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El arresto y encarcelamiento de Pablo - Parte 2

En esta lección, Lucas describe las apariciones de Pablo ante los gobernadores romanos Félix y Festo y el resultado de esas audiencias.
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Esta es la segunda parte de tres con respecto al variado y largo periodo de encarcelamiento que sufrió Pablo. En la primera parte describí los eventos que resultaron en su rescate inicial y detención por soldados romanos de una multitud alterada en el Templo en Jerusalén. En esa ocasión intentó dirigirse a la multitud y después fue llevado ante los líderes judíos para encontrar algún crimen del cual podían acusarlo. Estos intentos fallaron puesto que tanto la multitud como los líderes religiosos cayeron en desorden hasta el punto de tener que ponerlo en custodia protectora una vez más para guardarle la vida.

En la sección que tocaremos en este capítulo, Lucas continuará con su descripción del viaje de Pablo por el sistema legal romano mientras cumple con la profecía de Jesús de proclamar el evangelio a varios gobernadores y reyes (Hechos 23:11).

La Conspiración – 23:12-35

12Cuando se hizo de día, los judíos tramaron una conspiración y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo. 13Y los que tramaron esta conjura eran más de cuarenta, 14los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nos hemos comprometido bajo solemne juramento a no probar nada hasta que hayamos matado a Pablo. 15Ahora pues, vosotros y el concilio, avisad al comandante para que lo haga comparecer ante vosotros, como si quisierais hacer una investigación más minuciosa para resolver su caso; nosotros por nuestra parte estamos listos para matarlo antes de que llegue. 16Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada, y fue y entró al cuartel, y dio aviso a Pablo. 17Y Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que informarle. 18El entonces, tomándolo consigo, lo condujo al comandante, y le dijo: Pablo, el preso, me llamó y me pidió que te trajera a este joven, pues tiene algo que decirte. 19Y el comandante, tomándolo de la mano, y llevándolo aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que me tienes que informar? 20Y él respondió: Los judíos se han puesto de acuerdo en pedirte que mañana lleves a Pablo al concilio con el pretexto de hacer una indagación más a fondo sobre él. 21Pero no les prestes atención, porque más de cuarenta hombres de ellos, que se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado, esperan emboscados; ya están listos esperando promesa de parte tuya. 22Entonces el comandante dejó ir al joven, encomendándole: No digas a nadie que me has informado de estas cosas.
- Hechos 23:12-22

Como el judío más educado y notorio convertido al cristianismo, Pablo llegó a ser el blanco preferido del liderazgo judío. Él les era una amenaza por varias razones:

  1. Como un Fariseo y maestro de la Ley bien respetado, él podía apelar a cada segmento de la sociedad judía con el evangelio.
  2. Él podía debatir exitosamente con otros maestros y sacerdotes con respecto a Jesús como el Mesías de acuerdo con las Escrituras.
  3. Era bien conocido tanto en Jerusalén y por todo el Impero por los judíos y los gentiles convertidos al judaísmo como por judíos y gentiles convertidos al cristianismo, así que atraía la atención en maneras que los líderes judíos no podían hacer.
  4. Su conducta personal era irreprochable, y hacía sanaciones y milagros.
  5. Como ciudadano romano tenía la protección de la ley romana y se encontraba más allá de las garras del poder político o legal del Sanedrín.
  6. Fue aceptado como Apóstol en la iglesia cristiana y como tal tenía gran influencia sobre un número creciente de creyentes en Jerusalén. Esto amenazaba el statu quo que los líderes judíos querían mantener a todo costo (mataron a Jesús, así que nada era imposible para ellos).
  7. Sin embargo, el peor pecado, que los llevó a una furia homicida, era el hecho de que Pablo era el responsable por traer a gentiles a la iglesia y animaba a convertidos tanto gentiles como judíos a adorar a Dios como en igual de condiciones, "No hay judío ni griego [...] porque todos sois uno en Cristo Jesús." (Gálatas 3:28).

Al hacer esto, Pablo estaba violando su sentido de privilegio y destino como el pueblo de Dios y amenazaba con destruir la pureza de su religión, lo cual, practicado por estos líderes, consistía en mantener una exclusividad cultural que ellos definían como piedad. Pensaban que el mantener fuera a los gentiles era la manera de permanecer puros y agradar a Dios, cuando en realidad su obra era de sacar a los gentiles del paganismo a adorar el verdadero y viviente Dios, pero sin dejar que las prácticas gentiles/paganas entren y destruyan su pureza. En otras palabras, amar y recibir al pecador (el gentil), y odiar el pecado (las prácticas inmorales de la religión pagana). Ellos simplemente odiaban a los gentiles y mantenían al margen a los gentiles convertidos al judaísmo así creando dentro de la religión judía un clasismo donde los sacerdotes y Fariseos se encontraban arriba y el pueblo, los pobres, los cojos, los pecadores (i. e. Mateo el recaudador de impuestos) eran las clases más bajas con los conversos gentiles en el último lugar.

