8.

Jesús mira hacia Jerusalén

Parte 3

En esta sección, Jesús transmite varias parábolas en respuesta a quienes cuestionaron su autoridad y misión, y como una forma de enseñar a sus discípulos sobre la realidad invisible del Reino de Dios.
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Estamos en la tercera sección de cuatro examinando los eventos que ocurrieron mientras Jesús viaja hacia Jerusalén. Hasta ahora Su ministerio se ha llevado acabo principalmente en Galilea, cerca de su casa en Capernaúm; pero se acerca el tiempo de Su rechazo y crucifixión entonces va hacia Jerusalén para enfrentar la hostilidad creciente de los líderes religiosos que se encuentran allí. Esto lo vemos en sus intentos de denunciarlo por sanar en el Sabbat, el Día de Reposo.

En esta sección, Lucas da a conocer un hilo de episodios donde Jesús emplea tanto parábolas como enseñanzas tradicionales para instruir a la gente sobre el reino y otros temas. Varias de estas se encuentran solamente en Lucas.

Parábolas Sobre Cenas y Huéspedes – 14:7-24

Ya que mucha de la socialización en esa época involucraba comida, Jesús da tres parábolas; una respecto a huéspedes, otra respecto al anfitrión, y una sobre la cena misma.

Parábola de los Huéspedes

Las tres parábolas tratan varios aspectos del reino de Dios. En otras parábolas (i.e. talentos, Mateo 25:14-30) el mensaje principal era que el reino estaba cerca o que no se sabía la hora del retorno del rey del reino y uno necesitaba estar preparado, (fiel, productivo, puro, etc.) En estas parábolas Jesús se enfoca en las actitudes del anfitrión y de los huéspedes.

7Y comenzó a referir una parábola a los invitados, cuando advirtió cómo escogían los lugares de honor a la mesa, diciéndoles: 8Cuando seas invitado por alguno a un banquete de bodas, no tomes el lugar de honor, no sea que él haya invitado a otro más distinguido que tú, 9y viniendo el que te invitó a ti y a él, te diga: «Dale ellugar a este»; y entonces, avergonzado, tengas que irte al último lugar. 10Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: «Amigo, ven más adelante»; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan a la mesa contigo. 11Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado.
- Lucas 14:7-11

Esta parábola resulta de lo que Jesús estaba viendo en el momento mientras los invitados buscaban las posiciones de mayor honor en la cena que asistía. La historia se explica solo y el mensaje es bien conocido; que en el reino, los humildes son exaltados y los arrogantes son humillados (i.e. Mateo 23:12). También resulta ser una acusación indirecta de los líderes religiosos quienes, a diferencia de personas comunes, eran demasiados arrogantes para recibir a Jesús, aún con el testimonio de Sus milagros.

Esta es una de las parábolas únicas al evangelio de Lucas.

Parábola/Instrucción para el Anfitrión (14:12-15)

En seguida Jesús se dirige no solo a Su anfitrión, pero a todos quienes practican la hospitalidad.

12Y dijo también al que le había convidado: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa. 13Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos, cojos, ciegos, 14y serás bienaventurado, ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos.
- Lucas 14:12-14

La manera en que los huéspedes se peleaban por posiciones en la mesa sugiere que no eran entre los pobres y desamparados. La hospitalidad es una señal de quien es parte del reino, sin embargo la hospitalidad del reino es distinto en que su meta es servir a otros y no a uno mismo. La diferencia en actitudes se refleja en la diferencia de los objetivos.

  1. Una actitud que sirve a uno mismo usa la hospitalidad estratégicamente para avanzar en la sociedad.
  2. Quienes sirven a otros mediante la hospitalidad lo hacen para avanzar el crecimiento del reino de Dios aquí en la tierra y reciben bendición por sus esfuerzos.
Cuando uno de los que estaban sentados con Él a la mesa oyó esto, le dijo: ¡Bienaventurado todo el que coma pan en el reino de Dios!
- Lucas 14:15

Este comentario sirve como un "Amén" a lo que Jesús acaba de decir y como un puente a la tercera parábola sobre el reino usando una cena. Implícitamente hace la pregunta, "¿quién será digno de participar en el banquete del reino?"

