judío.

En la iglesia primitiva a menudo se usaba su evangelio como un manual de entrenamiento para cristianos nuevos. Organiza ordenadamente las enseñanzas y el ministerio de Jesús.

El evangelio de Mateo se podría usar para convertir tanto al judío como al gentil ya que contenía información relevante a ambos para el crecimiento pero el enfoque principal del material fue para los judíos.

Estructura

Mateo usa una serie de narrativas seguidas por unos discursos en el recuento de la historia de Jesús.

  • Una narrativa: una descripción ordenada de eventos.
  • Un discurso: referente a una conversación o discurso.

Hay seis secciones narrativas y cinco secciones discursivas y cada una termina con las palabras, "Cuando Jesús terminó estas palabras..."

En el próximo capítulo empezaremos a mirar la Narrativa #1.

Serie
2 of 13