Pablo era su enemigo declarado porque predicaba que todas estas personas tenían la misma posición ante los ojos de Dios por medio de Cristo. Temían perder su religión, su posición favorable y su estilo de vida si se aceptaba este mensaje. El saber estas cosas nos ayuda entender su fervor en el complot de asesinarlo.

Observamos de nuevo que Lucas provee información sobre el sobrino de Pablo quien lo advierte de la conspiración en su contra. Esto es un vistazo inusual en la vida privada de la familia de Pablo que solo un conocido como Lucas podría dar.

23Y llamando a dos de los centuriones, dijo: Preparad doscientos soldados para la hora tercera de la noche, con setenta jinetes y doscientos lanceros, para que vayan a Cesarea.24Debían preparar también cabalgaduras para Pablo, y llevarlo a salvo al gobernador Félix.25Y el comandante escribió una carta en estos términos:26Claudio Lisias, al excelentísimo gobernador Félix: Salud.
27Cuando este hombre fue arrestado por los judíos, y estaba a punto de ser muerto por ellos, al saber que era romano, fui con las tropas y lo rescaté. 28Y queriendo cerciorarme de la causa por la cual lo acusaban, lo llevé a su concilio 29y hallé que lo acusaban sobre cuestiones de su ley, pero no de ningún cargo que mereciera muerte o prisión.
30Cuando se me informó de que había una conjura en contra del hombre, te lo envié enseguida, instruyendo también a sus acusadores que presenten los cargos contra él delante de ti.
31Así que los soldados, de acuerdo con las órdenes que tenían, tomaron a Pablo y lo llevaron de noche a Antípatris.
32Y al día siguiente regresaron al cuartel dejando que los de a caballo siguieran con él, 33los cuales, después de llegar a Cesarea y de entregar la carta al gobernador, le presentaron también a Pablo. 34Cuando el gobernador la leyó, preguntó de qué provincia era; y al enterarse de que era de Cilicia, 35dijo: Te oiré cuando estén presentes también tus acusadores. Y mandó que lo guardaran en el Pretorio de Herodes.
- Hechos 23:23-35

Lucas nombra el comandante (Claudio Lisias), otro marcador histórico y social, y provee el informe a Félix, el procurador de Judea (tesorero de la provincia romana). Él resume el caso (dejando fuera su propio error al arrestarlo ilegalmente y su intento de torturar un ciudadano romano) y le informa a Félix que no ha hecho ningún cargo legal en contra de Pablo. Sin embargo, a causa de la violencia de los judíos, está mandando a Pablo y sus acusadores a Félix para juzgar el caso. Es un tema de jurisdicción. Si van a acusar a Pablo, todavía hay que determinar donde y quien juzgará el caso. Félix accede supervisar la audiencia preliminar para determinar si es posible acusarlo de algo. Sin embargo, puesto que Pablo proviene de otra provincia (Cilicia), si ha transgredido alguna ley tendrán que mandarlo allá para su juicio.

Pablo Ante Félix – 24:1-27

Félix obtuvo su posición por su hermano Pallas quien era el secretario de la tesorería durante el reino del Emperador Claudio. Ambos eran esclavos quienes fueron libertados y eventualmente ascendieron al poder en el gobierno romano. Félix era inmoral, cruel y tomaba sobornos lo que resultó en un aumento en la tasa delictual y la inestabilidad de Judea. Tácito, el historiador romano, dijo de Félix que tenía la posición de rey pero con corazón de esclavo. Gobernó de 52-58 d.C. Vivió en el palacio de Herodes ubicado en Cesarea del Mar el cual era la residencia oficial del gobernador/prefecto/procónsul/rey u oficial que gobernaba Judea de parte de Roma. Pablo, quien no había sido acusado de ningún crimen, también se hospedó allí (aunque no en la parte de la cárcel) mientras esperaba la formulación de algún cargo en su contra.

(Hechos 24:1-9) Los líderes judíos llegan y mediante su abogado (de la acusación) escogido hacen tres acusaciones:

  1. Pablo estaba provocando disensiones entre los judíos.
  2. Era el líder de una secta renegada conocidos como los nazarenos (en referencia al pueblo de Jesús).
  3. Intentó profanar el Templo.

