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Introducción a los Salmos

En esta lección de introducción al libro de los Salmos, Mike repasa el título, la autoría y el uso de este cancionero judío.
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Este libro es una guía para principiantes en el estudio del libro de los Salmos. El enfoque que utilizaremos es el siguiente:

  1. Repasaremos la historia en general, antecedentes y varios autores que contribuyeron con los 150 salmos contenidos en el libro de los Salmos.
  2. Examinaremos la información técnica y los recursos literarios que hacen única a la poesía hebrea.
  3. El libro de los Salmos tiene nueve categorías diferentes de salmos. Veremos cada tipo y nos centraremos en un salmo específico de cada grupo para más análisis.

Los principales objetivos de este estudio son conocer la historia y trasfondo de este libro del Antiguo Testamento, apreciar el estilo distintivo de la poesía hebrea y reconocer las diferencias entre los nueve tipos diferentes de salmos. Con suerte, gracias a esta mayor comprensión, seremos capaces de extraer pensamientos con significado más profundo de este hermoso e inspirador libro.

Título

"Tehillim" significa alabanzas, en hebreo. La traducción griega de esta palabra hebrea es "Psalmoi". La palabra "salmos" en español proviene del latín tardío psalmus, término que, a su vez, deriva del griego ψαλμός ="Psalmoi".

Los salmos tienen una cualidad universal en el sentido de que ofrecen al lector comodidad sin necesidad de comprensión crítica. En otras palabras, no se requiere ser un erudito ni se necesita entender la historia Judía para poder apreciarlos. Dicho esto, el Libro de los Salmos también presenta al lector moderno una paradoja o contradicción que se expresa mejor con la pregunta: ¿Cómo puede un libro que viene de una cultura de mente estrecha, con su tradición religiosa tan compleja y exclusiva, tener un atractivo tan universal? Una respuesta podría ser que los Salmos hablan de cada área de la experiencia, necesidades y condición del ser humano. Por ejemplo:

  • El elevado sentido de adoración presentado en muchos de los salmos satisface la necesidad básica de todas las personas de búsqueda de Dios.
  • En general, los Salmos presentan a un pueblo que fue audaz en la oración y tenía una relación íntima con Dios durante un tiempo en que ello no era la norma.
  • La actitud de certeza teológica en la presencia y el poder de Dios, que se encuentra en los Salmos, resulta atractivo al espíritu humano.
  • La forma estética de la poesía misma atrae a todo tipo de personas. La belleza y la gracia evidentes en los salmos son atemporales (por ejemplo, "el Señor es mi pastor..." Salmo 23:1 - escrito hace casi 3000 años, resuena en las personas en cada generación).

Como cristianos, entendemos por la fe que es así porque los Salmos son obra de Dios y fueron dados a propósito a hombres y mujeres con estas características in mente, si bien los no creyentes encuentran también consuelo, sabiduría y belleza en esta poesía antigua.

Paternidad literaria

Los Salmos fueron escritos por diferentes escritores, pero el Espíritu Santo es el autor de este y de todos los demás libros del Biblia (2 Timoteo 3:16). Las citas al libro de los Salmos aparecen en el Nuevo Testamento más veces que en cualquier otro libro del Antiguo Testamento (de las 287 citas en el Nuevo Testamento tomadas del Antiguo Testamento, 116 son de los Salmos).

Hay 150 salmos individuales en el libro de los Salmos, pero hay más de 150, contenidos en la porción de la Biblia que corresponde al Antiguo Testamento. El formato actual de los 150 es el resultado de un proceso de selección de entre un número mayor de salmos disponibles y reunidos bajo la guía del Espíritu Santo. Originalmente, los salmos o alabanzas se reunían en pequeñas colecciones ordenadas por la similitud de temas, lemas, frases, tipos y formas. Entendemos que el libro de los Salmos se desarrolló así por varias razones:

  • El Salmos 72:20 dice que los salmos de David se han terminado; pero más adelante, en los Salmos 86, 101, 103 y 108, se encuentran más salmos que se refieren a David. Ello sugiere que se combinaron dos colecciones y la más pequeña se incluyó en la más grande.
  • Hay dobletes o salmos duplicados dentro y fuera del libro de los Salmos: los Salmos 14 y 53 son similares; y el 105:1-15 y 1 Crónicas 16:8-22 también son similares. Esto significa que diferentes grupos disponían de diversas colecciones y, cuando fueron unidas, las duplicaciones se hicieron evidentes.
  • Constatamos que los conjuntos cortos se utilizaron para propósitos especiales. Por ejemplo, los Salmos 113-118 son llamados Hallel (palabra hebrea para alabanza) porque comienzan y terminan con las palabras "alabado sea el Señor" y eran cantados en las tres grandes fiestas judías de Dedicación, Luna Nueva y Pascua (los salmos Hallel son los que cantó Jesús con los Apóstoles en la última cena - Mateo 26:20). Esta fue una colección separada más pequeña que se colocó finalmente dentro de una más grande.

