3 pasos hacia la satisfacción
En estudios recientes publicados en la Asociación Americana de Psicología, la Revista Americana de Ciencia Política, así como en la Revista de Matrimonio y Familia, todos concluyeron que el problema de la insatisfacción con uno mismo, la vida pública y las relaciones familiares era la causa del estrés, la depresión y el conflicto. En otras palabras, las personas tienen cosas, alcanzan altos niveles de logro y tienen hogares encantadores y familias saludables, pero no parecen encontrar satisfacción incluso cuando poseen todas estas cosas.
Esta situación me recuerda al apóstol Pablo, quien experimentó una mezcla de bendiciones. Por ejemplo, en el lado positivo, fue un apóstol elegido, tuvo visiones de Cristo, pudo realizar milagros, recibió inspiración para escribir casi el 50% del Nuevo Testamento, y sin embargo, con todas estas ventajas como ministro de Dios, también pasó años en la cárcel – falsamente acusado – sin mencionar los naufragios, las palizas y los ataques maliciosos a su carácter y a la autoridad de sus enseñanzas – y sin embargo... escribió lo siguiente en Filipenses.
No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.
- Filipenses 4:11
Era un tiempo diferente y un mundo diferente y, sin embargo, Pablo abordó una enfermedad social común que aún está presente hoy en día: la insatisfacción con la vida, con el trabajo, con el dinero, con el amor. Así que, en el espíritu del Apóstol, ofrezco tres pasos hacia la satisfacción para aquellos que están insatisfechos hoy.
Paso #1
Comienza a dar gracias.
En otras palabras, revisa lo que tienes y da gracias en lugar de enfocarte en lo que no tienes. Qué insulto a Dios estar continuamente insatisfecho con lo que Él te ha proporcionado.
Paso #2
Deja de buscar lo que quieres y presta más atención a lo que otros necesitan.
Verás, preocuparse por las necesidades de los demás es mucho más satisfactorio que simplemente cuidarnos a nosotros mismos.
Paso #3
Recuerda dónde perteneces.
El descontento generalmente implica decepción con lo que tenemos o dónde estamos en este mundo.
Pero no pertenecemos a este mundo, pertenecemos al reino de Dios, y sin importar cuál sea nuestra situación aquí, solo será por un poco más de tiempo, y luego el Reino se levantará y todos los que han sido fieles serán glorificados y vivirán en un estado eterno que estará mucho más allá de estar contentos.
- Entender que el mejor estado al que podemos aspirar en este mundo roto es un estado de contentamiento porque no mejora, no puede mejorar aquí.
- Sin embargo, cuando Jesús regrese, nuestro estado será descrito con palabras como alegre, dichoso, eterno, un estado de ser muy diferente al mero contentamiento.
Ahora estamos aprendiendo a. Estar contentos con una taza que está medio llena, pronto iremos más allá del contentamiento hacia el cumplimiento porque nuestra taza estará eternamente llena con Jesucristo.