Por supuesto hay un grano de verdad en estas acusaciones que les da alguna credibilidad:

  1. Había disensión entre los judíos, pero fue causada por ellos al seguir y perseguir a Pablo de ciudad en ciudad.
  2. Él era un líder en la iglesia, uno de muchos, pero su meta no era rebelarse contra el gobierno.
  3. Estaba presente en el Templo pero respetando las leyes y costumbres, no profanándola.

El abogado también miente con respecto a las acciones de los judíos diciendo que habían arrestado a Pablo y lo estaban trayendo a la corte para un juicio, cuando en realidad habían formado un alboroto y estaban a punto de matarlo cuando los soldados romanos intervinieron. Lucas agrega que los líderes judíos también atacaron a Pablo una vez el abogado terminó su presentación.

Observe que después de una breve y respetuoso reconocimiento a Félix, Pablo responda a cada acusación:

1. Causando Disensión

10Después que el gobernador le hizo una señal para que hablara, Pablo respondió: Sabiendo que por muchos años tú has sido juez de esta nación, con gusto presento mi defensa, 11puesto que tú puedes comprobar el hecho de que no hace más de doce días que subí a Jerusalén a adorar. 12Y ni en el templo, ni en las sinagogas, ni en la ciudad misma me encontraron discutiendo con nadie o provocando un tumulto. 13Ni tampoco pueden probarte de lo que ahora me acusan.
- Hechos 24:10-13

No solo niega la acusación pero desafía a sus acusadores a producir alguna evidencia apoyando la acusación.

2. Liderando una Secta Renegada

14Pero esto admito ante ti, que según el Camino que ellos llaman secta, yo sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo todo lo que es conforme a la ley y que está escrito en los profetas; 15teniendo la misma esperanza en Dios que estos también abrigan, de que ciertamente habrá una resurrección tanto de los justos como de los impíos.16Por esto, yo también me esfuerzo por conservar siempre una conciencia irreprensible delante de Dios y delante de los hombres.
- Hechos 24:14-16

Sus acusadores estaban sugiriendo que el cristianismo era alguna forma de fanatismo religioso/político que amenazaba la estabilidad del pueblo, y peor aún, presentaba un desafío al gobierno romano. ¿No había sido Jesús, su líder de Nazaret, ejecutado por un gobernador anterior por crímenes similares? En respuesta, Pablo argumenta que su fe no desafía el gobierno secular ya que tiene su fuente y su promesa en la misma religión de sus acusadores, y un mensaje de castigo y premio en el juicio lo cual era bien conocido por todos presentes. Incluso Pablo usa la idea del juicio de Dios para defenderse diciendo que como un cristiano fiel por conciencia no haría tales cosas (causar problemas, atacar al gobierno, etc.) porque habría sido pecaminoso hacerlo.

3. Profanar el Templo

Pablo explica la razón por la cual estaba en el área del Templo en primer lugar y argumenta que estaba allí de acuerdo con la Ley y costumbre. Él culpa al alboroto, lo que a fin de cuentas resultó en su detención y aparición ante Félix, sobre acusaciones falsas de los judíos de Asia quienes lo acusaron públicamente de llevar un gentil a la parte restringida del Templo. Pablo concluye su defensa con demandar que sus acusadores den una explicación de por qué causaron un alboroto cuando él simplemente había declarado la promesa básica del evangelio que era la resurrección de la muerte para quienes creen en Jesucristo. Aparentemente el abogado y los líderes judíos no tenían ningún contraargumento, evidencia o comentario en respuesta a la defensa de Pablo.

Y llamando a dos de los centuriones, dijo: Preparad doscientos soldados para la hora tercera de la noche, con setenta jinetes y doscientos lanceros, para que vayan a Cesarea.
- Hechos 24:22-23

Félix entendió los argumentos de Pablo porque estaba al tanto de las enseñanzas del cristianismo. No habían presentado evidencia y Pablo había contestado convincentemente a sus acusadores. Esta familiaridad le permitió aceptar la credibilidad de Pablo y su recuento de los eventos sin necesidad de otros testigos. Pero esto se trataba de política y poder no de religión, así que usando la excusa que necesitaba consultar con Lisias, el comandante, Félix postergó una decisión. Mandó a los líderes judíos a casa y mantuvo a Pablo bajo guardia allí con alguna medida de libertad siendo que podía desplazarse dentro del palacio y recibir visitas mientras estaba bajo arresto a domicilio. Vemos un vistazo de los motivos verdaderos de Félix en los próximos versículos.

