3.

El ascenso del rey David

En esta lección Mike trazará el ascenso de David hasta el punto culminante de su reinado sobre Israel y su relación con Dios como hombre conforme a Su propio corazón.
Clase de:
EnglishFrançaisEspañol

El libro de 1 Samuel marca una transición crucial en la historia de Israel, pasando de una confederación suelta de tribus a una monarquía centralizada. Narra el ascenso y la caída de figuras clave como el profeta Samuel, la demanda del pueblo por un rey y la unción de los dos primeros reyes de Israel, Saúl y David.

Desde el principio, el enfoque está en el ministerio profético de Samuel y sus esfuerzos por guiar a Israel a través de convulsiones espirituales y políticas. La introducción de Saúl como rey, elegido por Dios pero finalmente rechazado debido a la desobediencia, refleja la tensión entre la autoridad divina y el liderazgo humano. El trágico arco de Saúl destaca la complejidad del liderazgo bajo el escrutinio divino.

David, quien emerge como una figura central en 1 Samuel, es retratado como un joven pastor elegido por Dios para reemplazar a Saúl. Su ascenso a la prominencia, marcado por su fe, valor y lealtad, se contrasta con la caída de Saúl. A pesar de ser ungido como rey, el camino de David está lleno de desafíos, incluyendo evadir los intentos asesinos de Saúl y navegar la política de un Israel dividido.

El libro termina con la muerte de Saúl y sus hijos en batalla, preparando el escenario para la ascensión completa de David al trono en 2 Samuel, donde su reinado como rey y la consolidación de la monarquía de Israel serán el enfoque.

Introducción: 2 Samuel continúa la narrativa del ascenso al poder de David y su reinado como rey sobre Israel. El libro comienza con David lamentando la muerte de Saúl y su amigo cercano Jonatán, señalando el fin de la problemática dinastía de Saúl.

El camino de David para convertirse en rey no es inmediato, ya que primero reina sobre Judá mientras el hijo de Saúl, Is-boset, tiene dominio sobre las tribus del norte de Israel.

A través de maniobras políticas, victorias militares y el favor divino, David finalmente une el reino y establece Jerusalén como el centro político y espiritual de Israel.

El libro destaca los éxitos y desafíos del reinado de David, mostrándolo tanto como un rey guerrero como un hombre conforme al corazón de Dios. Sin embargo, 2 Samuel también retrata las fallas personales de David, especialmente su pecado con Betsabé, que conduce a la turbulencia dentro de su propio hogar. Las consecuencias de las fallas morales de David se extienden a través de su familia, llevando a la rebelión, la traición y el conflicto interno.

A pesar de estos contratiempos, 2 Samuel subraya el pacto duradero de Dios con David, estableciendo la base para la futura esperanza mesiánica que vendría a través de su linaje.

I. David se convierte en rey - 2 Samuel 1-5

1. David llora a Saúl y Jonatán (2 Samuel 1)

El libro comienza con David recibiendo la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán. A pesar de ser perseguido por Saúl, David llora profundamente por ambos, componiendo un lamento conmovedor conocido como el Cántico del Arco. Esto demuestra el respeto de David por Saúl como ungido de Dios y su profundo vínculo con Jonatán.

2. David ungido rey de Judá (2 Samuel 2:1-7)

Tras la muerte de Saúl, David busca la guía de Dios y se le indica que se traslade a Hebrón, donde la tribu de Judá lo unge como su rey. Esto marca el comienzo del reinado de David, aunque inicialmente solo gobierna sobre Judá, no sobre toda la nación de Israel.

3. Guerra civil entre David e Is-boset (2 Samuel 2:8-3:1)

Mientras tanto, Is-boset, hijo de Saúl, es instalado como rey sobre las tribus del norte de Israel por Abner, el comandante militar de Saúl. Esto conduce a una guerra civil entre las fuerzas de David y las leales a Is-boset. El conflicto es largo y sangriento, con las fuerzas de David ganando gradualmente la ventaja.

4. Abner deserta a David (2 Samuel 3:6-21)

Surgieron tensiones entre Is-boset y Abner, lo que llevó a Abner a cambiar de lealtad y ofrecer unir a Israel bajo el gobierno de David. David acepta la propuesta de Abner, preparando el escenario para la unificación de las tribus.