Parábola de la Cena (14:16-24)

Esta parábola resume la situación de Jesús mientras se acerca a Jerusalén y lo que le espera allí. En la parábola:

  • Dios es el anfitrión.
  • La cena es el mensaje del evangelio que guía-lidera al reino.
  • El esclavo mandado con la invitación es Jesús.
  • Los huéspedes originales son los judíos, especialmente los líderes religiosos.
  • Los pobres, cojos y ciegos en la ciudad son los judíos normales entre la gente común.
  • Los que están en las calles y los callejones son los gentiles.

En esta parábola Jesús resume Su ministerio hasta la fecha, la respuesta inicial a ello y el eventual resultado.

1. Ministerio hasta la Fecha y Respuesta

Jesús predicó e hizo milagros para comprobar que Él era el Mesías y que el reino de Dios había llegado. Los líderes religiosos, quienes debieron ser los primeros en reconocer y aceptar esto, no lo hicieron. Su respuesta era similar a los huéspedes que encontraron todo tipo de excusas para evitar la cena. De la misma manera estos hombres encontraron muchas maneras de desacreditar, atacar y finalmente arrestar y ejecutar a Jesús.

2. Resultado

La mayoría de los seguidores de Jesús era personas comunes (en ese entonces y hoy día) y eventualmente la cena (el mensaje) dirigido primero a los judíos, se esparció exitosamente entre los gentiles.

En Su mandato final, Jesús advierte que quienes se niegan a creer (como aquellos que fueron invitados primero) no disfrutarán de las recompensas del reino. Siempre se requerirá la fe para experimentar (gustar) el reino de Dios.

La Prueba del Discipulado – 14:25-35

Estas parábolas llevan a una conversación sobre el discipulado y sus requerimientos (mencionados en Mateo y Marcos). Jesús no deja ninguna duda que los discípulos deben renunciar todo lo que poseen, no para practicar la humildad o el ascetismo, pero para aprender a confiar en Él. En su comentario R.C.H. Lenski dice que lo que Jesús requiere es que Sus discípulos abandonen su confianza en sus posesiones para salvarlos o para hacer la obra de Dios en establecer el reino.

Este pasaje se usa a menudo para insistir que quienes quieren ser discípulos deben 'contar el costo' antes de decidir seguir a Jesús. Es natural sacar esta lección de las palabras de Jesús aquí, sin embargo, decir que para ser verdadero discípulo debemos renunciar todo no es el tema principal de Jesús. Lo que debemos considerar antes de ser discípulo es que sin importar lo que poseemos, no es suficiente para pagar por nuestros pecados; tenemos que depender completamente de Jesús por esto. Además no podemos ser discípulos fieles y productivos basado únicamente en lo que poseemos (capacidad, experiencia, etc.). De nuevo, necesitamos los dones espirituales y la ayuda que solo Jesús puede dar para ser exitosos y productivos en el ministerio.

Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser mi discípulo.
- Lucas 14:33

No tienes que ser pobre para ser discípulo, tienes que ceder tu independencia para ser discípulo.

34Por tanto, buena es la sal, pero si también la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada? 35No es útil ni para la tierra ni para el muladar; la arrojan fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga.
- Lucas 14:34-35

Jesús concluye al comparar discípulos con sal. Demuestra que la sal es inútil si ha perdido su salinidad. De la misma manera el discípulo es inútil si deja de comportarse como discípulo. El Señor nos advierte considerar el costo del discipulado (abandonar nuestra independencia) y entonces establece la duración de nuestro servicio como discípulos (de por vida). El único propósito que tiene la sal es ser salado, y el único propósito del discípulo es ser fiel. Si la sal pierde su salinidad pierde su valor y de la misma manera, un discípulo infiel pierde su valor esencial en Cristo.