Algunos salmos fueron incluidos en el libro de los Salmos y otros no. Por ejemplo, el cántico de liberación de Moisés (Éxodo 15:1-18), el Canto de alabanza de Débora (Jueces 5), el lamento de David por Saúl y Jonatan (2 Samuel 1:19-27), y la alabanza de Ezequías a Dios por librarlo de la enfermedad (Isaías 38:9-20) son todos ellos salmos que no estaban en el libro actual de los Salmos.

Este proceso de selección de algunos y de omisión de otros puede compararse con la declaración de Juan que obra en Juan 20:30-32, donde escribe que sólo algunos de los acontecimientos de la vida de Jesús fueron registrados, para satisfacer el propósito del autor (el Santo Espíritu). En otras palabras, de todos los cánticos de alabanza y salmos escritos, algunos fueron registrados bajo la guía del Espíritu Santo e incluidos en varios libros a lo largo del Antiguo Testamento, y solo 150 de estos fueron agrupados para formar el mismo libro de los Salmos.

El libro de los Salmos se divide en cinco secciones. Se hizo probablemente así para ayudar a estudiar o para corresponderse con los cinco libros de la Ley. Antes del final de cada sección, había una "doxología" (expresión oral de alabanza). Los cinco "libros" se dividieron de la siguiente manera:

  1. Salmo 1 - Salmo 41
  2. Salmo 42 - Salmo 72
  3. Salmo 73 - Salmo 89
  4. Salmo 90 - Salmo 106
  5. Salmo 107 - Salmo 150

El libro de los Salmos fue escrito durante un período de aproximadamente 1000 años, por varios escritores. Moisés, a quien se atribuye el Salmo 90, es el primero de los escritores (1400 AC). David (1040 AC) es el más prolífico, pues se atribuyen a él exclusivamente los salmos 1-41, así como 30 más, aproximadamente, del resto del libro de los Salmos.

A Salomón (950 AC) se le atribuyen dos o posiblemente tres salmos. Asaf, los hijos de Coré, Etán, Hemán y otros escritores desconocidos del 900 al 400 AC se mencionan como los escritores de los salmos restantes. Toda la colección fue incluida en el canon del Antiguo Testamento como un solo libro, conteniendo 150 salmos, 400 años antes de la aparición de Jesús.

Uso de los Salmos

El libro de los Salmos fue considerado y utilizado como el "Cancionero judío" en tiempos del Antiguo Testamento. Fue utilizado para la adoración en el templo, para la oración y la alabanza en la sinagoga y como himnario y guía con fines devocionales en el hogar. Sirvió también a la iglesia primitiva de la misma manera.

Mas tarde, Martín Lutero usó el libro de los Salmos para restaurar el canto congregacional en las primeras iglesias protestantes. Muchas versiones del cancionero que son usadas en las Iglesias de Cristo, hoy en día, contienen hasta 126 canciones tomadas originalmente de los Salmos.

El libro de los Salmos es un libro valioso por todo lo que proporciona al lector:

  • Es eficaz para probar que las afirmaciones de Cristo fueron profetizadas con precisión en el Antiguo Testamento (p. ej. Lucas 24:44).
  • Mejora nuestra oración y experiencia devocional. Los salmos nos ayudan a desarrollar un vocabulario y un espíritu piadosos al tiempo que buscamos ofrecer adoración aceptable a Dios.
  • Los Salmos amplían nuestra comprensión y aprecio por Dios. Ellos describen con alabanzas maravillosas el poder, la gloria, la sabiduría y la misericordia de Dios.
  • Profundizan nuestro conocimiento y relación con Él, y nos ayudan a entender el vínculo entre la acción de gracias y la satisfacción. Enfocarse en lo que no tenemos nos conduce a la insatisfacción. Sin embargo, el reconocer y dar gracias por lo que tenemos crea y alimenta un sentido de satisfacción y bienestar en nuestras almas. Los Salmos nos sirven en este proceso proporcionando el lenguaje y entendimiento que necesitamos para dar gracias de manera efectiva.
  • Los Salmos también nos enseñan la respuesta piadosa a la tristeza, el temor, el desánimo, la ira, la incredulidad, la victoria y la alegría. Exploran y explican a los creyentes sentimientos que se relacionan con Dios y con el mundo que les rodea.

A medida que avanzamos en este libro, mi esperanza es que se aprenda a comprender y utilizar el lenguaje de la oración y de la alabanza dado a nosotros por Dios, con objeto de equipar a cada santo para una adoración aceptable y edificante.