5. Asesinato de Abner e Is-boset (2 Samuel 3:22-4:12)

Abner es asesinado por Joab, el comandante militar de David, en un acto de venganza personal. David condena el asesinato, distanciándose de las acciones de Joab.

Poco después, Is-boset es asesinado por dos de sus propios hombres, lo que lleva al colapso de la dinastía de Saúl. David, nuevamente, condena el asesinato de Is-boset y castiga a los asesinos.

6. David ungido rey de todo Israel (2 Samuel 5:1-5)

Con la muerte de Is-boset, los ancianos de Israel vienen a David en Hebrón y lo ungieron como rey sobre toda la nación. David finalmente se convierte en el gobernante de un Israel unido, cumpliendo la promesa anterior de Dios.

7. David captura Jerusalén y la establece como capital (2 Samuel 5:6-12)

Una de las primeras acciones de David como rey de todo Israel es capturar la ciudad jebusea de Jerusalén, que establece como su capital. Fortifica la ciudad, la renombra como la Ciudad de David y construye su palacio allí, convirtiéndola en el corazón político y espiritual de Israel.

8. David derrota a los filisteos (2 Samuel 5:17-25)

En respuesta al creciente poder de David, los filisteos lanzan ataques contra él. David busca el consejo de Dios y conduce a Israel a victorias decisivas, consolidando su control sobre el reino y asegurando las fronteras de Israel.

Estos capítulos establecen las bases para el reinado de David, destacando su perspicacia política, destreza militar y compromiso con buscar la guía de Dios.

II. David y el Arca de la Alianza - 2 Samuel 6:1-7:29

1. El Arca de la Alianza llevada a Jerusalén (2 Samuel 6:1-23)

Después de asegurar su reino, David busca llevar el Arca del Pacto—el cofre sagrado que simboliza la presencia de Dios y el pacto de Israel con Él—a Jerusalén. El Arca había sido guardada en la casa de Abinadab durante décadas después de ser capturada y luego devuelta por los filisteos (1 Samuel 4-7), y la decisión de David de trasladarla a su nueva capital, Jerusalén, fue sumamente significativa.

David primero intenta transportar el Arca en un carro, pero ocurre una tragedia cuando Uzá, uno de los hombres que guiaban el carro, toca el Arca para estabilizarla y es muerto por Dios debido a su irreverencia. Este incidente resalta la sacralidad del Arca y los estrictos mandatos sobre su manejo. David, conmocionado por este evento, detiene el transporte y deja el Arca en la casa de Obed-edom durante tres meses. Durante ese tiempo, la casa de Obed-edom es bendecida, señalando que el favor de Dios acompaña al Arca.

David luego reanuda la procesión con mayor reverencia, asegurándose de que el Arca sea llevada correctamente por los levitas según lo ordenado en la Ley de Moisés (Números 4:15). Al entrar el Arca en Jerusalén, David danza con gran alegría ante el Señor, vestido solo con un efod de lino.

Su esposa Mical, hija de Saúl, desaprueba la exhibición exuberante de David y lo critica por su comportamiento indigno, pero David defiende sus acciones como una devoción de adoración a Dios. La crítica de Mical resulta en que ella quede estéril por el resto de su vida, simbolizando el fin de la línea de Saúl.

La llegada del Arca a Jerusalén es un hito espiritual y político, que simboliza el papel de David no solo como rey sino como un gobernante dedicado a Yahvé. Al establecer Jerusalén como el centro religioso de Israel, David afirma su legitimidad y asegura la capital como el corazón tanto político como espiritual de la nación.

2. La Alianza de Dios con David (2 Samuel 7:1-29)

Después de llevar el Arca a Jerusalén, David expresa su deseo de construir un templo para Dios. Hasta ese momento, el Arca del Pacto se alojaba en una tienda, conocida como el tabernáculo, y David desea darle a Dios un lugar de morada permanente, reflejando su devoción y deseo de honrar a Dios.

El profeta Natán inicialmente apoya la idea, pero esa noche Dios habla con Natán, entregándole un mensaje para David. Dios le dice a David que él no es quien construirá el templo. En cambio, Dios promete establecer la dinastía de David—su casa—como un reino eterno. Esta promesa divina se conoce como el Pacto Davídico, y contiene varios elementos clave:

  • Dios hará grande el nombre de David y establecerá la paz para Israel.
  • El hijo de David (más tarde revelado como Salomón) construirá el templo.
  • Dios promete mantener una relación especial de padre e hijo con los descendientes de David.
  • La casa, el reino y el trono de David serán establecidos para siempre, lo que lleva a la expectativa de un gobernante eterno de la línea de David, que se cumple finalmente en la profecía mesiánica que apunta a Jesucristo.