Parábolas sobre Perder y Encontrar – 15:1-32

La Oveja Perdida, La Moneda Perdida (15:1-10)

1Todos los recaudadores de impuestos y los pecadores se acercaban a Jesús para oírle; 2y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este recibe a los pecadores y come con ellos. 3Entonces Él les refirió esta parábola, diciendo:
- Lucas 15:1-3

En este momento Lucas cambia de escenario y prepara el camino para presentar tres parábolas sobre cosas perdidas y encontradas. Estas tres son una respuesta a la crítica que recibía de los líderes religiosos porque no solo ministraba a pecadores y recaudadores de impuestos (los marginados) con Sus enseñanzas (que buscaban ansiosamente), pero también comía con ellos, tal como comía con los Fariseos de vez en cuando. Los líderes religiosos consideraban que estas personas eran causas perdidas. Por otro lado, Jesús, predicó el evangelio a estos marginados y se mezclaba socialmente con ellos.

Las primeras dos parábolas (la oveja y la moneda perdida) son ejemplos del deseo natural y humano de buscar diligentemente por aquella cosa preciosa que se ha perdido, y el gozo que uno siente al encontrarlo. Cada parábola tiene un final feliz ya que ambas la oveja y la moneda se encuentran. Ambas parábolas explican por qué Jesús se molesta en esforzarse por alcanzar a estos "marginados" (quienes son descartados como indignos por los líderes religiosos). En los ojos de Dios los perdidos aún son preciosos y el esfuerzo para encontrarlos vale la pena.

Jesús habla como alguien que ha visto lo que ocurre en el cielo (lo que dice aquí no es una cita textual de un profeta del Antiguo Testamento, es una revelación de un testigo celestial).

7Os digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento. 10De la misma manera, os digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
- Lucas 15:7;10

Jesús les está enseñando la razón por la cual Él ministra a todos (incluyendo los marginados). ¡Cada alma es precioso a los ojos de Dios y digno de ser buscado y salvado! Los líderes religiosos ponían valores distintos en cada persona basado en criterio terrenal como familia, educación, posición, riqueza, y cultura (i.e. judíos = mejores / gentiles = peores). La parábola de Jesús enseñaba que cada alma tenía el mismo valor (porque cada alma fue creada a la imagen de Dios, no del hombre - Génesis 1:26).

El Hijo Perdido (15:11-32)

Después de dos parábolas sobre objetos perdidos, Jesús intensifica la imaginería sobre lo perdido y encontrado y cuenta la historia del hijo perdido. En esta parábola incluirá personajes que representan cada persona presente cuando lo cuenta: Él mismo, los marginados, los líderes religiosos, y como cada uno tiene un rol en el escenario de perdido/encontrado.

11Y Jesús dijo: Cierto hombre tenía dos hijos; 12y el menor de ellos le dijo al padre: «Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde». Y él les repartió sus bienes. 13No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente.14Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16Y deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.17Entonces, volviendo en sí, dijo: «¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! 18Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: "Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores"». 20Y levantándose, fue a su padre. Y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó. 21Y el hijo le dijo: «Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo». 22Pero el padre dijo a sus siervos: «Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies; 23y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos; 24porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado». Y comenzaron a regocijarse.
- Lucas 15:11-24

La parábola del Hijo Pródigo solo aparece en el evangelio de Lucas y es probablemente una de las parábolas mejor conocidas. En esta historia lo que está "perdido" es el alma de este joven. Va de ser aceptado y cómodo en la casa de su padre a ser un marginado a causa de su propio pecado y necedad. Aquí no hay búsqueda a diferencia de los objetos perdidos (ovejas y monedas) porque él tiene libre albedrío. Sus elecciones lo llevaron a perderse y sus propias elecciones lo traerán de vuelta.

El padre representa el Padre Celestial quien está presente en la forma de Jesús. Tal como Jesús ministra y se asocia con los marginados, el padre espera el regreso de su hijo y lo recibe de vuelta a la familia cuando vuelve. Lo que había perdido (su hijo menor) ha vuelto a él y se regocija.