24Pero pocos días más tarde, llegó Félix con Drusila su mujer, que era judía, y mandó traer a Pablo y lo oyó hablar acerca de la fe en Cristo Jesús. 25Y al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix, atemorizado dijo: Vete por ahora, pero cuando tenga tiempo te mandaré llamar. 26Al mismo tiempo, tenía esperanza de que Pablo le diera dinero; por eso acostumbraba llamarlo con frecuencia y conversar con él. 27Pero transcurridos dos años, Porcio Festo llegó como sucesor de Félix, y deseando hacer un favor a los judíos, Félix dejó preso a Pablo.
- Hechos 24:24-27

Parece haber sido un hombre con un conflicto interno. Por un lado estaba ansioso por escuchar a Pablo predicar y enseñar y se veía afectado por el mensaje; el hecho que tuvo temor indica que tuvo alguna medida de fe porque la Palabra le estaba llegando. Por otro lado, se entregó a su avaricia al esperar lucrar del encarcelamiento de Pablo y demostró su falta de honor y misericordia al mantener encarcelado injustamente a un hombre que sabía era inocente para ganar favor con otros hombres malvados.

Lucas termina esta sección con una anotación histórica adicional que estos eventos ocurrieron el año que otro oficial (Porcio Festo) reemplazó Félix como procurador en 59-60 d. C.

El Juicio Ante Festo– 25:1-12

Historia cuenta que Porcio Festo era justo y razonable, mucho más que Félix el oficial que reemplazó. Lucas escribe que tres días después de su llegada a Judea, Festo viaja a Jerusalén para reunirse con los líderes judíos. De primera piden traer a Pablo de vuelta a Jerusalén para un juicio que Festo puede presidir allí. Por supuesto su meta es matar a Pablo durante su viaje desde Cesarea puesto que no pueden ganar su caso contra él en la corte, y tampoco pueden atacar exitosamente el palacio en Cesarea por toda la guardia que se encuentra allí. Festo accede oír los argumentos para un juicio en Jerusalén y entonces invita a los líderes a ir a Cesarea para argumentar a favor de un cambio de distrito.

6Después de haberse quedado no más de ocho o diez días entre ellos, descendió a Cesarea, y al día siguiente se sentó en el tribunal y ordenó que trajeran a Pablo. 7Cuando este llegó, lo rodearon los judíos que habían descendido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones que no podían probar, 8mientras Pablo decía en defensa propia: «No he cometido ningún delito, ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra el César.9Pero Festo, queriendo hacer un favor a los judíos, respondió a Pablo, y dijo: ¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén y a ser juzgado delante de mí por estas acusaciones? 10Entonces Pablo respondió: Ante el tribunal del César estoy, que es donde debo ser juzgado. Ningún agravio he hecho a los judíos, como también tú muy bien sabes. 11Si soy, pues, un malhechor y he hecho algo digno de muerte, no rehúso morir; pero si ninguna de esas cosas de que estos me acusan es verdad, nadie puede entregarme a ellos. Apelo al César. 12Entonces Festo, habiendo deliberado con el consejo, respondió: Al César has apelado, al César irás.
- Hechos 25:6-12

Lucas no describe los cargos pero aclara que los acusadores judíos todavía no tienen evidencia. Por supuesto que su meta no es ganar el caso, sino separar a Pablo de sus guardias en el palacio de Herodes. Intentando ganar el favor del liderazgo judío, el nuevo gobernador propone cambiar el juicio a Jerusalén (obviamente sin saber las verdaderas intenciones de estos hombres).

Como ciudadano romano, el caso de Pablo no podía cambiar a otro distrito (fuera de Cilicia de donde provenía él, o el palacio del gobernador donde lo tenían) sin su permiso (Lenski, p. 996-997). Pablo, al ver que no iba a recibir un juicio verdadero ante este juez (Festo) o el anterior (Félix) porque estos oficiales romanos querían evitar problemas con los líderes judíos locales, usó su privilegio como ciudadano romano para ser juzgado en el tribunal del César en Roma por el emperador mismo. En el sistema romano, cualquier ciudadano tenía el derecho de apelar al César si sentía que no estaba recibiendo justicia en los tribunales menores. En muchos casos el Emperador mismo presidía o podía ser presentado ante el Tribunal Imperial en Roma. Al hacer esta apelación Festo está obligado legalmente de transferir a Pablo a Roma donde recibirá una audiencia imparcial y así el Apóstol también escapará del siempre presente amenaza de violencia en contra suya por los líderes judíos.

Preguntas de discusión

  1. Describa las maneras sutiles que ocurre la discriminación en la iglesia. ¿Cómo se puede corregir esto?
  2. Comparta un momento en que tuviste que "Esperar en el Señor". ¿Por qué fue difícil? ¿Qué consejo darías a quienes se encuentran en esta situación ahora?
  3. Si fueses encarcelado por tu fe, ¿cómo usarías el tiempo de tu encarcelación?