David responde con una oración sincera de humildad y gratitud, maravillándose de las promesas bondadosas de Dios. Reconoce que solo es posible recibir tales bendiciones por el poder de Dios y ora por el cumplimiento del pacto para el beneficio de sus descendientes y la nación de Israel.

La importancia del Arca y el papel de David

El Arca del Pacto representa la presencia de Dios con Israel y Su relación de pacto con Su pueblo. Al llevar el Arca a Jerusalén, David fortalece su posición política al unir la nación bajo una sola ciudad capital, mientras también asegura que la vida religiosa de Israel esté centrada en Jerusalén.

Este movimiento enfatiza el papel de David no solo como líder político, sino también como figura espiritual para la nación, demostrando su compromiso de alinear su reinado con la voluntad de Dios.

En 2 Samuel 7, el Pacto Davídico establece aún más la importancia de David en la historia de la salvación. La promesa de un reino eterno a través de la descendencia de David eleva su reinado a un nivel divino, asegurando que la dinastía de David desempeñará un papel crucial en el plan de Dios para Israel y el mundo.

La combinación de la reubicación del Arca y el pacto divino consolida el papel de David como un rey elegido por Dios, quien sentará las bases para el destino espiritual y político futuro de Israel.

III. Las conquistas militares de David y su bondad hacia Mefiboset - 2 Samuel 8:1-10:19

1. Las conquistas militares de David (2 Samuel 8:1-18)

En estos capítulos, el poder de David como rey alcanza su cenit, mientras lidera a Israel en una serie de campañas militares exitosas, extendiendo las fronteras de su reino y asegurando el dominio de Israel sobre sus vecinos. El capítulo 8 describe las victorias clave de David:

  • Derrota de los filisteos: David somete a los enemigos de larga data de Israel, tomando el control de sus territorios clave.
  • Victoria sobre los moabitas: David derrota a Moab y somete al pueblo al tributo, expandiendo la influencia de Israel hacia el este.
  • Conquista de Hadadezer, rey de Zobah: David extiende su influencia hacia el norte al derrotar a Hadadezer de Zobah en una batalla importante. Captura una gran cantidad de oro, bronce y otros despojos, enriqueciendo aún más a Israel.
  • Victoria sobre los arameos de Damasco: En respuesta a la intervención aramea en favor de Hadadezer, David también los derrota, estableciendo guarniciones en Damasco y asegurando a Aram como estado vasallo.
  • Derrota de los edomitas: Las fuerzas de David conquistan Edom en el sur, instalando guarniciones y asegurando su sumisión a Israel.

A través de estas victorias, David establece a Israel como una potencia regional dominante, con naciones vecinas pagando tributo. Estas conquistas cumplen las promesas anteriores de Dios de que David daría descanso y seguridad a Israel de sus enemigos (2 Samuel 7:11). David dedica los despojos de guerra al Señor, mostrando que considera estas victorias como parte del plan más grande de Dios para la expansión y seguridad de Israel.

2. Bondad con Mefiboset (2 Samuel 9:1-13)

En medio de sus triunfos militares, David demuestra bondad personal y lealtad al buscar a un miembro restante de la familia de Saúl a quien pudiera mostrar favor, en honor a su pacto con Jonatán.

David se entera de Mefiboset, el hijo lisiado de Jonatán, que ha estado viviendo en la oscuridad. David lleva a Mefiboset a su corte, le restaura todas las tierras que pertenecían a Saúl, y lo invita a comer regularmente en la mesa del rey. Este acto de bondad es extraordinario dado que la práctica habitual era eliminar a los descendientes de una dinastía rival para asegurar el trono propio.

Mefiboset, que había vivido con miedo y pobreza, es elevado a una posición de honor dentro de la casa de David. La bondad de David refleja su lealtad a Jonatán, pero también demuestra su sentido de justicia y misericordia como rey. No ve a Mefiboset como una amenaza, sino como alguien a quien puede mostrar gracia.