23y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos; 24porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado». Y comenzaron a regocijarse. 25Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas. 26Y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello. 27Y él le dijo: «Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado porque lo ha recibido sano y salvo». 28Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara. 29Pero respondiendo él, le dijo al padre: «Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; 30pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado». 31Y él le dijo: «Hijo mío, tú siempre has estado conmigo, y todo lo mío es tuyo.32Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado».
- Lucas 15:25-32

El hijo mayor representa los líderes de los judíos. Leales a la tradición, legalistas en guardar las leyes, trabajando por una recompensa, pero sin una fe y un amor interior hacia Dios lo que produciría una actitud de bondad y misericordia hacia otros.

La parábola describe con precisión los dos hijos (grupos) a los cuales Jesús se dirigía: los marginados que buscaban la reconciliación y los líderes religiosos que negaban reconocer su necesidad. Ambos hijos estaban "perdidos" pero por razones diferentes:

  • Uno por pródigo e inmoral.
  • Uno por arrogancia auto-justificadora.

La triste realidad es que solo uno de los hijos fue encontrado eventualmente.

Parábola del Mayordomo Infiel (16:1-18)

Aunque las parábolas tienen diferentes personajes y tramas, todos tienen un hilo común: la condenación de las actitudes y acciones de los Fariseos y otros líderes religiosos judíos. La parábola del mayordomo infiel sigue el mismo patrón. Describe un mayordomo (gerente) a quien le revisan su trabajo y está a punto de perder su trabajo por malgastos y mal manejo. Antes de que lo despiden reduce las cantidades que los deudores deben a su amo para quedar bien con ellos después de que lo despiden. Jesús no justifica su comportamiento pero comenta que las acciones del mayordomo para salvar su pellejo eran astutas mundanamente hablando. El Señor provee un paralelo para discípulos.

Y yo os digo: Haceos amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando falten, os reciban en las moradas eternas.
- Lucas 16:9

De la misma manera, los discípulos deben usar riqueza terrenal para hacer "amigos" o conversos entre los pobres y los marginados. Esto es para que cuando la riqueza terrenal ya no sirve (en la muerte) serán bien recibidos en el cielo por la manera en que usaron sus riquezas mundanas para ganar almas. La idea es que los conversos hechos acá en la tierra debido al uso sabio de recursos físicos estarán en el cielo para dar la bienvenida y agradecer a los discípulos fieles quienes los convirtieron a Cristo.

Esta parábola naturalmente lleva a una exhortación en cuanto al uso de riqueza terrenal. La parábola mostró una persona injusta usando la riqueza astutamente a su propio servicio. En la exhortación Jesús instruye a Sus discípulos sobre la actitud correcta en cuanto a la riqueza terrenal. Agrega también una advertencia sobre la imposibilidad de buscar la riqueza y el discipulado como prioridades iguales porque requieren cosas opuestas.

Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
- Lucas 16:13

Los Fariseos, al escuchar esta enseñanza, descartan a Jesús y lo que ha dicho sobre las riquezas del mundo. Hacen esto porque el Señor ha descrito su propia actitud codiciosa respecto al dinero. En respuesta a sus burlas, Jesús les reprende:

15Y Él les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios. 16La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan; desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él. 17Pero más fácil es que el cielo y la tierra pasen, que un ápice de la ley deje de cumplirse. 18Todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la que está divorciada del marido, comete adulterio.
- Lucas 16:15-18
  1. Les condena como hipócritas religiosos quienes esconden su avaricia detrás de una manta de religiosidad auto-justificadora.
  2. Les recuerda que la hora de la salvación es hoy, y aunque ellos mismos no están entrando en el reino, otros sí lo están (los marginados).
  3. Evadían la Ley y diluían muchas de las provisiones en ella para poder declarar una justificación personal basada en obediencia a la Ley. Por ejemplo, divorciaban sus esposas sin razón y se declaraban inocentes de un acto inmoral porque cumplían con el requisito establecido por Moisés al dar a sus esposas un "certificado de divorcio". Dicho de otra manera, ¡decían ser inocentes porque habían provisto el papeleo adecuado para un divorcio!