3. Guerra contra los amonitas y los arameos (2 Samuel 10:1-19)

La política exterior de David continúa con eventos que conducen a un conflicto importante con los amonitas. Cuando muere el rey amonita Najas, David envía emisarios para expresar sus condolencias al hijo de Najas, Hanún, con la esperanza de mantener relaciones pacíficas. Sin embargo, Hanún humilla a los hombres de David, sospechándolos de espionaje. Esta ofensa impulsa a David a ir a la guerra contra los amonitas.

Los amonitas, reconociendo su vulnerabilidad, contratan fuerzas arameas para que los ayuden. En respuesta, David envía a su comandante Joab y al ejército para enfrentar esta coalición. Las fuerzas de Joab se dividen para luchar tanto contra los amonitas como contra los arameos, logrando la victoria sobre ambos. Más tarde, las fuerzas de David dan seguimiento con una victoria decisiva contra los arameos, consolidando la supremacía militar de Israel.

Clímax del poder de David y alineación con la voluntad de Dios

Estos capítulos representan el clímax del poder de David como rey. Militarmente, David cumple las promesas de Dios de dar descanso a Israel de sus enemigos y expande el territorio del reino a su máxima extensión.

Sus victorias sobre los filisteos, moabitas, edomitas, arameos y amonitas aseguran las fronteras de Israel y establecen la reputación de David como un gobernante formidable y bendecido divinamente.

Las conquistas de David también se alinean con las promesas del pacto de Dios en 2 Samuel 7. Sus victorias no solo se tratan de la expansión territorial, sino que se presentan como el cumplimiento de los planes de Dios para que Israel prospere bajo el liderazgo de David.

Es importante que David dedique los despojos al Señor, indicando que su poder se entiende que proviene de Dios, no simplemente de sus propias habilidades.

La bondad de David hacia Mefiboset, que ocurre en medio de estas conquistas, resalta otro aspecto de su reinado: su compromiso con la justicia, la misericordia y la lealtad al pacto.

Demuestra que el éxito de David como gobernante no solo se mide por su destreza militar, sino también por su adhesión a valores que reflejan el corazón de Dios: la bondad, la lealtad y la misericordia, especialmente hacia los vulnerables.

Demuestra que el éxito de David como gobernante no solo se mide por su destreza militar, sino también por su adhesión a valores que reflejan el corazón de Dios: la bondad, la lealtad y la misericordia, especialmente hacia los vulnerables.

Sin embargo, este período de éxito y alineación con la voluntad de Dios representa un punto culminante en el reinado de David. Muestra a David en su mejor momento, ejerciendo el poder con responsabilidad, compasión y reverencia por Dios.

A partir de este momento, su reinado estará marcado por fracasos personales y conflictos familiares, que desafiarán la estabilidad de su reino. Sin embargo, en estos capítulos, el gobierno de David alcanza su máxima expresión de lo que significa ser un rey conforme al corazón de Dios.

IV. Comparación entre el rey David y Jesús

El rey David, tal como se describe en la Biblia, sirve como una importante prefiguración de Jesucristo, a menudo visto como un "tipo" del Mesías venidero. Sin embargo, a pesar de los paralelismos en sus roles y caracteres, existen contrastes significativos entre ambos, particularmente en sus vidas terrenales, lo que resalta el cumplimiento perfecto de Jesús de lo que el reinado de David señalaba.

1. Paralelismos de carácter entre David y Jesús

Elegidos y ungidos por Dios

    • David: David fue elegido y ungido por Dios para ser rey sobre Israel (1 Samuel 16:1-13). No fue la elección obvia según los estándares humanos, pero Dios vio su corazón y lo seleccionó para guiar a Su pueblo.
    • Jesús: Jesús también fue elegido y ungido por Dios, no solo como rey sobre Israel, sino como el Rey eterno y Salvador del mundo (Lucas 3:21-22). Al igual que David, Jesús fue ungido por Dios, pero Su reinado fue mucho mayor y eterno.

Pastor-Rey

    • David: David comenzó su vida como pastor, cuidando las ovejas de su padre (1 Samuel 17:34-35). Como rey, llevó este corazón de pastor a su liderazgo, guiando y protegiendo a Israel.
    • Jesús: Jesús es llamado el Buen Pastor (Juan 10:11), que da su vida por sus ovejas. Como David, Jesús lidera con compasión, cuidado y un profundo sentido de responsabilidad, pero el cuidado de Jesús se extiende a toda la humanidad, no solo a Israel.