Jesús les recuerda que no tienen el poder ni la autoridad de cambiar o diluir la Ley porque la Ley, a diferencia de cosas del mundo físico, jamás falla o cambia. Entonces aplica la Ley a sus divorcios ilegítimos así condenándolos y demostrando el poder del la palabra de Dios. En esta instancia, no está dando una enseñanza profunda sobre el matrimonio y el divorcio (como lo hace en Mateo 5:31-32; Mateo 19:3-9; Marcos 10:1-12). Aunque sí está haciendo un reproche simple y breve de su desconsideración hacia la permanencia del matrimonio (i. e. se divorciaban de sus esposas sin razón y a veces tomaban las esposas de otros - Lenski, p. 843-845).

Parábola del Hombre Rico y Lázaro (16:19-17:10)

Después de una pausa, durante la cual Jesús se dirige directamente a los Fariseos (versículos 14-18), el Señor cuenta una segunda parábola tratando las riquezas y los peligros asociados. Esta vez no es sobre el uso deshonesto de la riqueza para ganancia personal (el mayordomo infiel) sino del amor hacia y dependencia de la riqueza que lleva a la avaricia y el egoísmo.

Un hombre rico no le hace caso a un hombre pobre y enfermo que se postraba en su puerta. Ambos mueren y el pobre va al cielo mientras el rico va al infierno. Estos dos tienen una conversación donde el rico ruega que se alivie su sufrimiento y pide mandar un mensaje a sus hermanos sobre el sufrimiento que está viviendo. Se le niega ambas peticiones. La parábola contiene varias lecciones:

  • El hombre rico no fue condenado por su riqueza, fue condenado por su egoísmo y falta de fe.
  • Hay vida y gozo o sufrimiento después de la muerte. Algunos creen que es una lección sobre la vida después de la muerte, otros lo ven como una simple parábola; de todas maneras las lecciones son las mismas.
  • La fe expresada en amor es lo que nos salva. El hombre rico quería mandar a un ángel para advertir a su familia y le dicen que si no creían a Moisés (el testigo mandado por Dios para predicar, guiar y advertir a los judíos) entonces tampoco creerán a un testigo adicional, aún si ha resucitado de la muerte. Esto sería la verdad de la mayoría de los judíos cuando los Apóstoles empiezan a predicar sobre Jesús y Su resurrección.

El Señor concluye Su enseñanza por medio de las parábolas con una advertencia e instrucciones finales para Sus discípulos.

1Y Jesús dijo a sus discípulos: Es inevitable que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien vienen! 2Mejor le sería si se le colgara una piedra de molino al cuello y fuera arrojado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeños. - Lucas 17:1-2

La Advertencia

Lo único peor que no tener fe uno mismo es impedir que otros tengan fe. Los líderes religiosos eran culpables de esto.

Las Instrucciones

Jesús concluye Su enseñanza con exhortaciones a Sus seguidores sobre sus vidas como discípulos y en qué consiste el discipulado.

  1. Amor: Comprobarían su amor con la manera en que se trataban entre ellos (con gracia y misericordia).
  2. Fe: Una fe fuerte creía y vivía entendiendo que con Dios, todo es posible.
  3. Humildad: Reconocer que la posición verdadera y más bendecida en esta vida es como un siervo de Dios.

Estas actitudes se contrastaban completamente con el carácter y la práctica de los líderes religiosos quienes se burlaban y rechazaron a Jesús, y como resultado fueron condenados por Él.

Lección

Si hay una sola lección que podemos tomar de las varias parábolas y enseñanzas es esta: La clave al significado del texto usualmente se encuentra en el texto mismo. En esta sección solo hay cuatro personajes principales: Jesús, los marginados, los discípulos y los líderes religiosos. Todas las conclusiones, las lecciones prácticas y las aplicaciones primero deben ser conectadas con uno de estos antes de que se puede sacar cualquier otra lección del contexto.

Preguntas de discusión

  1. En la sociedad de hoy en día, ¿quiénes corresponden a los siguientes personajes bíblicos? ¿Por qué crees que es así?
    • Jesús
    • Líderes Religiosos
    • Los marginados / pecadores
    • Discípulos
  2. En la parábola del hijo pródigo, ¿crees que el enojo del hijo mayor es justificado? ¿Por qué o por qué no?
    • Si fueses el padre, ¿qué le dirías para que el hijo mayor entrara al banquete?