Hombre de culto y oración

    • David: David era conocido por su profunda devoción a Dios, como se evidencia en los Salmos. Fue un hombre de adoración, oración y arrepentimiento (Salmo 51), y buscó honrar a Dios durante su reinado.
    • Jesús: Jesús también demostró una vida de oración, devoción y obediencia al Padre (Marcos 1:35, Lucas 5:16). Mientras que la adoración de David a veces estaba manchada por la fragilidad humana, la adoración de Jesús era pura, siempre en perfecta sumisión a la voluntad de Dios (Juan 5:19).

Sufrimiento y rechazo

    • David: David experimentó períodos de sufrimiento y rechazo, particularmente durante la persecución de Saúl y la rebelión de su hijo Absalón. Estos sufrimientos moldearon el carácter de David y lo obligaron a depender de la liberación de Dios (Salmos 18:1-6).
    • Jesús: Jesús también fue un hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento (Isaías 53:3). Fue rechazado por su propio pueblo y finalmente crucificado. Sin embargo, Jesús soportó el sufrimiento no por su propio pecado o debilidad, sino para quitar los pecados del mundo (1 Pedro 2:24).

2. 2. Diferencias clave: Características que faltan en la vida de David cumplidas perfectamente en Jesús

Sin pecado

    • David: A pesar de ser llamado un hombre conforme al corazón de Dios (1 Samuel 13:14), David tenía profundas fallas. Su pecado con Betsabé y su papel en el asesinato de Urías (2 Samuel 11) son algunos de los ejemplos más notables de su fracaso moral. David se arrepintió sinceramente, pero su vida muestra las consecuencias del pecado, incluso para aquellos elegidos por Dios.
    • Jesús: En contraste, Jesús fue sin pecado (Hebreos 4:15). Cumplió perfectamente la ley de Dios, resistiendo toda tentación (Mateo 4:1-11), y vivió una vida de absoluta obediencia al Padre. Mientras David tuvo que pedir perdón, Jesús se convirtió en el sacrificio perfecto para perdonar los pecados del mundo (2 Corintios 5:21).

Justicia y misericordia perfectas

    • David: Como rey, David a menudo buscó gobernar con justicia y misericordia, pero no siempre fue consistente. Por ejemplo, sus acciones frente a la violencia de Joab y la rebelión de Absalón mostraron tanto falta de juicio como una lenidad que a veces llevó a complicaciones mayores.
    • Jesús: Jesús, sin embargo, equilibra perfectamente la justicia y la misericordia. Él sostiene los estándares de Dios sin compromiso, pero ofrece gracia y perdón a los arrepentidos (Juan 8:1-11). Su sacrificio en la cruz satisfizo los requisitos de la justicia divina mientras extendía misericordia a toda la humanidad (Romanos 3:25-26).

Reino Eterno

    • David: Mientras David estableció un poderoso reino terrenal y recibió la promesa de Dios de una dinastía eterna (2 Samuel 7:16), su reino estuvo limitado en el tiempo y eventualmente se dividió y cayó. El reinado de David fue solo una sombra del reino eterno que vendrá.
    • Jesús: Jesús cumple esta promesa de un reino eterno. Su reinado no es sobre una nación temporal sino sobre toda la creación (Lucas 1:32-33). Jesús es el Rey de reyes cuyo dominio es eterno, y Su reino es espiritual, trascendiendo las limitaciones del poder terrenal (Apocalipsis 11:15).

Sacrificio perfecto

    • David: David, como rey, ofreció sacrificios y buscó la expiación de sus pecados a través de los rituales de la ley (2 Samuel 24:25), pero estos sacrificios eran imperfectos y debían repetirse continuamente.
    • Jesús: Jesús, en cambio, se convirtió en el sacrificio perfecto por el pecado (Hebreos 10:12-14). Se ofreció a Sí mismo una vez para siempre, asegurando la redención eterna para los que creen en Él. A diferencia de David, Jesús no necesitó expiar sus propios pecados, sino que se entregó completamente por los pecados del mundo.

Salvador Universal

    • David: El papel de David fue principalmente como rey de Israel, y su influencia se limitó en gran medida a la nación de Israel y sus vecinos inmediatos.
    • Jesús: Jesús no vino solo por Israel, sino como el Salvador de todo el mundo (Juan 3:16). Su misión se extiende a todas las naciones y pueblos, trayendo salvación, paz y reconciliación a cualquiera que crea, sin importar su origen (Efesios 2:14-18).

Conclusión

David, a pesar de sus defectos, fue un anticipo de Cristo: un rey guerrero, pastor y siervo de Dios que señalaba el reinado definitivo del Mesías. Sin embargo, donde David falló debido al pecado y la fragilidad humana, Jesús cumplió perfectamente cada aspecto de la voluntad de Dios.

Mientras que la vida y el reinado de David reflejan destellos del carácter de Cristo, es en Jesús donde vemos al Rey verdadero y perfecto, que no solo es un pastor para Su pueblo, sino también el Salvador eterno y sin pecado cuyo reino no tendrá fin.

Nota: La traducción de esta lección se ha realizado electrónicamente y aún no ha sido revisada.

Fuentes

El material creado para 2 Samuel capítulos 1-10 se basa en las siguientes fuentes clave:

1. La Biblia (Fuente Principal)

  • English Standard Version (ESV)
  • New International Version (NIV)
  • New King Santiago Version (NKJV)

Estas traducciones proporcionan la narrativa bíblica fundamental de 2 Samuel 1-10, enfocándose en los eventos del reinado de David, incluyendo su lamento por Saúl y Jonatán, su ascenso al poder y sus victorias militares.

2. Comentarios Bíblicos y Recursos Expositivos

  • Comentario de Mateo Henry sobre toda la Biblia: Este recurso ofrece una exposición teológica detallada y lecciones morales a partir de los eventos de 2 Samuel. Explora las respuestas de David a la muerte de Saúl, sus cualidades de liderazgo y la importancia del Arca del Pacto en su reinado.
  • El Nuevo Comentario Bíblico (Editores: D.A. Carson, R.T. France, J.A. Motyer y Gordon Wenham): Este recurso académico proporciona perspectivas sobre el contexto histórico y cultural del reinado de David, así como reflexiones teológicas sobre los éxitos y fracasos de David.
  • Comentario de Keil y Delitzsch sobre el Antiguo Testamento: Conocido por su examen detallado de los aspectos históricos y lingüísticos del Antiguo Testamento, este comentario ofrece un análisis profundo de los eventos clave en el reinado temprano de David, incluyendo el regreso del Arca y el pacto de David con Dios.

3. Recursos de Antecedentes Bíblicos y Teológicos

  • "Comentario de Antecedentes Bíblicos IVP: Antiguo Testamento" por Juan H. Walton, Victor H. Mateos y Marcos W. Chavalas: Este recurso proporciona antecedentes culturales, políticos e históricos, especialmente útil para entender la importancia de las victorias militares de David, la unificación de Israel y su deseo de construir un templo para el Señor en 2 Samuel 7.
  • "Introducción al Antiguo Testamento" por Tremper Longman III y Raymond B. Dillard: Ofrece perspectivas teológicas e históricas sobre el ascenso al poder de David, el pacto davídico y la importancia de su reinado en el contexto más amplio de la historia de Israel.

4. Reflexiones Teológicas y Lecciones de Liderazgo

  • "La Vida de David" por F.B. Meyer: Este recurso ofrece reflexiones prácticas y espirituales sobre la vida de David, incluyendo sus cualidades de liderazgo, luchas personales y su corazón para la adoración, como se ve en su deseo de llevar el Arca a Jerusalén y construir una casa para Dios.
  • "La Formación de un Líder" por Robert Clinton: Este libro discute principios de liderazgo en la Biblia, usando a menudo a David como ejemplo de cómo Dios forma a un líder a través de éxitos y fracasos.

5. Perspectivas Pastorales y Prácticas de Liderazgo

  • "Liderazgo Espiritual" por J. Oswald Sanders: Este recurso ofrece perspectivas sobre las cualidades espirituales del liderazgo, usando la humildad y paciencia de David como ejemplo para los líderes cristianos contemporáneos.

Estos recursos, junto con la lectura directa de 2 Samuel 1–10, forman la base para los resúmenes y reflexiones sobre el reinado temprano de David, sus cualidades de liderazgo y la relación de pacto que establece con Dios.